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Chapter 72 - Capítulo 71

GABRIELA

Ahora mismo estaba más que enfadada. Es que no me podía creer que esa zorra estuviese besando a mi novio. Esto no podía estar pasando de nuevo. No tardé nada en ir en la dirección en la que estaban ellos, y por la cara de Alex, podía ver que estaba asustado, cosa que no entiendo, porque no tenía nada que ver, ¿o sí? ¿Realmente Alex me haría daño después de todos estos meses? 

Pronto aparté esas ideas de mi cabeza porque eso era imposible, me había demostrado miles de veces que me amaba y me sentía estúpida por creerlo, pero eso no implicaba que no me doliese verlo. Lo había por todo eso, pero es que me jodía demasiado que esa zorra se saliese con la suya, eso no me debería ni molestar, pero lo hacía.

Antes de llegar a dónde estaban ellos, unos brazos me agarran desde atrás y no me dejan andar hacia delante para darle su merecido a esa tipa. "Suéltame" dije, conteniendo lo mejor que podía mi ira "No pienso soltarte porque no quiero detenerte Gabriela." Dijo Santi en mi oído "Me da igual lo que hagas Santi, solo encárgate de hacer tu trabajo."

"Y eso hago, pero no pienso dejar que hagas una estupidez por lo que viste." Insistió "NO PIENSO HACER UNA ESTUPIDEZ." Grité frustrada "Claro que sí, ¿Se te olvida que te observo y sé que le quieres partir la cara a esa tipa?" preguntó irónicamente "Se lo merece." Murmuré entre dientes "No te lo niego, pero no quiero detenerte, asique no pienso dejarte que lo hagas."

"Suéltame Santi." Pedí de nuevo. Había dejado de mirar hacia donde estaban ellos, no quería verlos ahora mismo, me ponía enferma básicamente, solo quería golpearla e irme, no quería verla delante de mí. 

Acabo cerrando los ojos por pura frustración y pronto noto como unos brazos que conozco a la perfección me agarran y me acercan a él. "Hermosa, eso no fue lo que pareció." Dijo mi novio en tono preocupado "Déjame ir a por ella Alex, se merece recibir un golpe." Le dije "No voy a dejar que lo hagas, lo siento, pero no puedo permitirlo." Respondió lo más tranquilo que podía "¿Ahora la vas a defender?" pregunté, todavía más molesta de lo que estaba "No la voy a defender, no quiero que te metas en líos, nada más."

"Pues eso es cosa mía, ahora suéltame, quiero estar sola." Dije entre dientes "No te voy a dejar Gabriela." Respondió con pánico invadiendo su mirada, pero en este momento estaba demasiado enfadada como para hablar con nadie "Me vas a dejar, porque ahora mismo no quiero tener a nadie cerca, ni a ti, asique suéltame y déjame en paz."

Me había pasado, lo sé, pero no quería darle el gusto a esa perra de verme llorar, ya debía de estar pasándolo en grande viéndome fuera de mis casillas.

Noté como Alex me soltó y antes de irme, pude una expresión de dolor en su cara, y me odiaba por hacerlo sentir eso, no quería que lo sintiera, pero en serio que en este momento necesitaba estar sola, no quería hacer daño a nadie más, no quería echarme a llorar delante de esa tipa y, sobre todo, no quería hacer daño a nadie más.

No tardé nada en llegar al baño y encerrarme allí. Lo primero que hago es darle un puñetazo a lo primero que veo, que resulta ser un espejo, pero en este momento no me importa nada, lo único que quiero es hundirme en el pozo más fondo del puto planeta y no salir de ahí nunca. Sé que he reaccionado mal, que Alex no tiene la culpa de lo que intenta hacer esa tipa, pero es que ver como ella lo besa me hace recordar las veces en que los vi besarse luego de que me dejase, sobre todo la primera vez que me impactó mucho.

Me empezaba a faltar el aire y notaba como mi mano sangraba, acabé por sentarme en el suelo llorando hasta que escucho como se abre la puerta del baño en el que estaba y aparece Carlota con cara de enfado.

"¿Se puede saber qué es lo que te pasa Gabriela? ¿Cómo le dices eso a Alex? Está destrozado por si no lo sabes, aunque me puedo imaginar que lo sabes." Dice cruzándose de brazos "CLARO QUE LO SÉ, NO SOY ESTÚPIDA." Grité frustrada, pero antes de continuar, suspiré para tranquilizarme un poco al menos "Quiero estar sola Carlota." Murmuré después de unos segundos en silencio "No pienso dejarte aquí sola, no quiero que hagas una estupidez."

