Oscuridad total, lo único que se escuchaba eran sonidos de vías de tren. La oscuridad total se aclara con luz de antorchas y ella mira una celda donde se encuentra una persona amarrada con cuerdas gruesas de una manera muy rara.
Ella se da cuenta que es su compañera, Astrid...
--¡Astrid! --grita ella, pero no se escucha su voz. Como si le hubieran quitado la habilidad de hablar.
Astrid de cabello color plata y una piel clara estaba amarrada y semidesnuda, pero ella no se movía, estaba desmayada.
En eso cuatro hombres entraron por la parte derecha de la celda y empezaron a despertar a Astrid y a romperle la ropa dejándola toda descubierta.
--¡Astrid! --gritaba ella pero no se escuchaba nada. No sonaba su voz en lo absoluto.
Los hombres empezaron a acariciar a Astrid y ella se bajaba sin oponer resistencia.
--¿Violeta?
Se escuchaba una voz por el aire. En ese momento los hombres empezaron a amontonarse entre Astrid.
--¡Vii oo lee taa! --se escuchó un grito.
Ella cerró los ojos y al abrirlos se encontraba en un lugar diferente, en un tren junto con su compañera Astrid.
Astrid la miraba de manera dudosa y se encogía de hombros, al mirar a sus alrededores se dio cuenta que era un sueño.
--Violeta, ¿Tuviste una pesadilla otra vez? --pregunto Astrid.
--Creo que si, perdón Astrid --respondio ella mientras sacaba la lengua de manera burlona y respiraba de una manera como de alivio.
Astrid llevaba nuestro un traje de cuero blanco y falda color plata, parecía una guerrera de Anime y con su cabello de color plata hacia resaltar mas su ropa.
Violeta traía un traje entre color azul y naranja que la hacían parecer como Policía sexy por lo pegado que estaba.
Ellas se dirigían a Alá ciudad de Newstream, una ciudad enorme de mucha tecnología y una economía alta, tenían una misión que hacer en ese lugar.
Unos chillidos del tren empezaron a escucharse y al dejar de sonar el tren se detuvo por completo.
Explosiones por la parte derecha se empezaron a escuchar haciendo que ellas se levantaran de su lugar y se dirigieran hacia esa dirección, a Astrid se le apareció una espada mágicamente sobre su mano izquierda y a Violeta un par de pistolas en cada mano.
Al llegar vieron unos humanoides de color morado oscuro con toques cafés y fuego en sus cuerpos como se comían a las personas que estaban en ese vagón de tren. Ellas no dudaron en lanzarse a salvar a las personas y empezaron a contraatacar a esos humanoides.
Violeta atacaba a distancia y Astrid atacaba de frente como si fuera soporte. Un humanoide se empezó a acercar por detrás de Astrid y violeta le disparó protegiendo a su compañera.
Astrid dio media vuelta para dar las gracias de una manera alegre y volvió a la batalla, pero miro en la ventana del tren como una persona de vestimenta negra con un ser pequeño de color celeste que estaba en su hombro miraban lo sucedido y luego se dieron la vuelta.
Ella no pudo mirar su rostro por que estaba tapada con una capucha.
Un humanoide salto sobre ella haciendo que Astrid lo cortara a la mitad exacta de su cuerpo.
Terminando con todo empezaron a llegar los paramédicos y la policía.
La gente que los rodeaba se dieron cuenta quienes eran ellas, Las heroínas Silver Girl y Violet Bullet.
La gente empezó a acercarse a ellas para pedir fotos y autógrafos y ellas felizmente aceptaron.
Las noticias en televisión, periódico y radio no tardaron en esparcidas por el mundo sobre Silver Girl Y Violet Bullet, las chicas que derrotaron monstruos de fuego en un tren.
Una par de horas después se descubrió la falla del tren y anunciaron que en una semana se reparará y avanzara a la ciudad de Newstream.
Ellas decidieron pasear por el pueblo donde se habían detenido, Tough Town.
Mientras caminaban descubrieron como el pueblo era de plebeyos y como las miraban a ellas como si fueran diosas, era de esperarse sobre dos de la realeza.
Astrid de la familia Harper y Violeta de la familia Leafton.
Al avanzar un poco más se les acerco una niña de falda marrón pidiendo ayuda desesperadamente las lágrimas no dejaban de parar sobre su rostro y su frágil cuerpo no dejaba de temblar.
--Oye, relajate y dinos que pasa --dijo violeta mientras se agachada y tomaba del hombro a la pequeña niña.
--Papá... hombres... morado... fuego... fuego... ¡fuego!
Ellas al escuchar las palabras morado y fuego reaccionaron al instante y se dieron cuenta que era lo mismo que atacó el tren. Ellas salieron disparadas al lugar don de la niña les había señalado y miraron como una cabaña estaba echa cenizas junto con unos hombres que se retorcían de dolor por el fuego incestuoso de color azul.
Ellas empezaron a atacar a los humanoides que se retorcian y que les lanzaban fuego, Astrid con un gran grito mientras empuñaba su espada con las dos manos aniquiló a cinco humanoides en un sólo corte y Violeta no dejaba de disparar a los humanoides que se acercaban a Astrid.
Batalla en equipo.
El fuego empezó a apagarse pero otro mas se empezó a acercar y Violeta le apunto directamente a su cabeza, pero se dio cuenta quien era esa humanoide, era la niña que les pidió ayuda hace un momento.
Ella ya no quería disparar al saber quien era esa pobre humanoide que la miraba fijamente.
Pero allá de su corazón estaba la de salvar a las personas y no tuvo otra opción, disparar.
En eso un sonido de corte sonó frente a ella, Astrid la había cortado en cuatro pedazos. Astrid fue que la mato.
Violeta cerró los ojos un momento y lágrimas empezaron a salir de ella.
--Que bien y a la vez que mal, ¿No cres? --se escuchaba a lo lejos.
--Nuestro experimento de los fire slaves fue un éxito rotundo pero ustedes dos lo destruyen -- también se escuchó a lo lejos.
Dos personas con túnicas moradas con negro se miraban a lo lejos con máscaras de animales, parecían ser de ciervo.
Uno de ellos alzó la mano apuntando al cielo y diciendo unas palabras que parecían no tener sentido.
--Este planeta ocupa purificación, los Deis-Ex Máquinas no nos detendrán, despertaremos al Cien Sendas y todos seré parte de el como uno --dijo a lo lejos.
Un humo rojo apareció y desapareció junto con ellos.
Ellas quedaron confundidas con lo que dijeron esos tipos pero eso no era problemas para ellas.
--Astrid quiero que vallas a Newstream, yo me quedaré aquí a ver que información encuentro aquí, podría pasar algo muy grave y no nos estamos dando cuenta -dijo ella mientras sus pistolas desaparecían mágicamente.
Astrid afirmó con la cabeza y se marchó enseguida.
Se separaron.