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Chapter 5 - 5. La montaña es mi hogar

Después de llorar lo que parecía una eternidad, la pequeña Melania despertó con el amanecer. Sus ojos hinchados y cabellos desordenados le daban un aspecto desordenado y lastimoso. Un poco del brillo de sus ojos se había atenuado, deprimida por el futuro que le esperaba.

Luego de levantarse torpemente miro a su alrededor y notó la gran montaña que se mostraba delante de ella. Sabía que tenía que encontrar algún lugar seguro para pasar las otras noches. Si seguía durmiendo a la interperie contraería alguna enfermedad. Sacudió un poco sus ropas y avanzó sin rumbo.

Hasta escuchar el cuerno. Detuvo si paso y reaccionó ante el sonido característico. Melancólica. Sabía que su significado había cambiado, y solo era la alarma para correr hasta la sesión de entrenamiento. Tenía miedo y expectativas, muy exageradas y fantasiosas. Ideas, que coincidían con el verdadero infierno que pasaría.

Corriendo hasta el cansancio, llegó al lugar donde provenía el sonido del cuerno. Vió a lo lejos una bandera blanca y a su lado un hombre desconocido. Tenía ropas negras desde la punta de sus pies hasta la vendas que tapaban su rostro. Dejando ver solo sus ojos. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y sus pasos que cada vez se hacían más pesados , resonaban en el pasto.

Cansada por correr varios metros. A los pies del hombre. Giró su mirada a la caja de madera que contenía armas y algunos otros objetos raros. Con fines de entrenamiento o castigos tortuosos.

— Me llamarás Oden, y me encargaré de tus habilidades físicas en su totalidad. No esperes que repita más de tres veces una explicación. Cuando falles en lo más mínimo, serás castigada.

Fueron las únicas palabras suaves que dijo en el resto de la sesión, las siguientes fueron con tonos irritados y gritos enfurecidos por la incompetencia de ella. Se habían olvidado que acababa de cumplir 4 años. Y que su cuerpo aún estaba aprendiendo a controlarse, siendo sus movimientos  torpes por lo cortos que eran.

Empezaron con lo más básico; fortalecer los músculos y estiramiento. El calentamiento era infernal, los estiramientos forzados dejaban desgarres en todos los ligamentos y articulaciones. Que se hincharon hasta hacerse bolas por la sangre acumulada. El sudor le ardía y el oxígeno no fluía bien en sus pulmones.

Oden veía con arrogancia a la niña, por sus pensamientos prejuicios provocados por las palabras de la 'monarca blanca'. Lo único que susurraba en su mente era la sangre de plata que corría en la venas de la niña. Le causaba un enojo indescriptible porque creía que era injusto y pecaminoso; dejarle en manos de la basura aristócrata el levantamiento del imperio. Con resignación, había aceptado al final, ya que la hermosa mujer que los lideraba sería un símbolo para la nueva era. Y crearía para todos sus aliados, el camino al poder de la venganza.

Tras su pasado, había sido embaucado de sus riquezas y su familia lo abandonó. Dejándolo solo y sufriendo solo, sin el apoyo emocional que tanto necesitaba. Al parecer, todos y cada uno de los integrantes del nuevo clan,y participantes de la organización. Habían sufrido muchas desgracias parecidas o peores. Algunas causadas por sus actitudes autodestructivas y otras por un agente externo; por alguna trampa dejada por un cobrador o prestamista. Socio o familiar por ejemplo.

Desempeñando el principal movimiento anti imperialista de la sangre de Cassius III ,sus descendientes y partidarios políticos.

Por eso, cercana a ellos. Sus frustraciones serían dirigidas a Melania. Que a tan solo unos pocos kilómetros, estaba la madre de la organización. Considerada. Adorada. La situación actual de Melania estaba guiada desde la comodidad de la crueldad e indiferencia de una mujer avariciosa. Observando cada movimiento de su hija desde una bola mágica.

Los gritos de Melania por los azotes, golpes o por sus heridas eran ahogadas por los gritos de reprimenda de Oden.

