. En la carretera que une a Motupe con Lambayeque se encuentra una imponente colina de la cual cada año se desprende una cierta cantidad de rocas. El hecho parece rutinario, pero cuentan los lugareños que detrás existe una leyenda misteriosa. Dicen que en dicho cerro vivía una pareja de ancianos y que un día, el mismísimo señor Jesucristo se les apareció y les pidió un poco de agua para saciar su sed. Estos se la negaron, por lo que Cristo decidió convertirlos en montaña. Desde entonces, dicen los pobladores, el cerro no solo deja caer piedras sino que se escucha el lamento de la vieja y el viejo que aún sufren el castigo del hijo de Dios