-es una compañera de clases ella se ofreció acompañarme- azumi solo asintió a lo que dijo
-bueno, ya no te detengo más te tengo buenas noticias ikki ya no hay problemas con tu corazón, pero a partir de ahora necesito que te cuides, no podrás hacer mucha actividad física y estarás tomando este medicamento para controlar el problema con los ataques y en dos semanas desaparecerán por completo-
ikki al escuchar esas palabras su cara se llenó de felicidad tanto que hasta abrazo a azumi con gentileza ella estaba confundida de por qué la estaba abrazando pero luego se dio cuenta que estaba llorando por lo que estaba pasando así que decidió devolverle el abrazo tan pronto como se lo dio ella también había soltado lagrimas se había dado cuenta que estaba compartiendo la felicidad del momento con él, la doctora los estaba mirando desde la silla azumi y ikki se mantuvieron abrazados por un tiempo cuando se dieron cuenta de lo que estaban haciendo rápidamente se separaron y voltearon la mirada para los lados, tenían las caras sonrojadas los dos no podían verse a la cara ikki se puso una mano sobre la cara para que no se viera que estaba sonrojado por eso la doctora se empezó a burlar de ellos riéndose ya se estaba haciendo tarde así que ella los acompaño hacia la salida, ya fuera del hospital ikki acompaño azumi hasta su casa
-sabes que no tienes por qué acompañarme hasta mi casa-parecía nerviosa
-hoy hiciste mucho por mi hoy así que es lo menos que puedo hacer-
-pero…nada más te acompañe no creo que hiciera mucho-
-me diste apoyo emocional-a darse cuenta de lo que dijo y que recordaran lo que sucedió antes se sonrojaron ambos a la vez, pero al instante rieron ambos al mirarse después de sonrojarse al poco tiempo se habían dado cuenta de que habían llegado frente a la casa de azumi
-bueno supongo que hasta aquí llegamos-
-si supongo que si-azumi parecía un poco triste ya que después de lo que paso hoy realmente en el camino ella se divertido unto a ikki
-bueno aquí te dejo creo que mi hermana estará preocupada así que supongo que nos veremos en la escuela-ikki también parecía triste pues ya que él también se había divertido en el corto tiempo que pasaron juntos
-sí, nos vemos – estaba por entrar a su casa y ikki por irse cuando azumi le llamo de nuevo-ikki…si te parece bien me gustaría intercambiar números eh ir a divertirnos otra vez-tenía determinación en lo que dijo así que ikki con una sonrisa amable en el rostro se acercó en el rostro
-claro-azumi y ikki sacaron sus teléfonos al mismo tiempo eh intercambiaron información ahora si se les veía una sonrisa en el rostro a los dos, después de eso cada quien seguía su rumbo mientras ikki se iba azumi entro en la casa, cuando llego a su cuarto miro hacia una pequeña foto en la que se mostraba a ella junto con un niño de pequeños tomándose de las manos con dos llaves en las manos una plateada y otra dorada con adornos de lirio al ver la foto y recordar lo que había dicho ikki en la enfermería de la escuela lagrimas empezaron a caer de su rostro no podía dejar pensar en lo que había dicho hace 10 años atrás aquella promesa junto aquel niño por fin lo había encontrado después de mucho tiempo al fin podrían abrir el cofre con el que guardaron aquella, su mama había entrado en la habitación para decirle que la cena estaba lista pero ella se preocupó al verla llorar y tirada en el suelo
-hija te encuentras bien, que te paso, que tienes-
-si te acordaste-haciendo caso omiso a lo que había dicho su madre no paraba de llorar
ikki había llegado ya su casa eran casi las 9 porque se había detenido para comprarle un poco de pudin en forma de disculpa hacia su hermana por haber llegado tarde, pero al abrir el refrigerador para colocarlo una luz de la cocina se prendió esto sorprendió a ikki ya que supuso que aiko ya se había dormido por eso le pregunto qué hacía ahí
-aiko no se supone que estés dormida ya-
-ikki necesitamos hablar-parecía tener la cara un tanto molesta, pero a la vez preocupada
-hablar, que es lo que necesitas aiko-le dijo amablemente, pero veía curiosidad en los ojos de ella no sabía lo que le iba a preguntar, pero debía ser serio dad a la hora si no ella se hubiera esperado hasta la mañana para preguntárselo