Medio mes paso rápido mientras el grupo solo hacia los ejercicios básicos como correr y sacudir la espada.
Gray se había vuelto mucho más delgado y su mirada era como la de un hombre condenado al infierno por una semana no tuvo más que las comidas suficientes para la supervivencia y los demás tenían extremadamente prohibido alimentarlo, por suerte para él Atlas y los demás siempre lograban escabullirse y darle algo de comida, aún así luego de una semana el cuerpo de Gray cayo en la desesperación de un animal, en su estado de inanición su cuerpo dio el 200% de su capacidad por solo la promesa de comida decente y logro salvarse del último lugar.
Esa noche la carne supo a un manjar divino en el paladar de este hombre desde entonces el último puesto estuvo variando mucho un día era una persona al otro día otra.
Por el otro lado el primer y segundo lugar nunca variaron siempre pertenecieron a Atlas y a Vasco.
El premio del primer lugar fue tener dos raciones de comida lo cual no fue muy útil para Atlas porque todos los días ingería una píldora alimenticia por lo que más comida no era requerida, debido a esto esta reacción se repartía en su grupo.
"¿Atlas como eres tan veloz?" pregunto un joven rubio y apuesto.
"Solo hago mis ejercicios" dijo Atlas con una sonrisa, el chico rubio era un nuevo integrante de su grupo y su nombre era Mitch quien usualmente era el 3 puesto en la carrera después de Vasco.
"¡ya saben que deben hacer!" grito el subteniente Larry y todos prepararon sus posturas para empezar a correr.
"¡ya!" apenas el hombre grito los 53 hombres empezaron a correr como si no hubiera un mañana.
Como todos esperaban Atlas, Vasco y Mitch ocuparon los tres primeros lugares con relativa facilidad y al finalizar la carrera los tres hablaban normalmente mientras los demás jadeaban en el suelo pesadamente.
"Trío de monstruos" se quejó Gray mientras jadeaba en el piso.
Cuando el desafortunado último lugar completo la carrera todos se giraron a mirar al subteniente Larry.
"¡Durante este tiempo hemos estado trabajando su estado físico pero ahora solo queda medio mes y deben trabajar en sus habilidades de combate!" El subteniente movió su mano y varios soldados empezaron a caminar entre los soldados repartiendo espadas de madera "¡estas espadas no son iguales que las de hierro pero por lo menos evitaremos que mueran antes de llegar al frente, la espada tiene tres movimientos básicos que son lo único que les enseñaré: apuñalar, cortar y cubrir, esto les enseñaré si aprenden más o menos es cosa suya!"
Una vez todo tuvieron sus espadas el subteniente empezó a explicar sencillamente los tres movimientos uno a uno y duraron entrenando esto dos días.
"Demasiado débil" pensó Atlas con una sonrisa critica, para un joven que practicaba el Ninjutsu contemporáneo estos movimientos eran solo juegos ni siquiera aptos para un principiante, Atlas había estado practicando con su espada todas la noche mientras los otros dormían, avanzo cómodamente hasta el 50% del dominio pero ahí se encontró con un muro que aún no podía superar, aun así lo que Atlas sabía era cien veces o más veces mejor que lo que los demás sabían.
Otra semana paso mientras los demás aprendían y perfeccionaban los tres movimientos básicos pero un día fue diferente.
"¡todos ustedes alcanzaron un muro con los tres movimientos aprendidos y yo les daré la manera de superarlo… combate!" dijo el subteniente con una sonrisa.
"¿combate?" "¿a qué se refiere?" "¿iremos al frente ya?" se empezaron a preguntar unos a otros los reclutan espadachines.
"¡Silencio!"
Todos los reclutas guardaron silencio de nuevo.
"¡Algunos dirán que no pero yo Larry subteniente de la tropa Benefit soy partidario de la sana competencia, así que haremos un torneo de espadas, los tres primeros lugares tendrán una grata recompensa más allá de la comida!" dijo con una sonrisa el subteniente "¡las reglas serán sencillas duelos de uno contra uno con las espadas de madera, gana quien deje inconsciente a su contrincante, deje desarmado a su contrincante, logre poner su espada sobre un punto vital de su contrincante, los puntos vitales son cabeza y corazón nada más, obviamente si haces que tú contrincantes se rinda también es tu victoria, habrá 5 árbitros imparciales obedézcanlos!" aviso y 5 soldados se pararon frente a cada fila de entrenamiento "!se dividirán conforme a las filas en las que están ahora¡"
Atlas sintió algo de emoción y miro atrás en su fila "no parece haber nadie que me supere" pensó calmadamente, Vasco se estaba a su lado en la siguiente fila por lo que se sintió más tranquilo.
