Chapter 8 - Capítulo 8

Una pequeña ráfaga de viento azota el cuerpo de la joven tumbada entre las sábanas. La gran ventana está abierta y por el rabillo del ojo, Piggy ve a Noelia arreglando el armario con ropa y sábanas nuevas. Parece que es tarde ya que el sol está en su punto más alto.

Despertándose poco a poco, se levanta de la cama, apenas recuerda la cena de anoche más que unas pocas imágenes. Se toca la garganta e intenta tragar. Es verdad, ahora lo recuerda, cenando con el señor y recuerda la imagen del ángel en la pared.

_No es cierto - Noelia se acerca para saludar y le pregunta con su mirada - Noelia, ¿qué me pasó anoche? - la muchacha gestiona como puede - Se me olvidaba que no hablas - se queda pensativa unos segundos hasta que Ofelia entra a la habitación.

_Ya estás despierta. Hoy desayunas sola, el señor se ha marchado.

_Ofelia, ¿Qué me pasó anoche? - la sirvienta se para y se acerca a la muchacha sentándose a su lado.

_Querida, ¿Cómo te sientes?

_No lo sé, anoche no sé si soñé o fue real, sólo recuerdo su voz fría y una sombra muy extraña - Ofelia no sabe por donde empezar.

_No fue un sueño hija. Pero te desmayaste y el señor te llevó a tu cuarto, después Noelia se encargó de ponerte el camisón.

_Pero... no puede ser - dice la chica con una risa nerviosa más nerviosa se pone al ver que Ofelia dice la verdad - No.

_Tranquila, él no te tocó ni hizo nada si eso te preocupa. Tu viste un desmayo por tantas novedades, la casa es grande, entiendo.

_Sólo recuerdo ese ángel con las plumas cayéndose.

_Lucifer - suelta la sirvienta, la chica se pone tensa al recordar esa escena.

Pequeños momento puede recordar al subir las escaleras y dejarla sobre la cama. A pesar de estar inconsciente "Yo soy el verdadero señor oscuro al que todos temen" recuerda la joven, aquellos ojos celestes llenos de pensamientos ocultos. Una inmensa tristeza la invade.

_Prisionera del Diablo, que mejor castigo que este.

_Así en la tierra como en el infierno querida. Todo es posible - dice Ofelia tranquila - Te acostumbrarás, todos somos como él aunque la gente lo evite.

_¿Por qué yo? Ya he tenido suficiente. Pero me lo merezco por bruja.

Ambas se quedan calladas, después de unos minutos, la muchacha baja con un vestido nuevo. Sola en esta casa grande. "Mejor sola que en malas compañías" Se dice la chica, aún sin saber si lo de anoche creerse o no.

Toda la mañana se la a pasado en el gran salón que hay al lado de la entrada, viendo cuadros y leyendo algún que otro libro más o menos. Paseando para ir a la cocina, de nuevo escucha la voz de la vieja ciega.

_No aceptas la verdad niña inmadura.

Piggy se detiene ante oírla, decide no hacerle caso y seguir su camino.

_Veo que no le temes a la oscuridad, ni a él sabiendo quien es - Piggy se detiene de nuevo pensando en qué quiere la vieja - Acércate y te diré lo que más deseas.

Piggy entra sigilosamente y se acerca a la ventana donde se encuentra la vieja sentada en frente de esta tejiendo.

_¿Qué quiere de mi?

_Sólo contarte la verdad.

_¿Qué verdad?

_La que más deseas oír. Ese arcángel que viste, es él, desterrado del cielo por ser más sabio que el gran Dios falso al que todos alaban. Le quitaron las alas y lo tiraron como basura. Años pasaron hasta que se levantó y surgió de las cenizas, el hombre temido, al que nadie lo desea. ¿Por qué crees que te ha comprado? Sólo has de morder de ella y tus deseos más profundos se harán realidad.

_¿A qué te refieres? ¿Eres una bruja?