—¡Eres una inútil, te dije que no era así! ¡Completa las 200 repeticiones sin pasar de los 3 descansos joder!

Más latigazos. No tan fuertes para hacerla sangrar, pero si lo suficiente para dejarle irritada la piel o pelarla.

—No...n...as.

No sé entendía por los resoplidos y gemidos, Melania estaba muy cansada para seguir pero sabía que no pararía de gritarle o castigarla si no cumplía.

El plan de entrenamiento llevaba activo solo una semana, y no mejorana aún. Su cuerpo estaba muy estresado para curarse y generar más fibras musculares. El tiempo de descanso que necesitaba jamás sería dado, y la desesperación cruzaba por su mente siempre.

Que termine.

Que termine.

Que termine.

Repetía una y otra vez en su cabeza, distrayendola de la cuenta de las repeticiones.

Al terminar la sesión con Oden, solo descansaba diez minutos antes de que suene otro cuerno. Para dirigirse al oeste de la montaña. Su pecho subía y bajaba errático. Con el cielo brillante cegandola. Cada célula de su cuerpo ya estaba agotado.

Todas sus extremidades dolían tanto que solo en pequeños milisegundos, dejaba de sentir todo el dolor que tenía. Pero inmediatamente volvían , que la hacían desear morir. Y maldecir por el alivio casi imaginario.

Al contrario de lo que planeaba su madre, el sentimiento de amor hacia ella creaba cada día más decepción. Al mismo tiempo, extrañamente un anhelo de falsas expectativas le hacía enfurecer. Su cuerpo y mente estaban siendo afectados ,de tal manera que no se sincronizaban. Melania presentía que fuera de sus deseos, todo de ella estaba a merced de la maldad y se hacía más fácil manipularla mientras se tenga el deseo de lastimarla.

'Es una locura, pero parece ser el caso. No hay otra razón, y pecho se presiona ante la idea. Debe ser algo parecido ¿Tal vez? Y simplemente es eso'

Su madre, a pesar de haberla dejado tirada en una montaña para sufrir hasta no se sabe cuándo. No quería decir que sería en su totalidad un abandono, la vería de vez en cuando. O al final de cumplir su entrenamiento.

'¡Maldita sea deja de pensar así! ¡Es obvio que te abandonó!'

Es lo que quería creer.

'No.'

La posibilidad de que una personalidad múltiple ,se creada entre tantas vidas. Se cuelan , entre sí en la nueva vida. El recordar estaba funcionando para mal ésta vez. El beneficio del saber de tantas experiencias que no parecían de ella, vivencias tan claras y nítidas. Desconectaban el ahora del pasado. Una y otra ,las voces rencorosas se empezaban a sentir dentro de Melania.

Estaba siendo utilizada, pero no lo creyó hasta unos meses después. Cuando su madre nunca se presentó como prometió.

Sus otros maestros, los odiaba más que a Oden. Sus tareas eran desgraciadas e inhumanas. Y eran las sesiones que más la agotaba para el resto de la noche. Todos usaban la misma ropa, y nunca dejaban alguna pista para descubrir algún rasgo de su personalidad fuera de sus trabajos. Eran como máquinas, no mostraban emociones ante ella. Y por más que suplicaban, no cedían. Hasta que luego de dos meses, se cansó y se rindió a razonar con ellos. Más que algunos gemidos suprimidos en su garganta, sus gritos o palabras adicionales fueron disminuyendo hasta no pronunciarse más.

Estaban un poco sorprendidos, e internamente admitieron que tenía rapidez en adaptación. Así que decidieron que para el segundo año, serían más extremos en las técnicas. Solo por un deseo repugnante de ver cuánto resistiría hasta morir.

Las localizaciones de las áreas de entrenamiento cambiaban cada cierto tiempo. Dificultando su sentido de dirección, aveces olvidando donde quedaba el sur o el norte. Que unas cuantas veces ,se perdía y llegaba tarde. Que terminaba en colgarla de cabeza a un árbol, por una hora. Pasando la mayoría del tiempo inconsciente. Después de veinte minutos , se desmayaba.

