CAPÍTULO 57- Subasta. Parte 3.
El Dios supremo cometió un grave error.
Un enorme error.
Si ves el futuro, es inevitable que no cambie. "¿Y si hago esto? ¿Cambiaré el futuro si hago esto?" El futuro cambia fácilmente. Te cuestionas si las acciones que haces afectarán el futuro. Por ejemplo, si conoces a un estudiante que se la pasa estudiando, es fácil decir que siempre tendrá excelentes calificaciones, pero eso dependerá de su esfuerzo. Si se confía, sus calificaciones no serán excelentes. "Siempre saco excelentes calificaciones, puedo estudiar menos esta vez." Es mejor solo pensar en el presente y no en el futuro.
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El Dios supremo estaba comiendo tranquilamente, pero una voz siniestra lo interrumpió.
—Hijo.
Todo se volvió negro y el Dios supremo suspiró.
—¿Qué pasa, padre?
—Solo te daré una advertencia. El futuro cambió.
—¡¿Qué?!
—No debiste verlo.
—¿Qué tan grave es?
—La muerte de Kei cambió... Todo el futuro cambió.
—¿Qué puedo hacer?
—No veas más el futuro. Puedo arreglar tu error, pero el futuro será diferente. Tal vez Kei sobreviva. Tal vez Kei muera antes. Eso dependerá de él y no de ti. No ayudes más. Las pistas sobre los objetos serán la única ayuda que recibirá.
Todo volvió a la normalidad y el Dios supremo se dio un golpe en el pecho.
—¡Soy un idiota!
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Kei bostezó y se rascó el brazo.
—¿Cuánto falta?
—Creo que ya comenzará.
En el coliseo había decenas de aventureras. Kei era el único hombre en el lugar... Bueno, él y el organizador eran los únicos hombres.
Algunas lo estaban observando demasiado, pero él no se dio cuenta de eso.
—¡Perdón por la espera! ¡Iniciaremos la subasta!
Un hombre, el organizador de la subasta, estaba en medio de la arena.
Estaba usando un micrófono mágico, que permite que su voz se escuche más fuerte.
—Por fin.
—¡Comenzaremos con los esclavos sexuales!
Kei cerró los ojos y puso su cabeza sobre el regazo de Terkiana.
—Maldita sea. Olvidé que las mujeres son muy pervertidas en este mundo. Me despiertas cuando termine esta parte.
Terkiana sonrió y le acarició la cabeza.
—Sí, está bien.
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Después de 40 minutos, la subasta de esclavos sexuales terminó.
—¡Ahora iniciaremos con las esclavas criminales! ¡Hoy tenemos algo especial! ¡Ellas pertenecen a una raza inferior, pero al menos sirven para cargar el equipaje! ¡Dos Elfas Oscuras! ¡Las Elfas Oscuras están casi extintas! ¡Pero, siendo sincero, a nadie nos importa que desaparezcan! ¡¿Me equivoco?!
Las personas comenzaron a reír y Kei sintió furia.
—Solo porque son consideradas inferiores... Mierda, este mundo es realmente raro.
Sobre la arena apareció una pantalla mágica. Se podía ver las fotografías de dos chicas.
—¡Terniak tiene 14 años y Nirkat tiene 15! ¡Sus crímenes consisten en robo solamente!
Kei las observó y sintió un buen presentimiento.
—Terniak parece una chica tímida, y Nirkat parece una chica agresiva... ¡Perfecto!
Terniak tenía una expresión de tristeza y Nirkat parecía furiosa.
Terniak tenía el cabello blanco y corto, y ojos azules.
Nirkat tenía el cabello blanco y largo, y ojos rojos.
—Apariencias clichés… Son perfectas.
—¡Tenemos 506 monedas de oro! ¡¿Alguien ofrece más?!
Kei se levantó y levantó la mano.
—¡Ofrezco 3,000 monedas de oro por ambas!
—¡C-Crisfa, las esclavas valen menos de 1,000 monedas! ¡Estás ofreciendo demasiado!- Dijo Terkiana.
—¡Vendidas!
Kei sonrió al escuchar eso.
—Lo siento, quería asegurarme de ganar.
Una chica se paró frente a él y lo tomó del brazo.
—Oye, chico lindo, ¿para quién trabajas? Trabaja para mí, te pagaré bien.
—No trabajo para nadie. Soy mi propio jefe y un aventurero de clase B.
La chica comenzó a reír.
—¡Qué gracioso eres!
La chica pisó el suelo con fuerza y lo destruyó un poco... Pero muy poco.
—¡No estoy de humor para tus bromas, inferior!
—Oh, ¿acaso tratas de amenazarme con eso?
Kei levantó el brazo y sonrió.
—Así se amenaza a alguien.
Kei comenzó a crear una esfera de fuego y comenzó a crecer rápidamente.
La chica comenzó a temblar y cayó al suelo.
—¡¿Q-qué?!
La esfera de fuego comenzó a cambiar de forma. Ahora tenía forma de mujer.
—Como puedes ver, puedo controlar a la perfección mi poder mágico.
La mujer de fuego tomó del cuerpo a la chica y la levantó del suelo.
—¡Déjame!
—También puedo controlar el fuego. No te estás quemando, ¿verdad?
La chica comenzó a gritar de dolor.
—Ahora sí.
El fuego desapareció y la chica cayó al suelo.
Kei se acercó a ella y acercó demasiado su rostro al suyo.
—Nunca juzgues a alguien por la apariencia, idiota.
Kei sonrió diabólicamente y le acarició la barbilla.
—Te puede costar la vida.
La chica se puso pálida y se orinó, ensuciando el suelo con sus fluidos.
Se desmayó y Kei se puso nervioso.
—¡M-mierda, me excedí! ¡Lo siento!
Kei, cuando se lo propone, puede actuar genial, pero se arrepiente después de hacerlo.
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Cris estaba caminando por un bosque, junto con Sline.
—Kei Molfer no logró derrotar a Sei Molfer, pero Sei Molfer no logró descubrirlo… La información que obtuvimos en ese pueblo fue muy valiosa, Cris.
—Ese Kei es un dolor en el trasero. Tuvo suerte de que esa sirvienta lo salvara.
—La aldea de los Enanos está un poco lejos... Llegaremos mañana si seguimos caminando... ¿No sería mejor volar?
—Ya te lo dije, no podemos volar. Debemos ocultar nuestro poder mágico... Los rumores dicen que aquí se encuentran algunos demonios. No debemos confiarnos… Cometí un error con Kei. No cometeré otro error.
—¿Y si el chico que está en la aldea de Enanos es un demonio y no es Kei?
—Entonces nos iremos inmediatamente.