"¿Y qué estupidez voy a hacer según tú? ¿Suicidarme?" pregunté irónicamente "Yo no dije eso." Protestó, y a pesar de que era cierto, en algún momento lo había dicho, hace años "Pero eso es lo que estás pensando. A veces desearía ser capaz de hacerlo. Dejar de pensar en los demás y acabar con todo."

"No digas estupideces Gabriela." Pidió Carlota "No son estupideces, solo quiero estar en paz, tener una vida tranquila. ¿Es tanto pedir acaso?" pregunté, levantando mi mirada a la suya. Luego de unos segundos noté como su rostro se relajó un poco y pasó a mirarme con cara de pena. No sé qué es peor, que me mirase con pena o que me mirase enfadada.

"Gabriela, sé que has tenido muchos problemas, pero no es algo que no puedas superar. Debes demostrarle a esa perra de lo que eres capaz. No creerás que el la besó ¿verdad?" preguntó, sentándose a mi lado "Claro que no lo creo, pero me duele ver eso ¿sabes? Me hace recordar que en algún momento estuvo con ella. El dolor vuelve, Carlota." Respondí.

En ese momento me abraza, acercándome a ella y empieza a pasarme la mano por el brazo para que me calme, pero con ella no sería capaz de calmarme, la única persona que sería capaz es a la que hace un par de minutos le hice daño, y es en ese momento en que empiezo a llorar a mares. Carlota se había quedado en silencio y seguía pasándome la mano por el brazo hasta que logré relajarme un poco.

"¿Qué piensas hacer con Alex?" preguntó luego de un rato en silencio "Nada, espero que me perdone por ser una perra con él." Respondí sinceramente "Estoy más que segura que lo hará, te ama, pero le has hecho daño Gabriela, aún no logro entender cómo es que le dijiste eso."

"Son muchas cosas en mi cabeza Carlota, muchas cosas que me tengo que guardar y que nadie sabe, todo se acaba juntando." Dije, encogiéndome de hombros "No debes guardarte eso para ti, no es bueno para ti, sobre todo teniendo en cuenta lo de la ansiedad Gabriela." Dijo tranquilamente "Sabes que eso me da igual." Contesté "Lo sé, pero a mí no, ni a Marcos, ni a tu familia. ¿Es que no piensas como podrá reaccionar Ana en caso de que te pase algo?"

"No me va a pasar nada." Aseguré, porque eso lo tenía más que claro "¿Y pretendes que quede tranquila luego de lo que me acabas de decir?" preguntó, un poco de frustración presente en su voz "Pues sí, porque no pienso hacerlo, a veces me gustaría tener las agallas para poder estar tranquila, pero no quiero que nadie sufra asique no puedo hacerlo."

"Gabriela, no estás bien. Debes hablar con alguien." Pidió "No tengo que hablar con nadie, estaré bien." Aseguré una vez más "Eso llevas diciendo desde que pasó lo de Jack y yo no veo que mejores." Protestó "Carlota, no quiero…"

"Lo sé, lo sé, no quieres hablar del tema, pero eso tiene que salir de ti, no te lo puedes guardar Gabriela, te está haciendo mal." Aseguró y negué "Carlota por favor, deja el tema." Pedí "No lo dejaré y lo sabes. No te puedo ver mal, Marcos no lo puede hacer, tu familia tampoco y no hablemos de Alex que se pone mal si tú lo estás."

"¿Piensas que no lo sé? Eso es lo que odio Carlota, soy una mierda de persona, sobre todo después de cómo lo traté." Dije intentando contener las lágrimas "Si se lo explicas seguro que lo entenderá." Dijo "¿Y cómo se lo digo? Mira Alex, te he perdonado por todo lo que ha pasado entre nosotros, pero verte besar con esa zorra me hace recordar todo lo que pasamos y no me gusta sentirme así. Quiero que lo olvides, pero yo eso no lo puedo olvidar. ¿Cómo crees que se lo tomará? Porque déjame decirte que no se lo tomará nada bien."

"Pero lo perdonaste por eso." Dijo un poco confundida "Claro, ¿pero de verdad crees que se lo creerá? Decírselo solo hará que nos sintamos mal los dos. No quiero que se sienta mal por algo que le estoy diciendo todo el tiempo que olvide."

"Entiendo, pero algo le tendrás que decir." Dijo amablemente "No sé el que." Respondí, encogiéndome de hombros y dejando mi rostro sobre mis rodillas "Bueno, déjame eso a mí, se me ocurrirá algo."

"Que estoy más que segura que acabará por preocuparlo más." Dije "No creo, encontraré algo, de verdad. No lo preocuparé, te lo prometo." Aseguró "¿Igual que la vez que te dije que no le dijeses nada a mi familia del ataque de ansiedad y se lo contaste?" pregunté, mirándola por un par de segundos "Yo no dije nada."

