Esa misma noche Vibiam tiene un sueño, o mejor dicho una visión del futuro.
Se observa a sí misma sentada junto a un trono de oro frente a una multitud que se pierde en horizonte, en el que se encuentra Kasímir y ambos poseen coronas en forma de anillo elaboradas con oro y piedras preciosas. Se encuentran tomados de las manos a la vez que saludan muy felices a los miles de demonios frente a ellos que les dan elogios y les desean la mejor de las suertes con frases como "larga vida al emperador y su esposa" y "viva el emperador Kasímir" entre muchas otras.
Vibiam se siente cautivada al ver que su deseo de ser emperatriz se cumplirá pero se siente sorprendida al ver que la persona que la acompaña es quien se supone que será su sirviente de por vida.
Pero aunque no se esperaba esa parte de su destino no lo observa con desagrado ni inconformidad, al contrario le hace sentir aún más alegría.
Pero sorpresivamente como que avanza más en el tiempo para ver un cielo rojizo, no como el atardecer sino más rojo aún, sobre un inframundo plagado por la destrucción y la muerte.
Miles de demonios yacen muertos en el suelo y gigantescos agujeros con sus paredes derretidas como si hubieran sido creado por altas temperaturas plagan el terreno.
Otro elemento de relevancia es un Kasímir casi irreconocible con cuatro alas de murciélago en su espalda, dos enormes cuernos que se pronuncian hacia arriba en su frente que también posee un tercer ojo rasgado como un reptil de color rojo sangre. Tiene una armadura de oro que le recubre todo el cuerpo que Vibiam reconoce de inmediato y dice asombrada:
"¡Los siete objetos sagrados!
¡Yo pensaba que se habían perdido en el Abismo Infinito junto a sus dueños!
¿¡Cómo puede ser posible que Kasímir los tenga!?"
Pero lo que le resulta preocupante no es la apariencia del chico sino una gigantesca esfera que surge de entre las nuevas la cual se encuentra succionando todo en cuanto bajo de ella, la que es creada por Kasímir que dice bien alto mientras le sangran los ojos y levita en el aire con una expresión de furia:
"¡¡Rissen Ryugeing!!"
Desde el suelo Vibiam se observa a ella misma en muy mal estado con la ropa destrozada, llena de suciedad, múltiples cortes en su piel y sosteniendo su brazo que al percibir como se balancea se puede comprender que está roto, la cual dice asustada:
"¡¡Kasímir detente... vas a destruir el inframundo!!"
Inmediatamente Vibiam se despierta en pánico y con sudoraciones.
Se levanta a toda velocidad y revisa con desesperación en un viejo baúl de la alcoba mientras se dice a la par que recuerda una y otra vez la escena de Kasímir haciendo surgir aquella esfera de entre las nubes:
'¡Esa imagen la he visto antes!
¿¡Dónde, dónde está ese libro!?
¡Estoy segura que está aquí!'
Continúa de esa forma hasta encontrar un grueso libro antiguo de cubierta marón con múltiples runas doradas en esta, a lo que dice en voz alta "aquí está" y lo abre a toda prisa para comenzar a darle página.
Tras un breve tiempo de búsqueda encuentra la hoja de la imagen que concuerda con lo que vió en su sueño.
Justo debajo de la imagen hay una profecía escrita que dice:
"El Emperador del Caos, último y definitivo monarca del inframundo, quien contará con el poder necesario para hacerlo prosperar como nunca antes en su historia y con la capacidad para reducirlo a cenizas si así lo desea.
El destino de todos los demonios recaerá sobre los hombros esta persona, la que tanto puede ser su salvador como la mismísima perdición"
Vibiam se queda aún más asombrada al leer esa épica profecía y no puede aguantar la emoción de haberse encontrado con tan legendario personaje que se ha contado sobre su aparición por cientos de años y ahora está frente a ella y lo que es mejor aún, está bajo sus servicios.
Da incluso saltos de alegría como cuando a un niño se le da un juguete nuevo mientras no para de decirse lo afortunada que es.
Pero tras razonar un poco se percata que el último fragmento de su sueño concuerda con la parte del texto que dice que el Emperador del Caos puede representar la perdición para el Mundo Infernal y se queda preocupada como para decidir ir a verse con su sirviente en ese mismo instante.
'Algo de tanta importancia no puede esperar a mañana'-se dice al mismo instante que corre por los pasillos y abre de forma abrupta la puerta de la habitación de Kasímir-
Cuando se dispone a comunicarle su descubrimiento a Kasími:
"¡Humano he descu.... detiene la frase al quedar petrificada por ver una escena que la inunda de disgusto.
Kasímir no está sólo en su cama, lo acompañan Alicha y Sisis completamente desnudas que le lamen y le dan caricias al agotado chico que no se ha percatado que estas hermosas chicas han invadido su lecho.
En ese momento Alicha comienza a dirigirse a la región genital del joven y cuando se dispone a comenzar darle una mamada tras haber sostenido y jugando en poco con su verga, es interrumpida en pleno acto por su señora que grita furiosa:
¡¡Kasímir!!
El joven se despierta tan asustado como confundido diciendo medio dormido:
"¡Pero si no he echo nada!"
Después de percatarse de las chicas que han venido a derla una muy gratificante noche les habla alegrado:
"¡Pero qué agradable sorpresa!"
Luego Vibiam toma las manzanas de un frutero justo a su lado y comienza a aventarselas al chico que menciona sorprendido a la par que se proteje de estas:
"¿¡Pero mi leidi qué haces en mi habitación en medio de la noche!?
Vibiam le responde aún más enojada señalando a las acompañantes de Kasímir:
"¡Eso mismo yo le pregunto a las livertinas que están en tu cama sin mi consentimiento!"