Bosque sombrío, las hermosas constelaciones que adornan el cielo, la deslumbrante luz de la luna, la fuerte y fría brisa, la noche perfecta.
Tomo el arco junto a la flecha y la disparo, la flecha sigue el rumbo con el viento a su favor, llega a su destino impactando la espalda de aquel cuerpo, poco a poco la sangre empieza a sentir la libertad, me acerco con una sonrisa satisfactoria y victoriosa, a mis pies, a mis pies se encuentra ese pequeño cuerpo.
Saco la navaja que se encontraba oculta en el fajón que rodea mi cintura.
empuño la navaja en mi mano y empiezo a clavarla innumerables veces en el pequeño cuerpo, escuchando a la vez el suave sonido de como se desgarra su piel.
- Mi querido niño, aunque huyas, corras y te escondas la muerte siempre te encontrará para hacer contigo lo que quiera.