"No me mientas, porque lo sé, se lo dijiste y no me lo dijo nadie si es lo que te preocupa, lo sé porque todos me miran como cuando empecé con lo de la ansiedad, Marcos no se lo diría, por lo que eres la única que me queda." Aseguré "Marcos pudo habérselo dicho tranquilamente." Intentó defenderse "Si, se lo pudo haber dicho, pero cuando viese que las cosas se saldrían de madre no antes, tú eres la que exagera demasiado las cosas."

"Puede ser, pero me preocupo por lo que te pueda pasar." Admitió finalmente "Lo sé, pero cómo te digo siempre no me pasará nada. A veces te juro que me desesperas, tanto tú como Alex, los dos sois igualitos en ese sentido."

Ese es el momento que me separo de ella y en el que ella se queda mirando para mí con cara de espanto. "¿Se puede saber qué es lo que te ha pasado en la mano?" preguntó, cogiendo con cuidado mi mano y es en ese momento que me fijo en la mano que seguía sangrando y tenía un par de cortes en ella. De momento no me dolía demasiado, pero estoy segura que más tarde sí que lo hará.

"No es nada." Dije tranquilamente "No sería nada si no estuviese sangrando, pero lo está haciendo, asique vamos a la enfermería a que te curen." Dijo levantándose del suelo y empezando a tirar de mi brazo para que hiciese lo mismo "No me pienso mover de aquí."

"Oh claro que lo vas a hacer, y ahora mismo." Protestó "Qué no, llama a Santi si quieres, él sabrá lo que hacer." Dije "Verás que acabará por decir que tenemos que ir a la enfermería. Espérame aquí, no te muevas ni un solo centímetro porque como cuando regrese no te vea aquí, te buscaré por toda la universidad para arrancarte esa terquedad que tienes."

Asentí y salió del baño. No tarda nada en volver con Santi por detrás y pude escuchar a Alex, pero no lo dejaron entrar, y yo ahora mismo no quería que entrase, no quería que viese mi mano y se alterase más de lo que ya debía de estar después de lo que le dije.

"Santi, dile que esto es de ir a la enfermería." Dijo Carlota, lista para levantarme "Lo es." Afirmó "Lo que te dije, nos vamos ahora mismo." Respondió, tirando de mi brazo "Santi, vamos, me puedes curar tú. No es nada que no hayas visto en el ejército. Además, te recuerdo que hacías labores sanitarias allí."

"Está bien, te curaré, pero tendrás que tomar pastillas para el dolor, porque a simple vista puedo ver que una de ellas es profunda, y hay cristales en el fondo." Dijo cogiendo mi mano "¿Cómo que cristales? ¿Fuiste tú la del espejo?" preguntó Carlota mirando en la dirección que estaba este "Eso no importa."

"Claro que importa, y ahora me tengo que ir porque me acabaré por marear y no quiero acabar desmayándome." Dijo mi mejor amiga mirando en otra dirección que no sea mi mano "Pues es mejor que salgas de aquí." Respondí "Le contaré a Alex lo que pasa para que se tranquilice."

"No, no se lo digas, lo de la mano, y aléjalo por favor, no quiero que escuché por accidente lo de mi mano." Pedí "Está bien, no se lo contaré, pero le tengo que decir algo respecto a tu manera de actuar." Dijo "No lo digas nada que lo haga preocuparse, no quiero que se preocupe más."

"Eso será imposible, pero intentaré que no se preocupe más de lo que ya debe de estar." Con eso salió del baño y me dejó sola con Santi. Este se puso en cuclillas en frente mía y siguió inspeccionando mi mano, para mi suerte estaba en silencio, sin hacerme preguntas, pero estoy más que segura que no tardará nada en hacer alguna, siempre las hacía, supongo que es por eso de investigar.

"Pienso que el espejo no tenía culpa de nada Gabriela." Dijo Santi una vez Calota salió del baño "Lo sé, pero tenía que golpear algo." Dije sinceramente "Lo veo, por lo menos no tuve que llevarte detenida por golpear a esa chica."

"Me hubiera gustado que me dejases golpearla, se lo merecía." Respondí "Lo sé, y aquí entre nosotros, esa chica parece que quiere separarte de Alex, y me da la impresión que hará lo que sea necesario para conseguirlo." Contestó, encogiéndose de hombros "Esa es lo que quiere conseguir Santi. ¿Es que no has escuchado nada de eso en la universidad? ¿De qué nos llevamos de pena y que estuvimos expulsadas las dos ella por provocarme y yo por golpearla?"

