Me desperté un poco tarde por lo que decidí ir a desayunar a la escuela. Mientras me dirigía hacia la cafetería me encontré con dos compañeros de mi clase ellos eran Marcus y John los chicos populares de la escuela no solo tenían fama por tener dinero sino también por mujeriegos.
Decidí no prestarles atención y seguir mi camino pero Marcus me tomó por sorpresa y apretando mi brazo me dijo.
-No has cambiado querida Kate, me soltó y se fue.
Me quedé atónita por el tono de voz como si tenía un resentimiento o simplemente enojo. Empezó un lío de pensamientos entre ellos eran: ¿En qué momento Marcus cambió?, ¿Se sintió solo todo ese tiempo y por eso se hizo así?.
Con un poco de tristeza y confusión llegué a la cafetería, traté de comer lo más rápido posible.
Cuando me levanté vi a James con el uniforme que le quedaba a la perfección, mi corazón volvió a palpitar como si estuviese a punto de colapsar.
Probablemente el era un príncipe decía en mi interior, su porte, sus labios, sus ojos como brillantes diamantes, su piel blanca como la nieve; todo esto me hacía perder la razón, hasta que mi única amiga Mary me pellizcó pude quitar mi rostro atónito.
El solo me vio y siguió su camino ignorándome por completo.
La campana sonó, nos dirigimos hacia la clase de tecnología por ser día B y James ya estaba ahí; el maestro nos ordenó tomar asiento y formó grupos para una tarea.
En mi grupo iba Sophie, Andrew, John y Lucas con los cuales nunca me he llevado bien.
El maestro dio las intrucciones y empezamos a hacer las tareas, como era de esperarse Sophie odiaba que estuviera en su mismo grupo así que planeó sacarme de el, me di cuenta de sus intenciones pero no le di importancia y seguir con mi trabajo.
Sophie al ver mi tranquilidad fingió haberse caído y que yo fui quien la empujó, llamó al profesor para decirle que había sido mi culpa porque no quería estar en el mismo grupo.
El maestro me miró con desprecio y me envió a la dirección.
El director me suspendió por tres días, llamando a mis padres para contarle lo sucedido y así enviarme a casa lo cual solo 20 minutos fueron suficientes para que el chófer fuera a recogerme.
En mi habitación estaba mirando por la ventana y de cierto modo controlar mi ira por todo lo que estaba pasando, decidí ir a la biblioteca que estaba cerca, leer me hace sentirme bien y pensar mejor las cosas.
Llegué y elegí mis libros, justo cuando di la vuelta vi a James leyendo en una esquina de la biblioteca; limpié mis lentes porque creí que la persona que había visto era otra pero no fue así, él con el rostro sombrío me vio fijamente por unos minutos y volvió la vista a su libro.
Había quedado como estatua por esa situación.
Salí corriendo hacia mi casa, luchaba por no creer e ignorar lo que había ocurrido empecé a leer hasta quedarme dormida, empecé a recordar algunas escenas mientras dormía en donde alguien me había ayudado hace 3 años en el accidente donde casi pierdo la vida pero justo cuando estoy a punto de ver su rostro el sueño desaparece.
Me levanté aturdida solo preguntándome, ¿Qué está pasando?