"¡ustedes, síganme!" hablo el árbitro de su fila quien los hizo moverse unos metros para separarse de los demás "Bien iniciemos rápido" dijo el árbitro "tu contra él" dijo señalando a dos jóvenes "al centro, ya"
Los dos asintieron con algo de nervios y caminaron al centro del lugar mientras apuntaban sus espadas entre sí.
Atlas los observo y no pudo evitar negar con la cabeza "que pésima postura" susurro.
"Empiecen" dijo el árbitro y los dos jóvenes chocaron sus espadas, no fue muy interesante este duelo fue como cuando dos niños chocan los palos de madera al jugar y solo después de 10 minutos uno de los dos logro poner su espada frente al rostro de su contrincante.
"Tú ganas" dijo el árbitro "ahora tú y tú" otros dos jóvenes pasaron y fue casi lo mismo, luego de ellos otra pareja paso, "tú y él" dijo el árbitro señalando a Atlas y a un joven de pelo castaño.
Atlas camino con seguridad y su contrincante hizo lo mismo.
"Veamos que tan rápido eres ahora" dijo su contrincante con una sonrisa nerviosa, todo el grupo de espadachines estaba algo resentido con Atlas acaparando el primer lugar siempre pero nadie pudo hacer nada contra él pero ahora era diferente.
Atlas no dijo nada solo espero el aviso del árbitro para empezar, Atlas se acercó rápidamente y lanzo un corte en diagonal frente al castaño pero este rápidamente uso su espada para cubrir dejando la punta de la espada de Atlas a una distancia prudente de su rostro, o eso creía pero Atlas rápidamente cambio su juego de pies y apuñaló hacia su rostro.
"Ugh" gimió el castaño con miedo al ver como la espada de madera se acercaba a su rostro a toda velocidad, quiso hacer algo pero su propia espada estaba restringida por la de Atlas lo que lo dejo con las manos atadas "hiii" gimió tristemente pero para su suerte la espada de Atlas se detuvo justo a un centímetro de su rostro.
"Tu g-ganas" dijo el árbitro sorprendido por los movimientos fluidos de Atlas, no es porque nunca hubiera visto movimientos como esos sino porque no eran los movimientos que esperaba ver de un reclutan que nunca había estado en el campo de batalla y que lo más seguro era que hubiera pasado su vida en el campo.
Atlas camino hacia los bordes tranquilamente sin decir ni una palabra, pudo ver de reojo el duelo de Vasco quien de un solo movimientos hizo que su contrincante soltara su espada ganando automáticamente.
Las filas tenían diez integrantes y luego de la primera tanda de duelos quedarían 5 por lo que uno debía descansar has la siguiente tanda porque solo pasarían 2 integrantes por fila.
"Tú descansas" le dijo el árbitro luego de mirarlo un par de veces, los demás participantes miraron molestos a Atlas.
"¿Por qué lo dejas pasar directo?" pregunto uno.
"Estás cuestionando las palabras del árbitro, ¿quieres ser castigado?" le dijo el árbitro con frialdad ahogando las ganas de alegar de los demás.
Atlas acepto y se relajó hasta que solo quedan él y otros dos, luego él se enfrentó a otro joven, este joven tenía un cuerpo pulido y había ganado con relativa facilidad los demás duelos.
Atlas se parió frente a él y se miraron el uno al otro sin decir ni una palabra.
"Se le acabó la suerte" "acábalo" gritaban las personas de los alrededores.
"¿qué hice para merecer este desprecio?" se preguntó Atlas en su interior.
"Empiecen" dijo el árbitro expectante.
El joven corrió a toda velocidad contra Atlas quien aún estaba haciéndose preguntas en su mente.
"¿ofendí a alguien?" se preguntaba el joven ajeno a la espada de madera que se acercaba.
"¿por qué no se mueve?" "está aterrado" "se congeló" decían las personas de los alrededores.
Pero de un momento a otro Atlas giro su cuerpo a la derecha dejando pasar la espada enemiga, sin perder tiempo golpeo la rodilla de su contrincante con su pie haciéndolo caer de rodillas y luego apunto a su cabeza.
Todos alrededor guardaron silencio, nadie creía lo que habían visto, tales movimientos estaban fuera de su liga.
"Tú ganas" dijo el árbitro después de un tiempo de contemplación.