La dejaban solo un par de minutos en ese estado y la volvían a despertar. Gradualmente crecía el tiempo que permanecía colgada y su resistencia.

Pero ésto solo sucedería después del segundo año.

El primer año fue el peor, debido a la falta de consideración por su estado de salud aún en pleno desarrollo y las nuevas cosas aprendidas. Con Oden; culminó con éxito el plan de entrenamiento en un cien por ciento de efectividad. Sin embargo el resto, no cumplían con las expectativas. Aún presentaban problemas, y de vez en cuando se sobrepasaban hasta dejarla casi muerta. Retrasando el seguimiento, ya que tomaba días la recuperación de Melania.

En el octavo mes, en el fallo número 20. El estrangulamiento, para practicar técnicas de liberación y resistencia a la falta de oxígeno. Dejó en coma por dos semanas a Melania, y el causante del incidente paso todo ese tiempo supervisando su recuperación.

—Lamento de verdad que pases por esto....

Murmuró  Mik-he casi inaudible ,rondaba un poco de lastima en su corazón. Después de pasar un tiempo con la niña tan desgraciada. Fue conmovido un poco en su corazón. Aún sabiendo que perjudica su determinación ,se permitió sintirse de esa forma. Al menos, esperando algún tipo de perdón. Y aliviar su conciencia.

—...aunque no quieras seguirás pasando por ésto, y espero que cuando despiertes regreses más fuerte. Aunque es cruel dejarte todas nuestras frustraciones y deseos contra el imperio, siendo una bebé. Es tu destino. Naciste para nosotros.

El fuego crepitaba ,durante la fría noche. Y donde el hombre con ojos perdidos miraba el suelo, rememorando su pasado.

Y cuando Melania despertó, le otorgaron 24 horas de descanso para confirmar si habían anomalías o no consecuentes al episodio de coma. Sus signos vitales eran normales y su cerebro no había sido dañado. Lo que ellos no sabían, era que ella siendo de otra raza diferente a los humanos. Se recuperaba un poco más rápido. No sabrían después que existían otras formas para hacerla recuperarse más rápido, y solo se mantendrá en secreto hasta luego de unos años.

La madre de Melania estaba ocultando información que ayudaría a su hija. Sobre curación o habilidades extraordinarias. Solo estorbaría en el proceso de crianza. Necesitaba que fuera lo más humana posible para lograr el efecto deseado, más tarde. Le diría más, solo para potenciar el arsenal de habilidades. Y cuando eso sucediese, aprovechar a maldecirla.

Pasaron dos años desde su primer encuentro con Oden, y faltaban solo algunos meses para cumplir el tercero. Era de noche, y llovía fuertemente resonando las gotas en cada hoja de la naturaleza. Refugiándose en una cueva, desconocida. Ya que en medio de su camino a casa, la sorprendió la tormenta. Había hecho una fogata y esperaba a que sus ropas ,tendidas en el suelo. Secaran por el calor.

Sentada y con sus rodillas pegadas al pecho miraba como las llamas bailaban. Perdida en sus pensamientos, el día de hoy fueron un poco suaves con ella. Con mucho esfuerzo ,logro crear un poco de compasión en los podridos corazones de los únicos hombres que habían tenido contacto con ella en toda su vida. Los veía cada día sin falta, aún en sus descansos. Encontraban la manera de sumergirá en un entrenamiento en su cabeza, practicando escenarios.

Si su cuerpo no funcionaba ,la mente siempre estaba allí para reemplazarlo.

Mañana sería su séptimo cumpleaños.

En sus vidas pasadas, las celebraciones de cumpleaños en su mayoría habían sido en solitario. Pero era porque trabajaba sin fin. Le era un poco asqueroso que fuera tan dedicada a cosas poco alegres, sus sueños reprimidos nunca se cumplieron y eran esclavizados por otros. Un suspiro resonó en la cueva.

—Deberian vivir más libre, no entiendo porqué ésta alma sufre tanto.

