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Chapter 2 - Un encuentro inesperado

El joven venado llegó de su trabajo de mesero en un restaurante de carnívoros y entró en su casa cerrando tras de sí mientras se desvestía poco a poco, odiaba su trabajo y el manoseo de muchos de sus clientes en búsqueda de divertirse con el pero por lo menos le pagaban bien –puta vida- se tiró a su cama y tomo las sabanas para cubrir su pequeño cuerpo del frío que cubría su habitación, maldijo por un buen rato su mera existencia pero el sonido de su teléfono llamó su atención –mi Daddy me está solicitando- abrió el mensaje y no pudo evitar morderse el labio al ver lo coqueto que llegaba con él y eso que ni siquiera han comenzado a manosearse – mi daddy es tan lindo!- siguieron hablando por un buen rato en lo que él iba a la cocina y cocinaba su cena mientras veía videos sobre cómo hacer para salir de su país sin morir en el intento.

3 horas después.

Luego de unas horas viendo televisión mientras come y esperaba los mensajes del estadounidense lobo hasta que al final se quedó dormido y olvido totalmente al gringo y sus coqueteos sube egos. Al día siguiente se despertó y fue directo a arreglarse para ir a trabajar pero varios sonidos de su teléfono se hicieron presentes llamando su atención, lo tomo y miro espantado lo que se mostraba ante el –"I would like to meet you, why don't we meet one day?"- tiró el teléfono a la cama y dejó su departamento como alma que lleva el diablo porque ni él se esperaba tremendo susto, digo, él no tenía planeado conocer a ningún chico y sinceramente no quería acabar siendo marcado como un "impostor" o algo parecido –¡mira esas nalgas! Dan ganas de comérselas- fue fuertemente nalgueado por detrás provocando que le diera un golpe a su agresor quien era más que nadie que su vecino y amigo el perro araña – ¡malparido seas!- luego que le putiara la madre por un rato en lo que le ayudaba a ir a su trabajo bajo la mirada de los demás animales a su alrededor –eres el ser más castroso del mundo ¿sabes?- su amigo no hizo nada más que abrazarlo por la espalda y comenzar a besar su mejilla mientras reía como el idiota que era, pasó de largo esa incómoda situación y se apresuró a llegar al trabajo para no acabar matando a su compañero por ser tan pendejo.

30 minutos después.

Iba de un lado al otro tomando órdenes o entregándolas y para su mala suerte siendo manoseado por varios de sus clientes masculinos quienes no entendían el significado del "no" – ¿Por qué tenía que ser tan pequeño?- dijo frustrado mientras tomaba los platos de una de las mesas y los ponía sobre la bandeja algo apurado al ver los pocos que quedaban en el restaurant, los llevó trotando a la cocina y los puso en el lavadero para regresar a su lugar usual y esperar el llamado de algún cliente o que estos salgan –que horror, esta gente si traga- miro al canino a su lado riéndose por su propio comentario mientras veía a la familia de leonas devorando lo que anteriormente era un pollo –son un desastre- pego su cuerpo contra la pared y cerró los ojos relajándose y pensando en sus propias cosas pero las risas de un grupo de caninos grises se hizo presente y arruinándole su posible salida temprana, espero a que ellos se decidieron por una mesa y se acercó a ellos con una sonrisa cordial -Hi! They would give us a bucket of blablabla ..- su cara era un poema en lo que la loba de pelaje grisáceo hablaba mientras miraba a sus acompañantes para ver si se encontraban de acuerdo con lo que estaba pidiendo, miro tras de sí pidiéndole ayuda a su compañero para que viniera y le ayudará con los gringos pero este parecía estar más ocupado con limpiar el desastre de unos cachorros –hey honey! do you hear me?- regreso su mirada a la chica y se sonrojo nervioso por la situación, la mirada de los lobos se centraron completamente a él haciéndolo sentir aún más nervioso, sus ojos amarillos y curiosos analizando sus expresiones le causaron varios recuerdos que sinceramente lo hacían querer correr –creo que no te entiende lenay- miró al grandote entre ellos mirando a la chica con una sonrisa y luego a él extendiéndole la mano, tomó su libreta y lápiz para luego empezar a escribir varias cosas del menú para luego volver a entregárselo –sorry, my friend no entiende bien tu idioma- sus mejillas se tornaron de un suave rojiza y su cola comenzó a moverse de manera emocionada, se notaba que estaba mal acostumbrado a la mala actitud de algunos carnívoros que casi se pone cual niña pre-puberta con ver a un chico guapo –gracias papi- tras decir eso se mordió la lengua y salió corriendo para darle el pedido a la cocinera y empezara a hacer el platillo y así no tener que acercase nuevamente a aquella mesa.

Tras unos minutos casi saltando por llevarse la comida a la mesa de los lobos y terminar con su tortura por parte del chico de ojos amarillos, tomó los platos y los puso en la bandeja para comenzar a correr y servirle la comida a los lobos quienes parecían emocionados por su llegada nuevamente – disculpen la tardanza, aquí tienen su comida- dejó los platos sobre la mesa evitando los ojos de alguno de ellos –thanks!- se alejó de la mesa de éstos y se fue a su respectivo lugar junto a su amigo canino que parecía tener unas buenas ganas de tirarse a la calle y que lo atropellara una bicicleta una y otra vez, miró varias veces a la mesas de los caninos y luego a la de los felinos –vaya diferencia de situación...- por lo menos no se lo comían a él por ser ilegal. Una hora después los caninos terminaron y comenzaron a alejarse de la mesa poco a poco en lo que llegaba para limpiar pero su suerte era una hija de puta y se encontró al chico al que acabo llamando papi contando el dinero, dejó la bandeja sobre la mesa y comenzó a tomar varios patos para ponerlos sobre ellos pero los nervios atacan horriblemente sus nervios – thanks for the food- el chico se levantó de su asiento y dejó el dinero en la mesa pero sin antes acercarse a su oreja –espero vernos de nuevo bebé~- sintió como era mordido levemente en la oreja para luego ver este se alejaba mientras se despedía con la mano, regreso a la cocina y comenzó a lavar los platos mientras repetía la frase –coño e' su madre- de verdad eso merecía un ascenso por tanto manoseo.