_Más bien como un oráculo que predice. Y veo una mujer desesperada por escapar de su interior. No le temas Lilith, ni a mi tampoco, sólo disfruta del lugar que te corresponde niña insolente. Muchas han deseado estar en tu lugar. Pero ten cuidado, porque no eres la única que lo quiere.

"Hace mucho tiempo que nadie me llama por mi verdadero nombre" Se estremece al escuchar tales palabras, con una pesadez sobre su pecho decide tomar un poco de aire saliendo al jardín. Al salir, observa que todo ha cambiado, el laberinto sigue intacto, pero miles y miles de flores y una gran fuente de agua llena de pajaritos y animales salvajes la rodean de lado a lado. No puede evitar una pequeña sonrisa al ver el paisaje hermoso. Hay un ciervo de gran cornamenta bebiendo de la fuente y decide acercarse poco a poco para acariciarlo. A pesar de las nubes oscuras posando sobre la casa, el jardín lo ilumina todo. "Es tan bello" El ciervo se da cuenta de que Lilith se acerca más y más, el ciervo se le acerca sabiendo las intenciones de la chica.

_Quisiera ser tan bello como tu - dice Lilith, por unos segundo recordando las palabras de la ciega sin prestarles atención "Sólo un mordisco y tus deseos más profundos se harán realidad" - No sé a lo que se refiere. Ojalá ser como tú, sin habla y vivir libre. ¿Será que el Diablo sea real? No sé en que creer. Espero verte de nuevo.

Los pájaros y el ciervo huyen al escuchar al carro llegar a la casa. Los perros van tras este. Dos personas salen, se trata de una mujer y Lucifer. La mujer de lejos parece elegante y va del brazo del señor. No se dan cuenta de que a lo lejos está Lilith observando. Desapareciendo los dos, quedando sola en la fuente se mira en el reflejo del agua como espejo, se toca la nariz, e intenta sonreír. Una hoja cae al agua deshaciendo la imagen. Después de un rato vuelve a la casa. Se escuchan voces y risas, en el gran salón, sirvientes posando bandejas con comida y bebida. Lilith intenta pasar por encima yendo a las escaleras, pero una voz femenina la detiene.

_¡Hola! - la mujer no obtiene respuesta - No seas tímida, ven a tomarte algo con nosotros. ¡Ven!

Para no hacer el feo y tener problemas, se acerca tímidamente. Los dos sentados uno al lado de otro muy cerca con una copa en la mano riendo. La mujer es muy bella, sus ojos celestes hacen iluminar su tez oscura, elegante y poderosa. Su vestimenta hace relucir su cuerpo, enseñando pecho y pierna "Es hermosa" Piensa Lilith. Cuando las mujeres se cruzan, la invitada se queda en blanco observando de arriba abajo a Lilith.

_Soy Hécate - le muestra la mano para saludar, a Piggy ya le ha molestado la mirada que le ha hechado. En cambio, el señor las observa sin decir nada - Una... bueno, una persona muy querida en esta casa.

Piggy la saluda con la cabeza. Intenta marcharse pero la mujer de tez oscura la detiene.

_¿No te vas a presentar? - le pregunta en tono de mandanza. Moviéndose y poniendo caras de superioridad.

_Yo... - responde nerviosa intentando no mirar al señor, pensando si decir su nombre real - Yo soy Lilith... - la muchacha siente todas las miradas sobre ella.

_Bonito nombre para... alguien tan bonita como tú- dice Hécate aguantando la risa - Encantada Lilith, una amiga encantadora- le habla a Lucifer, quien no parece muy contento ante la actitud de su amiga.

En cambio Lilith se siente avergonzada y triste, por lo que se va corriendo de la sala.

Una vez en su cuarto grande, se sienta ante el tocador observando su reflejo en el gran espejo. Una pequeña lágrima se escapa de su rostro.

_Me parezco más a Piggy que a Lilith... - alejándose del tocador, se tumba en la cama.