"¡Papá! Necesitas apurarte ya que el parque de diversiones cerrará pronto y yo me quiero subir al carrusel."
Max quien tenía en su mano un helado de fresa le dió una sonrisa a su hija y puso su mano en la cabeza de Erika mientras le sacudía el pelo.
"No te preocupes hija, todavía tenemos algo de tiempo antes de que den las ocho de la noche.
Además siempre podemos volver, aunque tendrá que ser cuando no tenga tanto trabajo. "
Erika en ese momento se dio la vuelta y con su rostro completamente difuminado, pero con una sonrisa completamente visible inclinó su cabeza.
"Papá, ¿Pero de qué trabajo estás hablando?
Si yo ya estoy muerta y tú también."
Tras escuchar aquellas palabras, Max se despertó de golpe y puso su mano en su nariz, intentando estabilizarse.
"Erika…"
Cuando salió del refugio lo primero que notó fue el aroma de carne siendo cocinada, por lo que empezó a caminar al centro del campamento en dónde se encontraba la cocina.
Al llegar pudo sentir como una mano se colocaba en su hombro "¿Ya estás listo para poder regresar Einar?"
Dijo Sven quien tenía en su mano un gran trozo de carne el cual no dudo en darle una mordida.
"Ya estoy listo para poder regresar padre, Aunque realmente lo que más deseo es ver a Kassia y a Helmi.
Realmente no quiero perderme más tiempo sin estar sin ellas ya que quiero cuidarlas durante su embarazo."
Sven le dió una mirada de orgullo a su hijo "Estoy seguro que mis nietos nacerán sin problemas gracias a tus cuidados.
De cualquier manera recuerda que cuando acabes de desayunar tenemos que hacer el inventario de todo lo que obtuvimos en la expedición."
Max asintió y se sentó en un tocón de árbol, para posteriormente usar un poco de agua y cenizas para limpiar su boca.
Después de haber limpiado su boca Goi se acercó a él y le entregó en un plato de madera un gran pedazo de carne de oso.
"Aquí tienes Einar quizás no sea el mejor trozo de carne de oso, pero te puedo asegurar que es el pedazo de carne de oso más suave que hemos podido cortar.
Por cierto, Jarl Sven me gustaría pedirle que me acompañe a una última revisión del campamento, antes de que ustedes partan el día de mañana. "
Sven quien estaba a un lado de Einar, le dió unas palmaditas y empezó a caminar, hacia Goi quien al percatarse que Sven lo estaba siguiendo empezó a caminar.
Einar al ver cómo su padre y Goi se iban, bajo su cabeza y miró con algo de tristeza el plato que tenía en su mano.
'Creo que estoy empezando a odiar el sabor dulce y raro de la carne de oso, pero a pesar de todo su sabor me gusta aún más que el Huaxmole que alguna vez probé en aquella expedición en Puebla. '
Usando su mano tomó el pedazo de carne y le dió una gran mordida.
Al acabar de comer el gran pedazo de carne de oso, se levantó y caminó hacia el fogón de el cual, tomó una olla de hierro para poderse servir un poco de té de hoja de pino.
Mientras bebía en una taza de madera su té de pino, camino hacia el pequeño almacén en el cual había un gran montón de pieles, costales llenos de grasa, tendones hervidos de oso y de carne de oso seca.
En el lugar también se encontraba un guerrero quien al ver al heraldo Heinar caminó hacia él.
"Me alegra ver que ya ha llegado Heraldo Einar, he preparado todo lo necesario para empezar a guardar todas las pieles.
También he traído el papel, la tinta negra y la pluma que me pidió Jarl."
"Gracias por las cosas Floki, pero deberíamos empezar a realizar las pacas de pieles primero.
Ya que los costales de grasa, tendones y carne son bastante sencillos de contar."
Floki entregó el papel y el resto de las cosas a Einar para después empezar a separar las pieles de oso que había apiladas.
Max quien estaba contando y escribiendo el papel sólo le pidió a Floki que se detuviera cuando las pieles alcanzaran el número de diez.
Una vez que ya estaban diez pieles apiladas, Floki usó una cuerda de cáñamo para amarrarlas y formar una paca de pieles.
Esto se repitió hasta el mediodía cuando ante Max había ocho pacas de pieles de oso muy bien acomodadas en una tabla rudimentaria de madera que fungía como un trineo.
"Pensar que durante todo este tiempo hemos matado a una gran cantidad de osos blancos, sin mencionar que estas solo son las pieles que están en mejor estado."
Suspirando un poco Max negó con su cabeza "Esta expedición fue una buena idea ya que de otra forma quizá hubiéramos enfrentado un verdadero problema en primavera.
Cuando todos estos osos blancos despertarán de su hibernación y empezarán a buscar comida."
Al acabar de hablar empezó a caminar donde estaban los distintos costales "Es hora de empezar a organizar estos costales."
Mientras esto sucedía, Sven se encontraba instalando algunas lanzas de madera "Goi, recuerda que estás picas de madera las debes de untar en grasa para evitar que los osos las puedan quitar con facilidad."
Tras decir esto Sven se detuvo y miró con seriedad a Goi "Si por algún motivo se quedan sin munición de ballesta, no duden en usar agua hirviendo para hacer que esos malditos huyan por el dolor.
De cualquier manera el bosque les dará una buena protección, pero si en algún momento se ven superados o simplemente no tienen escapatoria.
No duden en acabar con sus vidas, pues de otra manera los osos blancos los harán sufrir antes de matarlos."
"Me encargaré de cuidar este lugar hasta la primavera Jarl.
Pero si en algún momento nuestra vida está en peligro puede estar seguro que seré la última persona que acabe con su vida pues pelearé hasta el final aunque eso signifique sufrir."
Sven se rió y de su bolsa sacó una daga que tenía algunas runas la cual le entregó a Goi "Puedes tener mi daga, con ella no dudes en matar a todos los osos blancos que puedas.
Cuando regreses a la tribu en primavera podrás regresarmela."
Goi aceptó la daga y la colocó en su cintura "Puede estar seguro que regresaré su daga y con ella todas las pieles que pueda conseguir."