ABEL MOONE:
Hay tres clases de personas en este mundo: la primera es la que más asco me da, es aquella que vive su vida feliz, con sus amigos y familiares cerca suyo y qué es capaz de no sentir rencor hacía nadie porque su vida ha sido tan sumamente feliz y perfecta que nunca ha tenido esa necesidad. Yo los llamo los gilipollas. Luego le siguen los soportables, es decir, son aquellas personas que no son tan pegajosas ni tan rebosante de alegría ya que han sido testigos de la crueldad del mundo y de las personas que viven en el pero que han conseguido sobrevivir a pesar de todo. Por último, está la clase en la cual me clasifico yo. Somos personas que no hemos nacido ni para brillar, ni para ser felices ni para sobrevivir. Somos la morraña del mundo, aquellos que nadie quiere y que si alguien se encuentra con ellos, salen huyendo o se alejan como cuando ven la peste. No sé ni siquiera como sigo vivo. Incluso pensé que no iba a sobrevivir a mi vieja y aquí me encuentro sentado en el asiento de un autobús rumbo a lo que supuestamente es la única familia que me queda. Ojalá hubiera aguantado unos meses más para a ver cumplido la mayoría y haberme largado a cualquier otra parte del mundo, pero claro ¿cómo le va a salir algo bien a alguien como yo?
Nosotros nos llamamos los realistas.
ETHAN LAVIGNE:
Antaño, antes de comenzar el Instituto estaría con mis colegas cubriendo la casa del director con papel higiénico y reventando sus cristales con petardos pero ya no tengo 15 años. Probablemente, solo me arriesgaría a que me pillaran y a que mis padres me echaran la bronca pero prefiero pasar desapercibido en mi último año. La vida ha sido muy fácil para mí durante 15 años. Siempre he hecho lo que he querido y cuando he hecho algo que no debía o que estaba mal visto nunca me he arrepentido. Estos 2 años me ha servido para ver la vida de un modo completamente distinto al que mis padres me habían enseñado. La vida es una putada y hasta ahora no me había dado cuenta. Las acciones tiene sus consecuencias y si de verdad esto lo hubiera comprendido hace 2 años nada malo hubiera ocurrido ese día de verano.
La vida de ambos es completamente distinta. Cada uno tiene raíces distintas, familias distintas y viene de lugares completamente opuestos pero su destino está ligado. La desgracia y el miedo unirán a estos dos personajes de una manera que ninguno de ellos imagina. No lo saben pero el universo lleva esperando la unión de estas dos almas desde su creación. Pero, ¿ se aceptarán mutuamente a pesar de sus historias y vivencias pasadas? ¿Conseguirán entenderse a pesar de que sus personalidades se repelen como los polos, opuestos?