CAPÍTULO 60- Un protagonista tímido y sádico.
"Quiero tener sexo con Kei ahora mismo." Fue lo que pensó Nerka, mientras observaba como Kei estaba torturando a un hombre... O mejor dicho, un demonio.
—Oh, vamos. Drin era más poderosa cuando la conocí. Ni siquiera estoy usando mi forma normal.
Estaban lejos de la capital. Nadie los estaba viendo.
—Los demonios han estado muy activos últimamente. Afortunadamente, solo han aparecido demonios débiles.- Dijo Terkiana.
—Vaya, vaya... Resistes muy bien. ¿Realmente no me darás la información que quiero?
—¡Prefiero morir! ¡Nunca seré un traidor como la hija de perra de Drin!
—Repite lo que dijiste. ¿Acabas de insultar a Drin?
—¡Esa hija de puta pronto morirá! ¡Espero que sufra una muerte lenta y dolorosa!
Kei sacó del "Almacenamiento mágico" su "Espada Dragón".
—Drin es mi compañera.
Le cortó el brazo izquierdo al demonio.
El demonio gritó de dolor.
—No permitiré que la insultes.
Le cortó el otro brazo y colocó la punta de su espada en la entrepierna del demonio.
—¿Q-qué? N-no lo hagas. ¡Mátame, por favor!
—Vaya, vaya.
El demonio estaba llorando y Kei sonrió.
—¿No quieres que te corte tu cosa? Estaba planeando quitarte los testículos y obligarte a comerlos.
—Oye, Kei, ya fue suficiente. Terniak se desmayó.- Dijo Terkiana.
—¿Eh?
Kei se dio cuenta de que Terniak se había desmayado y Nirkat la estaba cargando en sus brazos.
Nirkat estaba asqueada.
—Lo siento. Odio a las personas groseras... Nerka, mátalo, por favor.
—¡Sí! ¡Mataré a mi primer demonio!
Nerka comenzó a patear el rostro del demonio.
Saltó y aplastó la cabeza del demonio.
La cabeza explotó, salpicando sangre por todas partes.
—Necesito un baño.
Nerka abrazó a Kei.
—¡¿Puedo bañarme contigo?!
Kei se puso rojo al escuchar esas palabras.
—¡C-claro que no!
—Vamos. Drin y Eris siempre están contigo. Es mi turno ahora.
Terkiana le dio un pequeño golpe en la cabeza a su nieta.
—Nerka, deja que descanse. Kei acaba de despertar de un coma.
Nirkat se acercó a Kei.
—¿Kei? ¿No te llamabas Crisfa?
—Crisfa es mi nombre de aventurero... Supongo que es momento de revelar mi identidad. Terkiana, ¿nadie nos está viendo?
—Estamos lejos de la capital. Tampoco hay nadie cerca. Es seguro.
—Gracias.
Un vapor rodeó a Kei y volvió a su forma normal.
Su ropa se encogió un poco también.
—Me presento. Mi nombre es Kei Molfer. Mentalmente, tengo 30 años. Antes de ser invocado tenía 17 años. Sufrí una reencarnación y nací como hijo de Sei Molfer. Tengo actualmente 13 años. Mucho gusto en conocerlas.
—¡¿Eres hijo de Sei Molfer?! ¡¿A qué te refieres con reencarnación?!
—Es una larga historia… En la casa se las contaré. No quiero perder el tiempo. Vamos.
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Llegaron a la casa que usan como base.
Kei le contó su historia a las esclavas.
Ellas no lo creían al principio, pero cuando conocieron a Drin y a Mio, confirmaron que era verdad.
Estaban asustadas, en especial Terniak. Ella casi se desmaya otra vez cuando vio a Drin.
—Bueno, esa es la historia. Aquí no discriminamos a nadie. Tratarán a Drin, Mio y Nem como personas normales. En mi grupo también hay Elfas, pero ellas nunca las tratarán como inferiores. Aquí todos somos iguales... Bueno, debo retirarme. Tengo entrenamiento con mi abuela... Si sobrevivo al entrenamiento, vendré para la cena.