'Definitivamente estoy maldita'  y sus dientes se tensaron ante la idea. ¿Habría echo algo en alguna de sus vidas que la hiciese merecer tanta desgracia?. Ninguna vida hasta ahora había revelado algo sobre la raíz de las reencarnaciones. Antes ,no hubiese creído sobre algún Dios o ente divino mágico u fantasioso cause milagros. Era impensable que siquiera reencarne, pero ella ya lo había hecho tantas veces que perdió la cuenta.

Se cansó tanto de las memorias que ,un día decidió aplicar sus conocimientos de hierbas para si misma. Gracias a la clase de Kaius; su maestro de fabricación de drogas, venenos y medicina. Que eran probados en ella. Kaius preparaba la infusión y luego se lo daba a ella para que experimentase la efectividad y duración en el sistema sanguíneo. Desde la cantidad ,hora de aplicación y efectos secundarios. También su resistencia, creando unas defensas envidiables para los más aptos soldados de la organización. Que habían algunos que si ,eran muy capaces. Pero Melania sería un monstruo en comparación.

Creó un somnífero e inductor al mismo tiempo, para dejarla en un estado cerebral. Clínicamente, muerto.

Solo lo usaba cuando veía síntomas de ansiedad, que la podrían entorpecer delante de sus maestros.

Para apagar o frenar la velocidad en que invadían su cabeza. Esperaba el día en que se detuvieran. Pero no creía que pasara.

'Malditas voces'

Posó su mano en el mentón y se dejó caer. Había sido realmente difícil encontrar donde refugiarse en sus primeros días. No había señales de construirle un lugar para quedarse, y vivir en una cueva era demasiado tenebroso para ese entonces.

Con lo que aprendió en una de sus vidas pasadas, sobre arquitectura. Logro torpemente construir una choza, no era aprueba de incidentes naturales. El día que llovió , destruyó todo su esfuerzo. Con prueba y error, entendió poco a poco que funcionaba y elementos naturales servían para mejorar la dureza y resistencia.

Y ahora, a solo unos 500 metros estaba su casita en el árbol. Con madera y palmeras, un poco de barro y azúcar. Pegó cada parte y resistió por mucho tiempo. En comparación de las que había construido a base de solo dos materiales o uno, hojas, barro ,rocas. Que en medio de todo lo que pasaba ,le aportaba un poco de diversión.

Cuando estuvo a punto de caer dormida, despertó por un leve sonido que venía detrás de ella. El fondo de la cueva. Oscura, había empezado a brillar en un azul muy claro. Y por curiosidad ,se dirigió hasta allí.

Ya no le tenía miedo al entorno, ya había experimentado pesadillas y horribles incidentes en carne propia. Cada poro de su cuerpo estaba alerta, y preparado para cualquier imprevisto. Si le atacaba algún animal, sería un poco incomodo por su desnudez. Pero no imposible de matar. Convenientemente sería su cena. Así que esperaba que si apareciese alguno. Y grande.

Tarareo una melodía un poco fuera de lugar para el contexto en el que se encontraba, llegando a su destino. Vió un precioso estanque cristalino. Brillaba como escarcha de hada, pensó. El brillo cambio a un rosado cuando tocó con la punta de sus dedos, el agua. 'Woah'.

Una sonrisa ladeada pasó por sus labios. Ya estaba seca ,pero quiso bañarse allí. La temperatura era caliente, como aguas termales ;sin niebla que le cubriera por la temperatura. 'Extraño para ser físicamente posible'.     , pero pasó de eso y entro lentamente.

Se dejó flotar y miro el techo de la cueva, el escenario parecía el cielo nocturno. Estrellado y oscuro. No eran diamantes u otras joyas. La humedad fungía ,sobre gotas. Como destellos.

Y lentamente caían gotas que se unían al estanque.

Nunca había visto algo parecido, y solo se mostraba una situación así en las películas que había visto antes. Irreal. Deseó que así fuera todo y que en realidad su sueño, que pensaba de niña era la espera para ir al cielo. Siguiese.

