Después de un indeterminado tiempo, Alise y Akira aún seguían hablando de cualquier cosa, ellos al parecer no sentían fatiga y debido a que al parecer no hay día o noche ellos no sabían cuanto tiempo pasó exactamente.
Depues de cansarse de hablar, simplemente descansaron recostados del árbol, a pesar de no sentir fatiga ellos aún así cerraron los ojos.
Después de un tiempo, Alise se sintió rara, era como si su cuerpo se sintiera muy pesado de repente y como resultado ella abrió lentamente los ojos mientras soltaba un quejido debido a la incomoda sensación.
Lo que encontró cuando lo hizo fue una habitación muy familiar, como no serlo, después de todo era su habitación.
Ella movió su vista a través de la habitación buscando a Akira o a Iris, pero cuando no encontró a nadie más que a ella sola en esa habitación llamó a cualquier maid que estuviera cerca.
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Después de esperar un rato largo, el padre de Alise, Fabián había entrado a la habitación de su hija sin tocar o dicir una sola palabra, detrás de él estaba Rian y Elena.
-padre... - después de ver quien era la persona que entraba en su habitación, Alise musito e inclino un poco la cabeza hacia abajo, negándose a ver a su padre a la cara.
-quiero que me cuentes todo lo que sepas de esa 'cosa' que invocaste- a Fabián parecía importarle poco las acciones de su hija y le pidió(según el) que le dijera todo lo que sabía de Akira.
Alise sólo repitió lo que le dijo a Elena, su conocimiento de Akira era muy limitado, tampoco quería decir lo del Status anormal de Akira, quien sabe que hará su padre con Akira si se entera de su Status, Alise lo último que quería era que su padre le quitara a Akira.
Ella le había tomado mucho cariño a Akira cuando estaban hablando en el mundo de los sueños, también estaba la extraña sensación de familiaridad que tenían ellos, ella no quería que su padre separara a Akira de ella, por eso oculto lo que sabía del Status de Akira.
Rian, quien estaba mirando fijamente a Alise, frunció el seño, el podía ver que Alise ocultaba algo, pero tristemente no es adivino, por lo tanto no sabía que intentaba ocultar, pero estaba seguro de una cosa, eso era que lo que sea que ocultaba tenía que ver con la 'cosa' que Alise contrato.
-... ¿Padre?, ¿Podrías decirme donde está Akira?- Alise al principio dudo un poco pero después se armo de valor y le preguntó a su padre el paradero de Akira.
Fabián miró a su hija con una mirada inexpresiva, su mirada causó que Alise se encogiera pero Fabián no apartó la mirada de Alise.
Después de un rato incómodo para Alise, Fabián volteo su mirada hacia Rian, este entendió lo que Fabián quería e inmediatamente salió de la habitación.
La habitación quedó en silencio una vez más, Alise no sabía que decir, Elena no quería intervenir y Fabián parecía no tener nada de que hablar.
El tiempo pasó lentamente en un silencio donde se podía escuchar sólo la respiración de los presentes, Alise había abierto la boca en un intento de sacar algún tema de conversación pero mal para ella, no pudo encontrar nada de que hablar, Alise y su padre no suelen hablar o mejor dicho, nunca han tenido una conversación que dure más de unos poco minutos.
Fabián casi nunca sale de su oficina a menos de que sea algo que requiera su atención, por lo tanto eran muy pocas las veces que Alise lo veía y por si fuera poco, las pocas veces que lo ve, él prácticamente la interroga de manera unilateral, ella nunca ha podido hablar como un padre e hija debería hacerlo, es debido a ese hecho que Alise no sabía que decir, ella no sabía de qué hablar con su padre, su madre era la única con la que pasaba tiempo madre e hija, ella era la única con la que podía conversar sin contener nada ni sentirse intimidada como lo es con su padre, es una pena que su madre esté en otra ciudad.
El silencio continuó hasta que Rian por fin volvió, el tenía en su mano derecha a un pequeño zorro que no dejaba de retorcer su cuerpo y gruñirle a Rian que lo sostenían por la pies suelta de su cuello.
-¡Sueltame, dije que me sueltes lata andante!- el pequeño zorro no dejaba de maldecir e insultar a Rian, claro solo Alise pudo entender lo que decía, los demás solo oyeron gruñidos y una que otra palabra que ellos no entendían.
-¿¡Rian!?, ¿¡qué crees que haces!?, ¡sueltalo, ahora!- cuando Alise vio a su presioso zorro siendo intimidado de esa manera, inmediatamente le ordenó a Rian que lo soltara, cosa que no hizo, Rian sólo miró a Fabián y este último solo asintió con la cabeza antes de que Rian soltara al pequeño zorro.
Una vez el pequeño zorro tocó el suelo, de inmediato salió disparado hacia Alise y se oculto detrás de su espalda mientras asomaba su cabeza desde la espalda de Alise y miraba con odio hacia Rian.
Este último parecía que lo importaba lo mismo que le importaría a un carnívoro los vegetales, el simplemente regresó a ponerse detrás de Fabián, este último solo miraba todo lo ocurrido con interés.
Alise también ignoro de manera monumental a todos en la habitación y simplemente tomó a Akira y lo posó en su regazo y le acarició la cabeza para calmarlo, después de un rato la erizada coma de Akira se suavizó dejando entender que Alise lo había calmado.
-interesante- Fabián musito mientras miraba tal ecena ocurriendo delante de sus ojos.
-al parecer es verdad que no es un zorro, ellos nunca se dejarian tocar de esa manera, ¿puede que sean como dijo Rian, una nueva especie que tienen una apariencia similar? O ¿quizás un experimento de algún alquimista para quitar la maldición de los zorros?- Fabián estaba perdido en sus ideas mientras varios escenarios con respecto al origen de la 'cosa' que estaba en el regazo de su hija, no se confundan, si bien Fabián parecía que estaba tranquilo con el hecho de que una criatura desconocida estaba en el regazo de su hija, Rian no había quitado la mano de la empuñadura de su espadon gótico y el mismo Fabián tenía una especie de papel enrollado de aspecto antiguo en sus manos.
Este papel era un pergamino mágico, contenía una magia especial que no sólo pretegia al lanzador de un ataque ya sea mágico o físico, si no que también protegía a un objetivo determinado por el lanzador, en caso de que el objetivo se encuentre herido el pergamino también puede curar dichas heridas, era un pergamino sumamente costoso, claro para una casa noble como lo es los Frosthair, el costo de ese pergamino era irrelevantes.
Volviendo al tema, después de que Fabián vio que la 'cosa' no tenía intenciones hostiles hacia Alise, decidió iniciar nuevamente a preguntarle a Alise sobre lo que sabe de la 'cosa', claro, ninguno bajó la guardia.