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Chapter 91 - CAPÍTULO 73- Intentar sonreír.

CAPÍTULO 73- Intentar sonreír.

—No… No me lo quites... Mei, yo guardé ese pedazo de pastel…

Kei estaba dormido en una cama... Y Terkiana estaba dormida a su lado.

Kei estaba hablando dormido.

—¡Dámelo!

Levantó la mano y tocó uno de los pechos de Terkiana.

—Es mi pastel. Yo me lo comeré.

Kei mordió el pecho de Terkiana y ella se despertó asustada. Nunca debes morder el pecho de una dama con tanta fuerza.

—¡¿Kei?!

Kei apretó un poco el pecho con su mano.

—¿Eh? Mi pastel es un poco duro...

—K-Kei… N-no podemos hacerlo. N-necesitas recuperar tu energía.

Kei abrió poco a poco los ojos.

—¿Eh?

Lo primero que vio, fue a Terkiana. Ella tenía el rostro rojo y pequeños gemidos salían de su boca.

—Buenos días, Terkiana… ¿Eh?

Se dio cuenta de que estaba tocando el pecho de Terkiana y se alejó rápidamente de ella.

—¡L-lo siento!

Puso su cabeza en el suelo.

—¡N-no era mi intención tocarte de una manera inapropiada! ¡Lo siento!

—N-no te preocupes, estabas soñando.

Eris entró a la habitación.

—¡Despertaste, Kei! ¡Pensé que ibas a dormir más, nya!

Kei se levantó del suelo y Eris lo abrazó.

—Hola, chicas... Ahora que desperté, debemos celebrar. Derrotamos a Gabrielku y las héroes derrotaron a la reina.

—Kei... Lo siento... La reina sigue viva.

—¿Eh?

—Ella sobrevivió de alguna manera... Y las héroes no te creyeron... No confían en ti... Y la noticia sobre el ataque del héroe Kei se difundió rápidamente… Las personas te odian y te tienen miedo.

—Vaya, vaya... Bueno, no importa. ¡Vamos a celebrar! ¡La reina sigue viva, pero Gabrielku está muerto!

—¿Eh? ¿No estás enojado?

—Ya sabía que eso iba a pasar. Las héroes trabajan para Fravi. Y las héroes son admiradas por los humanos. Mi misión es matar a Fravi. Que las héroes y los humanos me odien estaba previsto. No me afecta.

—¿Y si la reina revela tu identidad, nya?

—Tengo un plan para eso. Aparte, creo que no revelará mi identidad. Corre demasiados riesgos. ¿Por qué sabía mi identidad? ¿Cómo lo descubrió? ¿Por qué una entrada al infierno estaba cerca de su castillo? Si dice algo acerca de mí, se arriesgará demasiado… No lo hará, de eso estoy seguro... Por cierto, ¿por qué estoy aquí? Estaba dormido bajo un árbol.

—Drin te encontró y te trajo a esta posada.

—Oh, ya veo... Bueno, a festejar.

Luna estaba en su habitación, leyendo la carta que le dio Kei.

La carta decía lo siguiente: "Luna, si lees esto, significa que la reina de Turger intentó algo en mi contra. Por favor, debes creerme. La reina trabaja para los demonios. Me invitó a la fiesta, pero estoy seguro de que es una trampa. Yo no soy malo, no quiero matar a las héroes... Fravi es mi único objetivo. Un Dios me reencarnó y me dio la misión de derrotarla. Fravi está loca. Convirtió a los hombres en humanos inferiores solo porque Zius, el Dios que me dio la misión, terminó su relación con ella. Mi único objetivo es derrotarla. Y los demonios no son malos. Los humanos y demonios vivían en paz, hasta que Fravi lo arruinó todo. Creó a los héroes y les ordenó matar a los demonios porque creía que Desmolfer, la reina demonio, había seducido a Zius, su esposo. Los demonios son víctimas de Fravi. Luna, te considero una amiga, por eso te cuento esto. Fravi hará todo lo necesario para matarme... Confía en mí, por favor".

