Mi nombre era Elena García.Solía ser una estudiantes universitaria común y corriente, bendecida por personas que me cuidaban y apreciaban.
El día de mi muerte acompañé a mi mejor amiga Clara a escoger su vestido de novia.
Dentro de unas semanas se casaría con el chico que antes me gustaba.Muchos pensarían:¿Que clase de amiga hace eso?Pero la verdad era que ellos no sabían cómo me sentía al respecto.
En los tres años que llevan juntos he visto como se miran.Es una mirada tan cariñosa,afectiva y apasionada que siempre me hace pensar:¿Quién era yo para arrebatarles eso que tenían?
Acompañé a Clara durante todo el día.Cuando estaba a punto de irme Clara me hizo voltear a verla y soltó unas palabras que sonaban demasiado serias en su rostro juvenil.
—Espero que tú también encuentres el camino hacia la felicidad,Elena—
—¿A qué viene eso ahora?—
Le pregunté mientras la miraba directamente a los ojos,ella se limitó a sacudir la cabeza y decir que no era nada.
Comencé a caminar por las oscuras calles del centro de Madrid después de despedirme de ella.
Traté de entender lo que quiso decir mi amiga con aquellas las palabras y solo se me ocurrió una explicación,ella ya sabía lo que había estado ocultando durante tanto tiempo.
Si soy sincera,debo decir que ya me daba bastante igual.
Solo quería volver a casa y aliviar mi decepcionante vida amorosa comiendo helado y jugando juegos otome.Ya me faltaba poco para desbloquear el personaje oculto de "My Sugar Goddess-Heroes of Twilight".
Enfrascada en mis pensamientos no noté lo que pasaba a mi alrededor.
Al darme cuenta ya era demasiado tarde,el claxon del camión resonaba en mis oídos y sus luces me nublaban la vista.
Ya fuera por el miedo o el desconcierto,no fui capaz de moverme y terminé siendo atropellada.
Después,todo fue oscuridad....
Cuando volví a abrir los ojos lo primero que pensé es que estaría en un hospital inyectandome sueros y rodeada de médicos y enfermeros.Sin embargo,en su lugar había despertado en una habitación que parecía pertencer a una mujer noble.
Me encontraba acostada en una sobre una hermosa cama de dosel envuelta en varias sábanas de terciopelo.El colchón era inusualmente suave, como si estuviera relleno de plumas al igual que las almohadas.
Alrededor de la cama habían cortinas plateadas traslúcidas que bloqueaban mi línea de visión.
Las abrí con cierto recelo en mis movimientos.
Miré a toda la habitación con notables curiosidad,si tuviera que describir ese cuarto tan elaborado no dudaría en usar estas palabras; elegante y asquerosamente lujoso.
Todavía confundida me levanté de esa cama,que era la cosa más cómoda que había tocado en toda mi vida,y me acerqué al espejo situado a un costado de la habitación.
—¡¿Pero qué diablos es esto?!¡¿Este espejo está averiado?!¡Esa linda señorita en el espejo no soy yo!—
En donde se suponía que estaría mi reflejo estaba el de una adolescente que debía tener cerca de dieciséis años.
Tenía el cabello castaño grisáceo con flequillo recogido en una trenza que llegaba hasta mis caderas.Los ojos morados bañados en plata estaban enmarcados por largas pestañas que le daban un aire de misterio.Sus labios llenos eran naturalmente de un tono carmín que resaltaban su pálida tez.La nariz pequeña también era bonita,quedaba perfectamente en su delicado rostro.
Su cuerpo esbelto era igualmente llamativo.Era alta, delgada,con pechos llenos y amplias caderas que dejaban ver una bonita cinturas y también tenía unas preciosas piernas.
Esta chica era el ideal de belleza.
Ya desesperada comencé a pellizcar mis mejillas hasta comenzar a sentir dolor.
Cuando miré en el espejo,la chica tenía marcas de pellizcos en sus mejillas.
Confirmado,he transmigrado al cuerpo de una adolescente increíblemente hermosa.
Entonces sentí de repente una extraña sensación de estar perdiendome algo.Volví a analizar el rostro reflejado en el espejo.
¡Era el rostro de Lady Janice Ariadna VonHabelt,la supuesta villana del juego otome que estaba jugando antes de morir!
Sentí como la fatiga me invadía y segundos después,me había desmayado.