Mientras descansaba notaba que Héctor hablaba por teléfono avisando que se quedaría en mi casa porque no le sentía bien y para no preocuparse prefiere quedarse, sentía como no soltaba mi mano aún cuando debía usar las 2 manos.
Reí ante ese detalle y este luego de mirarme se despidió y corto la llamada, luego dejó el celular a un lado y se acercó a besar mi frente, luego me puso al tanto mientras dormía; según los chicos debía intentar pero sin cambiar el cierre y que debía confiar en mi magia y en mi misma. Al decir aquello lo mire atónita y dije
Yo: Que Irónico, siento que lo he oído antes….
Hector: ¿Quieres que lo intentemos juntos?, si es así te apoyaré.
Yo: pero… ¿Qué tal si te vuelves un brujo? O nos pasa algo peor; no, no puedo exponerte.
Héctor: Ag, yo confío en ti, además si me vuelvo brujo… haré los exámenes y ya. Yo siempre he confiado en ti y siempre lo haré.
Mirando su gesto tan determinado me costaba hacerlo convencer, pero recordaba el mensaje del emblema, y si ¿Esto es el deseo de mi corazón?, ¿Es mi verdadero deseo?. Para obtener la verdadera respuesta debía dejar de pensar lo tanto y sólo actuar, así que decidí que tomaremos un baño, luego desayunaríamos y meditaríamos para hacer luego el ritual.
Luego de esperar que el terminará su ducha decidí calentar la comida y de allí servir la, servir un café con leche y buscar un abrigo por el frio, luego de tomar el desayuno juntos nos fuimos al cuarto a meditar y dejar todo a la mano para conjurar el hechizo, había conseguido unos inciensos de mandarina donde nos ayudaría a relajarnos.
Meditamos por 30 minutos, aunque parecía poco a mi me había ayudado a relajarme, y Héctor con una sonrisa me aviso de que estaba listo, así que nos andamos y mientras nos agarrábamos de las manos dije
Yo: listo.
Héctor: listo.
Yo: Magia pura y blanca, oye mi súplica y mi deseo has de realizar, quisiera poder, quisiera tener… devuelve aquella magia que perdí una vez "Iterum Veni".
Sentí como la mano de Héctor de sujetaba más fuerte y decidí mirarlo y abrazarlo, lo abrace tan fuerte y con tanto deseo de que aunque volviera a ser bruja quisiera estar siempre a su lado, no me importaba nada, incluso si el hechizo no funcionaba ya me sentía completa, el me llenaba a mi y yo lo llenaba a el, aquel hueco era llenado por su cariño y se que el de el igual.
Cerré los ojos para seguir sintiendo su calidez hasta sentir una brisa dentro del cuarto, al abrir los ojos vi 2 hermosas estrellas frente a nosotros, aún sin soltarnos yo entendí mi mano izquierda y el su mano derecha, unas hermosas auras naranja y azul se volvían una gran nube y liberan al los prendedores, al tomarlas sentía un cosquilleo tan grande mi cuerpo que no sabía cómo reaccionar, luego las auras se separaron y fueron a los otros broches.
Es decir, mi aura que era el naranja fue al broche de Héctor y el aura azul entró a mi broche, luego de allí llegó una escoba con un sombrero y una carta, reí al ver la escoba y tome el sombrero aunque por travesura se lo coloque a Héctor, tome la carta y la abrí. La carta era para Héctor como estudiante de prueba en la Academia, al leer el nombre mis recuerdos volvieron y decidí hacer un hechizo donde sólo los brujos entenderían avisando mi regreso.