CAPÍTULO 41- Aventurero de clase C.
Kei observó la enorme entrada del gremio… El gremio era muy diferente al gremio de la capital… Este gremio era enorme, parecía una mansión. Era muy elegante.
—Es enorme… En los animes, los gremios que se encuentran en la capital de un país, son los mejores gremios… Supongo que, en este mundo, eso es diferente… Este gremio es mucho mejor… Supongo que la mazmorra Destino tiene algo que ver.- Pensó.
—¿Es la primera vez que visita el gremio?- Dijo la mujer con armadura.
—Es la primera vez que visito la ciudad… Es… muy diferente a la capital… Es más lindo.
—En una hora termina mi turno. ¿Quieres que te muestre la ciudad?
Ella intenta coquetear con Kei.
—Es muy amable de su parte, pero debo rechazar esa oferta. Tengo asuntos pendientes.
—Ya veo. No hay problema.
Era muy obvio que ella intentaba coquetear con él… ¡Pero Kei es un idiota!
—Es una chica muy amable. No todas tratan así a los hombres.- Pensó Kei.
No se dio cuenta de que intentaban seducirlo.
Entraron al gremio y Kei observó todo a su alrededor. Era realmente enorme.
Había un restaurante y bar.
Aventureras charlando y divirtiéndose.
Apostando.
Era un lugar muy animado.
—Es agradable.
—Por favor, sígueme.
—Claro.
Kei siguió a la mujer y subieron al tercer piso del gremio.
—Es aquí.
Tocó la puerta de una oficina.
—Adelante.
La voz que se escuchó era dulce.
Abrió la puerta de la oficina del maestro del gremio y ambos entraron.
—Tú debes ser Crisfa. Es un placer conocerte.
Una hermosa chica lo recibió.
Era algo plana, tenía el cabello azul y corto, ojos rojos, y usaba un sombrero de bruja.
Usaba lentes y tenía orejas de conejo.
Tenía las características de una loli cliché, pero era alta. Parecía una chica de 15 años… Aunque las mujeres de este mundo envejecen lentamente. Ella realmente tenía 24 años.
Kei se sorprendió al verla.
Para él, ella era la mujer más hermosa que ha visto.
—Es hermosa.- Pensó.
No dijo nada, solo la estaba observando… Y así se quedó por varios segundos.
—¿Pasa algo?
—Lo siento, su belleza me sorprendió…
Kei se puso rojo y se tapó la boca.
—¡¿Por qué dije eso?!- Pensó nervioso.
—Vaya, vaya. Gracias.- Dijo sonriendo.
Kei bajó la mirada apenado.
—Puedes retirarte, Frisha.
—Gracias.
Frisha salió de la oficina.
—Vaya, vaya… Kei Molfer, eres muy maduro. ¿Realmente tienes 12?
—Supongo que le contaron sobre mí… Cuando eres hijo de Sei Molfer, debes ser maduro para sobrevivir. Si tuviera la mente de un niño, mi madre me odiaría.
—Le dije a tu madre que trate con cariño a sus hijos… Supongo que no me hizo caso.
—Entonces… ¿Quiere hablar de algo?
—Sí. Me contaron sobre tu situación. Siendo sincera, me alegró saber que renunciaste al gremio de la capital. No te apreciaron. Perdieron a un gran aventurero. Y nosotras ganamos un gran aventurero… Bueno, eso espero. ¿Te unirás a mi gremio?
—Claro… Pero espero que no me discriminen.
—No te preocupes, aquí tendrás la clase que mereces. Con tu historial, puedo darte la clase C.
—¡¿En serio?! ¡¿Tan rápido?!
—Solo tengo 2 condiciones. La primera: Debes participar en el torneo "Destino". Segunda condición: Debes llegar a la final.
—¿Eh? ¡¿Mi madre te dijo que me dieras esas opciones?!
—Jeje. La conoces perfectamente.
Kei sabía del torneo.
Él realmente no quería participar.
Es cliché… ¡Demasiado cliché!
No quería participar en situaciones clichés innecesarias.
—Mierda… Mi madre participará… Ella llegará a la final como siempre… Ella quiere pelear conmigo… ¡Estoy muerto!
