-Era una mañana tranquila y Colin un chico de 17 años iba calmadamente caminando por las calles de la ciudad escuchando su música favorita, cuando este tomó un desvío por un callejón sin personas circulando lo, enfrente de él como si desgarrasen un trozo de papel por todo el medio una brecha se abrió, extrañado de lo que era se quiso acercar para apreciarlo mejor, pero en lo que dio un paso una gran mano salió de la brecha para llevarlo al interior de esta.
-Cuando abrió sus ojos se encontraba atado de manos y pies junto a otros cuerpos en un lugar oscuro que solo era iluminado por antorchas con una enorme estatua de una serpiente rodeada de un líquido de endeble brillo turquesa en todo el centro de la sala, atónito de la situación Colin intento gritar por ayuda, pero ni una sola palabra salió de su boca, nada la cubría por lo cual no tenía sentido.
-Mientras forcejeaba un hombre con una bata negra con una capucha que cubría parte de su rostro se acercó a Colin, el cual dijo después de dar un pequeño suspiro...
_ De verdad hay que echarlos uno a uno? no podemos ponerlos todos dentro del agua en una sola sentada? _-dijo mientras miraba a Colin.
_ Si se pudiera ya hubiéramos acabado hace mucho, asi que solo traelo y ponlo dentro _-menciono alguien que se encontraba cerca de aquella estatua de la serpiente.
_ Bien _-dijo el sujeto que estaba parado en frente de Colin.
-En ese momento el sujeto empezó a decir frases en un lenguaje desconocido y en un resplandor todo para Colin se veía borroso, cuando se aclaró su vista se dio cuenta de que estaba flotando y al mirar a su alrededor pudo apreciar su cuerpo dormido en el suelo, estando sorprendido dijo...
_ Que demonios! que hace mi cuerpo allí?! _-gritó Colin mientras forcejeaba por que parecía estar aún atado, cuando miró más abajo pudo ver como aquel sujeto que recito aquellas palabras le llevaba como a un globo-_ Oye tu! qué crees que haces?!.
_ Silencio _-dijo el sujeto y Colin no pudo decir nada más.
_ Bien, con este son 30 ya faltan pocos, ahora recitare las palabras y tu introduciras el cuerpo en el agua, entendido? _-mencionó el otro sujeto que estaba en la estatua y que vestía igual que el otro.
_ Si, ya lo sé, venimos haciendo esto todo el día _-dijo el que llevaba a Colin en un tono burlón.
_ Tengo que asegurarme de que en el proceso nada salga mal o sino volaremos en pedazos _-dijo aquel hombre en un tono serio.
_ Si si, empieza ya.
-El hombre levantó sus brazos a lo alto y empezó a recitar frases en un lenguaje desconocido, Colin estaba aterrado y no sabía que iba a ocurrirle, cuando el sujeto empezó a acercarlo al agua, la puerta situada en el fondo del lugar se abrió estrepitosamente, momento en que entraron caballeros de armadura plateada y el que iba delantes de ellos dijo...
_ Deténganse allí! en el nombre del rey están detenidos por hacer uso de la magia necromantica y formar parte de una secta implicada en casos de asesinatos y adoraciones a dioses malignos! _-grito incesante el caballero.
_ Demonios! ahora él está recitando el conjuro, no puede parar _-dijo el sujeto que llevaba a Colin con el ceño fruncido.
-El sujeto soltó a Colin pero este aun no se podía mover, el hombre empezó a recitar frases que hicieron que esqueletos y cuerpos en plena descomposición se levantaran de sus lugares, estos atacaron a los caballeros mientras que el hombre lanzaba hechizos a lo lejos, pero uno de los caballeros se escabulló entre los reanimados y con su ballesta disparo al que estaba en la estatua recitando el conjuro.
-Cuando el birote impacto en la espalda del sujeto este cayó al suelo y en un intento fallido de intentar acabar el conjuro seso.
_ No! _-gritó el otro hombre que luchaba con los caballeros.
-Colin presenciaba todo esto desde una vista elevada, de repente el endeble brillo del agua se intensificó para que luego todo el lugar empezase a temblar y de un momento a otro una explosión destruyera todo el lugar. Colin al abrir sus ojos después de que aquel brillo le cegara se percató de que ya se podía mover, así que aprovecho de buscar su cuerpo, pero... No había rastro de su cuerpo, ni de los hombres de túnicas negras, ni de los caballeros, todo había sido arrasado por la explosión y el lugar estaba hecho un desastre, así que desconcertado cayó suavemente como un globo que se quedó sin helio al suelo en posición fetal pensando en cómo su vida de un abrir y cerrar de ojos se acababa de ir al desastre.
Continuará...