(¿Quieren capítulos más seguidos? Eso se resuelve fácil... Si leen esto, significa que siguen mi novela. Por favor, deja una crítica sobre mi novela en los comentarios. Por favor, eso me ayudaría mucho. Si lo hacen, subiré un maratón de 10 capítulos... Realmente necesito una crítica, se los suplico. Gracias.)
CAPÍTULO 180- La Mazmorra legendaria.
(Pov- Kei.)
Sinceramente… ¡Estoy sorprendido!
¡Una ciudad bajo el agua que no tiene agua!
¡Las Sirenas están flotando como si siguieran nadando! ¡Increíble!
… Pero… Solo veo mujeres.
—Ram… ¿No hay hombres?
—No, nuestra especie no necesita hombres.
—… ¿Y cómo se… reproducen?
—Cada 100 años, las Sirenas crean un huevo y lo expulsan por…
—N-no necesito más detalles… Cada 100 años, las Sirenas tienen hijos solas, ¿verdad?
—Sí.
Vaya, vaya… Debo admitir que eso es raro… Una especie sin hombres… ¿Esto fue obra de Fravi…? Lo dudo, no creo que tenga el poder para hacerlo.
Si lo tuviera, ella lo hubiera hecho con los humanos hace mucho tiempo.
Solo es una coincidencia.
—Mami, ¿por cuánto tiempo debo usar esto? Me siento incómoda.
—Shh.
… Esa pequeña niña está detrás de mí, pero está lejos.
Ram no la escuchó, pero yo sí, pues desde que llegué, he mejorado mi oído con magia.
Todas las Sirenas están usando ropa… Cuando conocí a Ram, ella no usaba ropa.
En una sociedad en donde no hay hombres, las Sirenas no deberían usar ropa… No… Ellas no usan ropa.
Es por eso que la niña se siente incómoda.
—¡Wow! ¡Este lugar es increíble! ¡Muéstrame más, por favor!
Las Sirenas están usando ropa porque sabían que yo vendría.
La Reina de las Sirenas me dio permiso demasiado rápido.
Ram estaba esperando mi regreso.
… Algo raro está pasando… Debo tener cuidado.
No siento maldad en ella, pero no puedo confiar en ella.
•
•
Mientras que Kei estaba con las Sirenas, Nem seguía pescando, pues lo que pescó con anterioridad no la llenó.
—Hmmmh.
Usaba una caña para pescar que Mio le hizo y esperaba con impaciencia que algún pez inocente mordiera el anzuelo.
De repente, el hilo se tensó y Nem se emocionó.
Comenzó a dar pequeños saltos de alegría y la saliva caía de su boca, pues se imaginaba el sabor del pescado.
—¡Hmmmh! ¡Hmmmh!
Se imaginaba en su mente cómo lo iba a cocinar.
—¡Hmmmh!
El "pescado" fue demasiado fuerte para el hilo y se rompió.
Nem se puso nerviosa y triste por eso, pero no se rindió.
Entró al agua para recuperar el pescado.
Lamentablemente, no era un pescado lo que estaba pescando, era un demonio.
El demonio, que tenía cola de Sirena y escamas por todo su cuerpo, aprovechó que Nem estaba en su territorio, el agua, en donde él era más fuerte.
Nadó rápidamente hacia ella y la mató con facilidad… O eso pensaba el demonio que pasaría.
Rayos verdes comenzaron a salir del cuerpo de Nem cuando se dio cuenta de que él representaba un peligro, y todo comenzó a moverse en cámara lenta.
Esquivó las garras del demonio y le mordió el cuello con tanta fuerza y brutalidad, que le arrancó una gran parte del cuello.
Puso sus pies sobre los hombros del demonio, tomó su cabeza con sus manos y empujó sus hombros con sus pies mientras jalaba la cabeza del demonio, decapitando al demonio.
Todo eso en menos de 3 segundos.
Desactivó su modo verde y pequeñas heridas comenzaron a salir de sus brazos.
Satisfecha con la victoria, tomó el cuerpo y la cabeza del demonio, y salió del agua.
Se alejó de los demás y se escondió detrás de una pequeña montaña de arena, para comerse todo el demonio ella sola. ¿Por qué? Porque ella pensaba que era un enorme pez raro y no quería compartirlo con nadie. Ella no se dio cuenta de que había derrotado a un demonio.
—¡Hmmmh!
Fue a buscar leña para su fogata, sin darse cuenta de que más demonios parecidos al demonio que mató, la estaban observando desde el agua.
—Los encontramos.- Dijo uno de los demonios.