Kei estaba a punto de salir de la casa, pero Drin lo detuvo.
—Kei, quiero hablar contigo... En privado.
—Claro... Vamos, caminemos juntos.
Ambos salieron de la casa y comenzaron a caminar juntos.
—Es un lindo día, ¿no lo crees?
—¿Por qué le dijiste a Mio que te golpeara?
—Para que mi madre creyera que ese demonio me derrotó.
—Hay otro motivo, ¿no? Lo hiciste por otra razón también.
—… Es un día agradable. El aire huele bien.
—Kei, contéstame.
—En mi mundo hay mucha contaminación. En este mundo el aire es limpio.
—¡Kei!
Drin lo tomó de la mano y Kei se detuvo.
—Por favor… Quiero una respuesta.
—… Me dolía el corazón… Treka murió por mi culpa... Y ella me salvó… Me sentía demasiado culpable… No soportaba el dolor... La culpa... Quería ignorar ese dolor... Por eso le pedí a Mio que me golpeara... Prefiero el dolor físico que el emocional...
Kei no pudo soportar más y comenzó a llorar.
—No quiero sentir más este dolor... No quiero perder a nadie más… Mis abuelos murieron. Mis padres murieron. Dos de mis mejores amigos murieron. El estrés, el dolor, la ansiedad… No lo soportaba... En este mundo también perderé amigos... Y no quiero… Drin, te amo, no quiero perderte… Amo a todas... No quiero perderlas… ¡Perdón por ser tan inútil!
Drin lo abrazó con fuerza.
—Kei, lo siento... No sabía que te sentías así… Los demonios hemos vivido en la miseria y desesperación. Cuando nací, mi destino fue decidido. Me convertiría en una informante y viviría con los humanos para conseguir información. Entrené toda mi vida... Debido a la maldición de Fravi, nuestro desarrollo fue muy lento... La mayoría de los demonios terminan muertos. Esas héroes consiguen demasiado poder en poco tiempo. Los demonios debemos entrenar miles de años para conseguir al menos un poco de poder... Eso me parecía injusto… Pero debía aceptarlo... No había nada que pudiera hacer... Pero tú puedes darnos la paz que tanto hemos esperado... Una vida de paz y sin dolor... Kei, la vida es difícil, pero tú mismo lo has dicho, con esfuerzo podemos lograr lo que nos propongamos... No eres un inútil… Con tu liderazgo, los demonios y humanos viviremos en paz... Sé que podrás hacerlo…
Drin comenzó a cambiar de forma. Se transformó en una chica de 13 años.
—Estaré contigo siempre, cariño.
Drin comenzó a besar a Kei... "No eres un inútil". Esas fueron las palabras que Kei quería escuchar.
—Gracias, Drin... Muchas gracias… Debo irme... Gracias por todo… Te amo.
—Yo también te amo, cariño.- Dijo Drin sonriendo.
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"No eres un inútil".
Kei seguía escuchando las palabras de Drin en su mente.
"Te sientes un inútil, pero no lo eres. Kei, salvaste mi aldea. Me salvaste. Salvaste a Eris. Si Drin te hubiera atacado, ella estaría muerta en este momento, pero decidiste darle una nueva oportunidad de vida a tu lado".
Las palabras de Terkiana también lo tranquilizaron… Kei estaba pasando por un momento difícil… Treka murió y ella lo salvó… Se sentía demasiado culpable, pero otras personas confiaban en él, no debía decepcionarlas... Así que se prometió una cosa.
—Aunque sea un inútil, siempre intentaré lograr mis objetivos y nunca me rendiré. Lo prome…
Antes de terminar su frase, su abuela le dio un golpe en la cara y salió volando.
—¡No te distraigas, Kei!
Kei se levantó lentamente del suelo.
Su nariz estaba sangrando demasiado.
—¡P-perdón!
—¡Como castigo, harás 3,000 flexiones, 3,000 abdominales y tendrás una pelea conmigo después!
Kei se puso pálido al escuchar eso y tragó saliva.
—Mierda.
(Nota del autor: Twitter: @HectorAngelAlv2 Dejen comentarios. uwu)