ALEX
En estos últimos días estaba contento, contento porque las cosas con Gabriela empezaban a mejorar. Ahora éramos algo así como amigos, pero a veces aún se enfadaba y me sentía culpable de que se sintiera mal, pero luego me volvía a hablar como si nada hubiese pasado y por un momento, yo lo podía olvidar hasta que volvía a casa y recordaba todo lo que le había hecho a Gabriela.
Ella no se merecía nada de lo que le habíamos hecho, principalmente yo. Pero hoy me había levantado contento porque para mi suerte íbamos a tener dibujo técnico. No era mi clase favorita, pero al mismo tiempo sí que lo era por el simple hecho de que Gabriela estaba allí y me pasaba prácticamente toda la clase mirando en su dirección. Al principio cuando miraba en su mirada podía ver las ganas que tenía de asesinarme, pero ahora no la apartaba y no me miraba así.
En cuanto llegué a clase la vi sentada en su lugar de siempre concentrada en algo y me acerqué sin hacer demasiado ruido, quería ver lo que estaba haciendo que siempre la tenía concentrada en estas clases. En cuanto estuve lo suficientemente cerca vi que estaba dibujando y hasta donde yo recordaba no se le daba tan bien, creo que una vez me dijo que hasta no le gustaba el dibujo y eso, pero la verdad no sé qué pensé si estaba en Bellas Artes.
"Para no te gustar dibujar se te da muy bien." dije y noté como saltó en el aire del susto y no era mi intención meterle ese susto, pero no tarda nada en mirar para mí, lo que hace que en ese momento quede embobado mirando para sus ojos de color café.
"¿Me tenías que meter ese susto?" preguntó irónicamente, y no pude evitar soltar una pequeña risa "No era mi intención de verdad, perdóname." dije sinceramente "Estás perdonado, pero ¿qué haces aquí?" inquirió y m apoyé en la mesa que tenía al lado
"Tenía curiosidad en ver lo que hacías porque siempre que entraba en clase siempre estabas concentrada haciendo algo e incluso en clase. ¿Me vas a decir que dibujas en clase?" pregunté y ella asintió "Claro, yo no entiendo a este hombre y si tú lo haces explícame como lo consigues."
"No, yo tampoco lo entiendo, pero ahora entiendo lo que haces. Pero antes si no recuerdo mal no te gustaba dibujar." aseguré, porque no era algo que le gustaba hacer demasiado, al menos lo que nos mandaban hacer en clase "Si, bueno, no me gustaba, ahora lo encuentro como algo relajante y que distrae. Me ayudó a superar todo en parte."
"Me alegro de que encontrases algo que te ayudara. Siento que tuvieras que encontrar algo para poder llevarlo mejor." contesté "Oye, no te preocupes más por eso, ya pasó y ahora estoy bien, eso es lo que cuenta."
"Puede ser que sea lo que cuente, pero me siento mal por eso, no debería haberlo hecho, soy un gilipollas por haberlo hecho." En ese momento se levantó de la silla y se puso delante mía, con sus manos a cada lado de mi cara haciendo que mirara para ella.
"Escúchame bien Alex, no te voy a negar que no tuviste la culpa porque es cierto, y que no sufrí por tu culpa porque lo es, más de lo que nunca lo he hecho, pero no debes seguir echándote la culpa por algo que pasó hace años, ya no tiene caso, lo hecho, hecho está."
"Si eso está tan en el pasado, ¿Por qué no me perdonas?" pregunté a pesar de que podía hacerme una idea del por qué no lo hacía. Gabriela suspiró y sacó sus manos de mi rostro, pasando a mirar por la ventana "Porque eso no es tan fácil, aparte está que en ningún momento he dicho que no te hubiese perdonado, eso es lo que tu piensas."
"¿Entonces me has perdonado?" Justo en ese momento entra el profesor que no tarda nada en ponerse en su mesa, al principio sin fijarse en nosotros hasta que lo hace. "Bueno parejita, si no quieren prestar atención a la clase ya pueden ir saliendo."
Y fue en ese momento que al parecer Gabriela se dio cuenta de que el profesor estaba en clase y se separa de mi rápidamente, girándose en dirección al profesor. "No somos nada." aseguró y este rodó los ojos "Eso no es lo que parece, pero sentaos ya en vuestros sitios que va siendo hora de que empiece la clase."
Me fui a mi sitio no si antes mirar para ella, que tenía algo en la mirada que me hacía sentir bien, como hace tiempo que no me sentía y estaba contento. También no me podía creer eso que me decía de que me había perdonado e iba a seguir así hasta que se lo preguntara, no me iba a hacer ilusiones para que luego no sea cierto y lo iba a hacer en cuanto acabase la clase, no podría aguantar mucho más tiempo.