—La señorita Akane estará orgullosa de nosotros si obtenemos la magia de velocidad.
—¿Akane, dices?
—Sabía que esto era demasiado sospechoso. Ah. ¿Mi cariño no puede tener un día de descanso?
Los demonios comenzaron a temblar de miedo al escuchar esas voces y levantaron las miradas.
Drin y Rose estaban flotando sobre ellos, mientras sonreían diabólicamente.
Fuego negro las rodeaba y tenían garras, listas para matarlos.
—Mio ya evacuó a los humanos.
—Podemos pelear sin contenernos.
Drin volvió a su forma como demonio.
—Se arrepentirán por intentar matar a Nem.
•
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Mientras que Drin y las demás estaban luchando, Kei estaba con Ram, observando la entrada de un santuario.
—¿Esto es lo que querías mostrarme? ¿Un santuario?
—No, es una Mazmorra… La Mazmorra legendaria. Solo las personas con un alma perfecta pueden entrar… Tú eres fuerte. Por favor, ¿podrías entrar y decirnos cómo es?
—… Supongo que por eso me trataron de esta forma y me permitieron estar aquí. Quieren que yo entre… Ram no miente.- Pensó Kei.
Kei dio un paso al frente.
—Está bien.
Kei se dirigió a la entrada de la Mazmorra y Ram cerró los ojos.
—Lo siento, Kei… Esto lo hago para proteger a las Sirenas.- Pensó Ram.
Kei estaba a punto de entrar, pero se detuvo antes de que alguna parte de su cuerpo entrara a la Mazmorra.
—No…
—¿Eh? ¿Qué pasa?
Kei pisó el suelo con fuerza y lo destruyó.
Tomó una parte del suelo con su mano y la lanzó hacia la puerta de la Mazmorra.
Al tocar la puerta, esa parte del suelo se desintegró y se esparció por el aire.
—¿Q-qué?
—Ah… Intentaste matarme. Si hubiera tocado la puerta, estaría muerto.
Kei activó su modo rojo.
—Intentaste matarme... Eso fue decepcionante... Esperaba que fueras una persona buena.
Volteó a verla, mientras ella no podía evitar temblar de miedo y llorar.
No le tenía miedo a Kei, le tenía miedo a otra persona.
—Fallé... No podré proteger a las Sirenas... Soy un fracaso como princesa. Ahora ella seguirá llevándose a las niñas pequeñas.- Pensó mientras sus lágrimas caían al suelo.
Kei se acercó a ella y Nirfei salió de su espalda.
—¿Espada?
—Espada.
Nirfei se transformó en una espada de fuego y Kei la tomó con su mano derecha.
Levantó su mano y Ram cerró los ojos, esperando la muerte, pues ella es débil, sabe que no es rival para Kei. Hasta Terniak podría derrotarla.
Pero Kei no tenía pensado matarla.
Con dos movimientos con la espada, lanzó ráfagas de fuego, que destruyeron por completo la "Mazmorra".
—Me di cuenta de que esta "Mazmorra" fue recién construida. Intentaron engañarme para que toque la puerta y matarme... "Solo las personas con un alma perfecta pueden entrar". Lo que dijiste era verdad, solo yo podía entrar, porque yo era el único que debía morir, ¿verdad?
Kei se paró frente a Ram.
—P-por favor, perdona la vida de las Sirenas. Pagaré con mi vida. Haré lo que sea.
—¿Lo que sea?
—S-sí.
Kei observó a las Sirenas a su alrededor, que estaban llorando y muertas de miedo.
Ya no tenían que fingir que no sabían nada.
Ellas lo estaban vigilando.
Como son una raza pacífica, no saben pelear, así que no intentan atacar a Kei, pues saben que es inútil.
—Están llorando... Tienen demasiado miedo... Ah, me veo malvado, ¿verdad?
Kei sonrió.
—Dijiste que harías lo que sea, ¿verdad? Entonces dame comida, con eso estaremos a mano.
—... ¿Comida? ¿No me matarás o torturarás?
—¿Crees que soy malvado?
Nirfei volvió a su forma normal y se sentó sobre la cabeza de Kei.
—¡Kei no es malvado...! Aunque a veces lo parece.
—No te mataré, Ram. No mataré a ninguna Sirena. Tus palabras y acciones son sinceras... La magia que tenía la Mazmorra, era magia demoníaca. Pude sentirla con solo acercarme un poco... Una magia demasiado poderosa... Ustedes no fueron las que hicieron esto, fue otra persona... Vamos a comer y me cuentas lo que pasa.
—... G-gracias... Muchas gracias.
—De nada... Supongo.