Narra el asesino
Estaba tan feliz porque hoy vería a Anaís y... No sabía como describir esa felicidad... Sólo tenía una sonrisa en mi rostro. La voz me pregunto —¿Por qué estás actuando muy extraño? Ni siquiera te reconozco —al parecer noto algo raro en mi, pero no sabía a que se refería
—no tengo idea de que me hablas, pero de seguro es otra más de tus exageraciones —dije. —seguía teniendo la sonrisa de estúpido
—no lo sé, pienso que deberías volver con tu psicólogo porque este amor tuyo hacia Anaís se esta tornando algo distorsionado —mencionó la voz. —se escuchaba algo preocupado por eso
—no es así querida voz, sí a caso llegará a pasar eso... Me verás actuar como un loco y me estaría lastimando a mi persona —le aseguré. —ni siquiera yo era capaz de oír mis propias palabras
—y no me digas nada que no te lo dije —me lo advirtió. —parecía mi conciencia
—bueno, me tengo que ir a mi cita y a ver como nos va —dije. —estaba tan contento
—si además quiero ver como termina tu cita y después decirte algo sí sale mal —dijo. —la voz al parecer le fascinaba hacerla como mi niñera y más regañar me, pero uno se acostumbra.
Llegué al panteón, me gustaba mucho este tipo de lugares porque esta muy tranquilo y es un buen lugar para ser olvidado por los demás. Era casi la hora de que la vería, no podría estar más feliz en mi vida; me encontraba practicando un poco mi conversación y así estuve en un par de horas. La voz me preguntó —¿va a venir? Es que ya es muy tarde —se oía algo preocupado por mi
—sí... Ella tiene que venir, yo se lo pedí... Hasta le compré un vestido para que se viera más hermosa... Ella me ama... Yo... —en ese instante se me corto la voz y simplemente mis lágrimas me ganaron, me deje caer al suelo y lloré con tanta fuerza, mi mente sólo pensaba en una cosa... Matar.
Narra Anaís
Habían pasado un par de horas, yo seguía con este Fred caminando hacia el parque y le pregunté —¿porqué me invitaste a salir? —ya sabía que a Fred le gustaba y eso, pero tenía que saber sí se aprovechaba de la situación después de la muerte de Gab
—bueno es que te miraba muy estresada con todo este problema que provocó la muerte de Gab, el secuestro de Tim, las cartas de tu asesino personal y nada más —contestó. —este Fred me comprendía perfectamente mi situación.
En ese momento me acordé de mi cita con el asesino y dije —¡demonios! Lo olvidé, lo siento Fred pero me tengo que ir —no sabía porque me preocupaba tanto ir a esa cita pero no sería nada bueno sí yo no fuera.
Salí rápidamente y me dirigí hacia el lugar de la cita, llegué al panteón y fui a buscarlo pero vi una horrible escena... Él estaba golpeando de una forma muy sangrienta a una persona con una pala, al parecer estaba muy enojado y también temía por mi vida, después de unos segundos se detuvo, me miró, empujo a la persona a una tumba abierta y vino hacia mi. Yo me alejaba lentamente de él hasta que me preguntó —¿me tienes miedo? ¡Dímelo! —su voz no tenía nada de tristeza, solo felicidad
—no tengo miedo —dije. —sin embargo estaba completamente paralizada al verlo cubierto de sangre
—te lo dije perfectamente, soy un monstruo que destruye todo lo que toca —recalcó nuevamente. —al parecer él se odiaba a si mismo.
Yo sólo pensaba en salir corriendo antes de que me hiciera algo, pero por el miedo no podía hacerlo y dije —lo siento mucho por llegar tarde, lo olvidé —trataba de lograr persuadirlo aunque sea un poco.
Él se quedo pensando por varios segundos y me dijo —todos se olvidan de mi, pero yo siempre me acuerdo de todos y nunca los olvidó... Creó que nadie me quiere en este mundo y sólo soy un maldito estorbo en sus vidas —él trataba de controlar sus propios sentimientos pero no podía
—no se que decirte pero... —dije tratando de terminar la oración — pero no pude al seguir en shock.
Sin pensarlo él venía hacia mí, tenia su ropa manchada de sangre, y podía ver esos ojos azules tan cristalinos por tanto llorar y mencionó —¿crees que seré buena persona algún día? Necesito saberlo de una persona que no me olvidé y me quiera... Pero tú no eres esa persona —su voz se entrecortada al decir cada palabra
—tienes razón, no soy la persona que esperas pero puedo tratar de no olvidarte —dije. —necesitaba poder controlarlo aunque sea un poco
—ya no importa... Será mejor que vuelvas a tu casa, no quiero meterte en problemas y ya sé que tienes demasiados por mi culpa —mencionó. —al parecer quería olvidarse de lo que había pasado
—esta bien, me iré —conteste. —creó que había arruinado mi única oportunidad de atraparlo.
Él sólo se alejo de mí, sólo me acerque hacia nuevamente y dije —no quiero irme de tu lado —espero que eso haga que caiga en mi trampa
—¿enserio? ¿Quieres estar con un psicópata asesino por el resto de tu vida? —me preguntó. —él sólo me miraba fijamente
—sí, tal vez podamos conocernos y estar juntos por siempre —dije. —tenía que sonar convincente para lograrlo manipular
—¡te amo! Te prometo que jamás te voy a traicionar —dijo. —se oía tan contento y eso me hacia sentir mal conmigo misma.