—Kei… Sabía que era demasiado raro que los hombres fueran tan débiles… Fravi... Debo hablar con él.

—¡Por nuestra victoria!

Kei y las chicas, excepto Mio y Nem, estaban en un gremio, comiendo y bebiendo.

Kei y Drin estaban usando sus formas como aventureros.

—Salimos vivos. Es un gran logro... Aunque casi muero… ¡Ahora entregaré los regalos!

Kei sacó del "Almacenamiento mágico" una bolsa con aretes y anillos con joyas brillantes.

—Creo que a las mujeres les gustan las joyas. Tomen. Nisei, como decidiste guardar mi secreto, puedes tomar algo también.

—N-no necesito tus estúpidos regalos.

—Está bien, no tomes nada.

—¡Idiota, debes insistir! Claro que tomaré algo.

Tomó varios anillos y los guardó.

—Me darán un buen dinero por estas cosas.

Drin puso su mano sobre el hombro de Nisei y ella comenzó a temblar de miedo.

—¿Venderás los regalos de Kei?- Dijo sonriendo.

Estaba sonriendo dulcemente, pero su aura era demasiado siniestra.

—No la asustes, Drin.

Kei sacó del "Almacenamiento mágico" dos figuras de madera. Las figuras de madera estaban muy bien hechas. Tenían la forma de Drin humana y la Drin demonio.

Las figuras estaban pintadas muy bien... Eran excelentes figuras.

Medían 15 centímetros.

—Ya tenía preparadas estas figuras. Eris me dijo que sentías envidia porque yo le regalé una figura de madera. Toma, Drin. Gracias a ti, logré sacarle información a Gabrielku y matarlo.

—¿P-puedo tomarlas?

—Claro, son tuyas.

Drin las tomó y sus ojos se pusieron llorosos.

—¡¿Eh?! ¿Te sientes bien? ¿Estás enferma? ¿Necesitas ir al doctor?

Nisei le dio un golpe en la cabeza a Kei.

—¡Idiota, no está llorando por eso!

—Lo siento... Me recordó a mi madre... Ella trabajaba vendiendo figuras de madera... La última vez que la vi, fue cuando Desmolfer me reclutó… No podía rechazarla... Ella murió hace mucho tiempo.

—… Los demonios tienen familia también… Y Fravi les arruinó la vida...

Kei le acarició la cabeza a Drin.

—Derrotaremos a Fravi y traeremos la paz a este mundo... Drin, no soy bueno con las palabras, pero… Nosotros somos tu familia. Siempre estaré a tu lado, no te dejaré… Y cuando regrese a mi mundo, te llevaré conmigo… Las llevaré a todas... Ustedes son mi familia.

—Cariño...

—Ganaremos… Te lo prometo.

Las chicas estaban ebrias. Kei no bebe alcohol, así que estaba bien.

—Ya no me queda magia. El campo de insonorización desapareció. No hablen de nada raro.- Dijo Kei.

—El héroe Kei es un maldito monstruo.

Escuchar esas palabras le dolió a Kei.

Detrás de él, un grupo de aventureras estaban bebiendo y hablando demasiado fuerte.

—Intentó matar a nuestra reina. ¿Las héroes realmente son poderosas? No pudieron matarlo.

—Mató a esos niños... Maldito monstruo.

Las compañeras de Kei estaban hablando entre ellas y Kei se levantó de la mesa.

—¿Cariño?

—Necesito tomar aire.

Kei salió del gremio y se alejó caminando.

—Las personas me odian... Mi familia se enterará algún día sobre mi verdadera identidad… Me considerarán un monstruo…

Lágrimas cayeron de sus ojos.

—Fingir que no me duele es difícil... Pero debo soportarlo… Debo hacerlo.

Se limpió las lágrimas.

—Algún día, toda mi familia me odiará... Me verán como un monstruo... No sé si pueda soportarlo... No lo sé.

Ser considerado un monstruo era doloroso para Kei... Aunque esto solo era el principio de su dolor.