"De algo me enteré, pero no sé la historia. Corren muchos rumores por ahí. Unos dicen que la golpeaste por estar celosa, otros porque al parecer desde que llegó a la universidad te llevas mal con ella a pesar de que no la conoces, en fin, te podría seguir toda la mañana contándote todo lo que escuché." Dijo tranquilamente "Pues todo eso está equivocado, la gente no sabe de lo que habla." Murmuré "Entonces me lo puedes explicar para que pueda comprenderte."

"Es que esa es una historia un poco larga." Dije sinceramente "Tenemos para un rato, debo quitarte los cristales de la mano y luego vendártela. Puede ser que necesites puntos, pero ahora mismo no tengo nada conmigo para cerrarte la herida." Contestó "Eso no importa."

"Pues venga, dale, ¿qué es lo que pasa entre esa chica y tú?" Estuvimos como media hora hablando del tema, más que nada porque no paraba de hacerme preguntas, sobre todo, del por qué Paula me tenía asco, la razón por la que me quería separar de Alex, todo lo que se le ocurría, lo preguntaba. 

"Bueno, esto ya está, debes evitar que se te infecte y todo irá bien, pero te miraré la mano todos los días para ver cómo va." Informó "Gracias Santi, de verdad. Sabes de sobra que al principio no quería tener a un policía pegado a mí todo el rato, pero después de conocerte cambié de idea, eres una gran persona. No entiendo cómo no trabajas como guardaespaldas o algo en vez de ser policía."

"Porque no todo el mundo es agradable, pero eso me ayudaría económicamente la verdad." Contestó "Pues si algún día Ana llega a ser famosa te prometo que te llamaré para que seas su guardaespaldas privado." Aseguré "Estoy seguro de que esa niña llegará alto si se dedica a la música, pero tú también llegarás alto, eres una gran artista, igual serás tú la que necesita un guardaespaldas."

"No creo, pero si lo necesito no dudaré en llamarte." Admití "Bueno, dejando esto de lado, ¿Cuándo piensas hablar con tu novio?" preguntó y me callé y miré hacia otro lado. Sé que debía hablar con Alex, pero me sentía mal después de cómo lo traté, no me lo merecía para nada. Estaba aguantando demasiado por mi culpa, y a pesar de que intentaba evitar que se sintiese mal, parecía que conseguía todo lo contrario.

"Oye, estoy seguro que te entenderá. Creo que no he visto a nadie amar a otra persona como ese chico lo hace contigo." Dijo y sabía que estaba hablando en serio "Pero le hablé mal Santi, me siento fatal por eso." Admití "Tienes que enfrentarte a eso. Gabriela, eres una chica valiente y que no le teme a nada, no debes temer a una conversación con tu novio."

"Si que le temo a muchas cosas, y sé que no debería temer a una conversación con Alex, pero ahora que parece que más o menos se ha olvidado de lo todo lo que pasó hace años entre nosotros…" respondí, dejando en el aire el resto "No quieres que se vuelva a sentir mal por eso." Dijo asintiendo "Exacto."

"Se sentirá mal por eso, te lo aseguro, pero estarás con él para decirle que todo está bien, que eso no te importa como él debe estar pensando en este momento. Conseguirás que se vuelva a olvidar de eso que ha pasado entre vosotros." Aseguró "Puede ser que tengas razón." Dije, encogiéndome de hombros "La tengo, ahora sal de aquí y ve a hablar con tu novio."

"No quiero salir de aquí, estoy cansada." Respondí, dejando mi cabeza sobre la pared "Entonces saldré yo y le diré que venga, tenéis que hablar." Respondió "Lo sé, gracias de nuevo Santi, por lo de la mano y lo del consejo." Agradecí "No es nada, me he encariñado contigo, es lo menos que puedo hacer como me dices tú."

"Hasta dentro de un rato." Me despedí "Hasta dentro de un rato. Si necesitas algo estaré a unos pasos de esta puerta ¿de acuerdo?" preguntó "Vale." 

Con eso salió del baño cerrando la puerta a sus espaldas y dejándome sola allí. Acerqué la cabeza a la pared porque las cosas me daban un poco de vueltas y cerré los ojos centrándome en lo que le diría a Alex. 

Un par de minutos escuchó como la puerta se abre y en nada se cierra, haciendo que la corriente que se genera me traiga el aroma de su colonia. Abro los ojos y me fijo en él. Se veía que estaba preocupado y triste, supongo por lo que le dije. Se sentó a mí lado y se quedó mirando para mí un par de segundos.

"Hermosa, lo que pasó con…" empezó, pero solo negué "Lo sé. Sé que no fue tu culpa, solo abrázame." Con esas palabras me abraza y yo me acerco a él todo lo que puedo. Alex me da un beso en la cabeza y yo me voy relajando hasta que llega un punto en el que me quedo dormida.