Seguro has oído ese cliché de "un padre malvado" o "un padre ausente", este no resulta ser el caso, mi padre era uno de los mejores en el mundo, eso lo aseguro, aún y cuando su trabajo hacia que estuviera ausente casi 6 años de mi vida, cuando finalmente ví su cara sabía que era el, no solo era una mezcla de felicidad y lamento, seguro era la misma cara que pondría un padre al darse cuenta que su hijo ya está cursando los últimos años de su educación y está apunto de salir del nido.
Ese día fue uno de los que recuerdo con más cariño sentir el abrazo de tu padre, en ningún momento le quise guardar rencor.
Ese día recuerdo cómo mis hermanos solo se limitaron a no dirigirle la mirada ni a hablarle, como si no estuviera ahi, todos menos mi hermano mayor Erick y yo fuimos los únicos de los 7 hermanos.
Afortunadamente con el pasar de los dias mis otros hermanos ya se acostumbraban a la presencia de papá, mientras que conmigo fueron 6 años ellos lo vieron partir hace 12, no lo entendía en aquel entonces ¿Por qué estar enojado con papá cuando apenas lo había conocido? la respuesta la fui encontrando cuando crecí pero de igual manera no quería odiarlo ni mucho menos fingir que no estaba.