—No creo que ella… No, sí mataría a su propio hijo… ¡Buena suerte, Kei…! La necesitarás.
—Sí… Supongo que no tengo otra opción… Acepto.
—Perfecto. Yo me encargaré del papeleo. Podrás recoger tu tarjeta mañana.
—Sí, gracias…
Kei salió de la oficina deprimido.
—Más clichés… Mi madre no tendrá piedad conmigo.
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Mundo 39.
Es un mundo mágico.
A diferencia de otros mundos mágicos, la magia no puede mejorarse fácilmente. Se necesita de mucho esfuerzo para poder utilizarla y mejorarla… O nacer con el talento para manejarla.
Las personas con talento mágico son tratadas como héroes… Y las personas sin talento, solo son personajes de fondo, sin importancia… Pero un personaje de fondo luchará para convertirse en el personaje principal.
—Me muero de hambre.
—¿Qué trajiste hoy?
—Mi padre me preparó un poco de arroz con carne.
Nuestro personaje de fondo, "Dreiko", o simplemente "Drei".
Era un chico con grandes sueños. Quería convertirse en un héroe… Pero no tenía el talento para serlo.
Tenía el cabello blanco y ojos rojos.
Estaba comiendo con su mejor amiga, Saria.
Era una chica linda, tenía pechos un poco grandes, cabello negro y largo, y ojos completamente negros.
Estaban comiendo en un salón de clases.
Ambos tenían 16 años.
—¿Quieres un poco de mi comida, Saria?
—Sí, gracias.
Usando su cuchara, Saria tomó un poco de la comida de Drei.
—Está deliciosa. ¿Quieres un poco del mío?
—¡Claro, gracias!
Drei tomó un poco de su comida.
—¡La comida casera de Saria es deliciosa!- Pensó emocionado.
Tragó lo que tenía en la boca.
—Oye, estaba…
Drei se dio cuenta de que Saria no dejaba de observar a un chico guapo… Estaba rodeado por chicas y chicos… Era un chico popular.
Ella estaba un poco sonrojada y Drei bajó la mirada.
—Realmente duele.- Pensó.
Él estaba enamorado de ella… Pero sabía que no era rival para Iskei.
Iskei era guapo y poseía talento para la magia… Y Drei era… normal… No era feo, pero tampoco era guapo… Y no tenía talento para la magia.
—Oye… ¿Por qué no le dices que te gusta? Ambos tienen talento para la magia. Tienen algo en común.
—¡¿Eh?! N-no me atrevo… M-me pongo demasiado nerviosa cuando estoy cerca de él. N-no quiero arruinarlo.
—Sí… Nerviosa…
Drei cerró los ojos y suspiró.
—Mierda, realmente duele.- Pensó.
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—¡Realmente te extrañamos, cariño!
—¡Serás nuestro todo el día, nya!
Kei, en su forma normal, estaba acostado en una cama, y Drin y Eris estaban acostadas al lado de él, abrazándolo.
—¿N-no podemos hacerlo más tarde?
—Perdona nuestro egoísmo, pero te queremos ya.
—Digo lo mismo, nya.
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Kei, en su forma adulta, estaba observando dormir a las chicas.
Estaban desnudas, sudorosas y satisfechas.
—¿Solo 20 minutos? Vaya…
Volvió a su forma normal y suspiró.
—Bueno, comeré algo.
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En una oficina, Gabrielku se reunió con Grifio.
Grifio estaba furioso, pero Gabrielku estaba tranquilo.
—¡¿No harás lo que te dije?!- Gritó Grifio.
—Tinia dice que no necesitamos más niños. No quiere arriesgarse más.
—¡No me importa lo que diga esa estúpida reina! ¡Harás lo que yo te diga!
—Lo siento, pero Desmolfer me dijo que obedeciera a Tinia, no me dijo que lo obedeciera a usted.
—¡¿Te atreves a desafiarme?!
El tono de voz de Gabrielku era educado y tranquilo. Y el tono de voz de Grifio era alto y molesto.
—Debo retirarme.
Gabrielku salió de la oficina y Grifio comenzó a morder su dedo pulgar.
—¡Maldito!
Lo mordió con demasiada fuerza.
Se arrancó su propio dedo y se lo tragó.
—¡Debo actuar rápido!