Narra el asesino
Esto iba tan rápido y más sabiendo que ella quiere estar a mi lado y eso me hace tan feliz. Anaís se acercó a mi y me dio un abrazo. Yo no sentí nada, me separé lo más rápido posible y preguntó —¿Por qué te alejas? —sólo me miraba sacada de onda
—no estoy acostumbrado al afecto que recibo de otras persona —dije. —se escuchaba algo extraño sin embargo era cierto, porque nunca recibí cariño de una persona
—bueno tendrás que acostumbrarte —dijo. —no podía dejar de ver esa sonrisa que tenia
—lo siento mucho por mi forma de estar vestido, quería verme bien... Pero la desesperación hizo que asesinará a ese roba tumbas y eso. Sin embargo tú estas hermosa con ese vestido —mencione. —sólo tenía una leve sonrisa, ya parecía loco enamorado.
La voz sé estaba riendo de mí, al parecer creó que le contaron un chiste o algo así. Pero más tarde le preguntaré que le pareció gracioso. Después de un rato de conversar Anaís se fue y yo regresé a mi casa, aunque ni sabía que haría en las próximas 3 horas para que salga el sol, pero trataré de averiguar lo. Era la mañana siguiente me encontraba acostado en mi cama, tenia un poco de sueño y la voz me saludo —buenos días, querido asesino ¿Cómo te fue hace rato? —me daban ganas de ponerle una paliza pero como no es real, tiene la ventaja
—bien... Aunque no fue lo que esperaba —dije. —aún seguía pensando en ella
—sabes que ella sólo te utiliza para encontrar a Tim y capturar te —mencionó. —la voz puede que sea algo fastidiosa pero siempre estaba para cuidar me
—sí... Creí que le interesaba de verdad... Pero no —dije. —ya estaba resignado a que jamás me amaría
—sabes ayer estabas tan feliz porque Anaís te amaba y ahora eres una persona completamente normal, algo esta mal contigo y eso me preocupa —mencionó la voz. —se oía tan nervioso contándome eso
—¿a que te refieres con eso? —le pregunté. —había algo que me interesaba saber
—creó que tienes alguien más dentro de ti y eso hace que ames tanto a Anaís sin importar nada —respondió. —yo sólo pensaba en esa respuesta. Pero creó que no estaba equivocado, pero tampoco en lo cierto
—bueno sí ese fuera el caso tú me reconocerías tan rápido y sabrás porque te digo que no me conoces a mi realmente... —dije. —necesitaba que la voz descubriera mi verdadero yo
—¿Por qué tanto lo mencionas? —preguntó. —supongo que no logro averiguarlo.
Antes de responder... Me acorde que tenia que ir a la universidad, entonces me levante, cambie de ropa y salí corriendo. Al llegar fui a buscar a Anaís pero no la encontraba, así que seguí buscando hasta cuando la encontré.
Narra Anaís
Me encontraba en la escuela, estaba platicando con Fred y le dije —gracias por lo de ayer —le agradecí por hacerme olvidar un rato a ese tipo
—de nada y di me ¿Qué pasó ayer con tu cita? —me preguntó. —al parecer tenia mucha curiosidad
—pues... No tuve mucho que decir sólo fue algo horrible —mencione. —no quería volver a recordar eso
—ya lo creó, él es un asesino que sólo busca hacer sufrir a los demás —dijo. —cada palabra que decía me tranquilizaba un poco
—sí, hasta el mismo lo acepta y cambiando de tema... ¿Cuándo podríamos volver a salir? Necesito distraerme un poco —pregunte. —necesitaba saber que contaba con alguien
—cuando quieras y ¿Por qué ese cambio de parecer? Sí nunca querías salir conmigo —pregunto nuevamente. —inclusive yo estaba sorprendida por eso
—no lo sé, sólo quiero tener mi vida con alguien —dije. —y disfrutar todos los días antes de que él me maté. —hasta saqué la relajación dentro de mi
—esta bien —dijo. —en ese instante Fred se acerco y me dio un beso, fue algo tierno, dulce y no paré de besarlo.
Narra el asesino
Estaba algo retirado de las bancas, cuando vi a Anaís con Fred besándose... En ese momento no llegué a sentir nada, sin embargo para el asesino es diferente porque quiere acabar con él. Antes de que yo interviniera la voz dijo —creó que no te agrada lo que vez —odiaba oír su voz tan hipócrita, pero sé que le encanta manipularme
—no mucho pero ¿Qué se supone que haga? Sí no siento nada —le pregunte. —en mi mente sólo pensaba en porque tardaba tanto en reaccionar ante semejante situación, hasta que finalmente encontré la respuesta
—porque no eres ese chico obsesionado con Anaís y espero no ver en un buen rato —dijo. —se que no le agrada mucho este chico pero debe aguantarlo porque es parte de mi
—tranquilo, por ahora haré otra jugada y necesito a alguien más para eso —mencione. —mientras le tomaba una foto a Anaís con Fred
—¿Qué tanto tramas? Sí ambos sabemos que estas afectado por eso y nadie te ayudará en esto —pregunto nuevamente la voz. —creo que le interesa saber un poco más de mi idea
—me agrada dejarte en duda, querido compañero y te dejaré muy sorprendido cuando vez la jugada —respondí. —sólo tenía una sonrisa en mi rostro y seguía caminando hacía la biblioteca.