Que nunca había pasado tantas penurias y los castigos. Cada entrenamiento, o técnica aprendida. Parecía un castigo en si mismo, nadie cuerdo querría pensar que no lo era. Los castigos te hacen sufrir. Y eso le pasaba todo el tiempo.

Su respiración la escucha claramente, sus oídos tapados por el agua. Resonaba el aire en sus pulmones y las vibraciones las sentía nítidamente. Relajando cada miembro de su cuerpo ,llevándola a dormirse allí mismo. En un estado de relajación completo, una voz la despertó de su trance. Fallando en encontrar la fuente de la voz. Intuyó que podría ser algún ser mágico o fantasioso.

—Posiblemente sea algún Dios que se apiadó de mi.

Dijo burlona.

—¿Te diviertes?

Ahora sé entendía sus palabras,antes sonaban como un radio con interferencia.

No decidió responder, podría ser alguna voz de su vida pasada que había logrado interrumpir la barrera mental; que había estado entrenando para amortiguar.

Para acompañarla en su soledad. Y si fuera otra cosa. Mejor era que se revelara sus intenciones por ver qué ,si se hacía escuchar pero era ignorado. Demostrando que los espíritus o parecidos, eran arrogantes  frustrandose torpemente , y terminaban hablando de más ; enérgicamente.

—Sabes que se que me escuchas ¿No?, Es muy valiente de su parte ignorarme ,y pensar que hablaré de más si no respondes.

Levantó una ceja.

—Querida, ayudarte es imposible.

Sus buenas intenciones parecían falsas, no creía en las palabras tanto como las acciones. Tenían más credibilidad una demostración directa de las intenciones que falsas promesas. Lo había aprendido ahora y en otras.

—No gracias.

Decidió responder. Luego salió del agua y avanzó a la salida.  Su momento de relajación había sido interrumpido y perdió todo interés en el lugar, permanecer allí era igual a perder el tiempo. Suspiró.

—Por ahora.

Se detuvo. Y con la molestía creciente en ella, contesto secamente que creyó que había gritado.

Había una diferencia de emociones conviviendo en un mismo momento. Su mal genio se heredó siempre através de las generaciones. Además de ser persistentes para lo que no debería; fácil de irritar.

—No sé que seas, pero sera mejor que no hables de más. Sugiero que para la próxima víctima, te presentes a tiempo a sus oraciones.

—...es una casualidad que hayas encontrado éste espacio de maná. Y que yo, estuviera merodeando por ahí.

Realmente.

Aquel que le hablaba sosamente a Melania, rompía con la prohibición del más alto Dios. Y las consecuencias serían catastróficas.

Se dedicaba a ser perezoso. Ya que no era muy requerido en las oraciones, solo se limitaba a hacer su trabajo natural. Corregir las brechas de maná que se acercaban peligrosamente, al poder divino puro.

Desde aquel incidente, la tierra y otras dimensiones se estaban destruyendo. Desaparecían del universo, se consumían a si mismas o; los habitantes creaban las situaciones destructivas. Tontos como siempre. Inmaduros e incapaces de aprender de sus errores.

Y no parecía mejorar.

Los planes de aquel, en la punta de todo. Sentado viendo hacia abajo, la exterminación de los terrestres.

¿Habría un fin para lo que comenzó hacía tiempo? La única existencia ,¿Serán los dioses los únicos? Por más que se esforzaban en sus dedicaciones naturales, la situación en la que se encontraba los mundos no era efectivo. El equilibrio estaba siendo roto poco a poco.

La verdad estaba siendo escondida en trampas, y aquel. Consiente de lo que pasaba entre el Dios perezoso y Melania, ahora. Escapó una risa de sus labios ,interesado en lo que resultará de esa tierra. Permitió esa interacción entre esos dos, sabiendo lo que provocaría en el final de los tiempos. Había cometido un error hace mucho, y para hacerle aprender. Era necesario ese castigo.

«Espero que esta vez, reflexiones y seas capaz de volver.»

Era complicado la historia que dió iniciación a lo que ahora procede. Y la ignorancia de Melania aún joven para saberlo, pasaría muchas cosas antes de que le sea revelado todo.