-¿sabes que número es?- preguntó perspicaz, aquel ser de luz que debía ayudarme.
-por supuesto es 23- respondí con mucha seguridad.
-un número significa más que dos simples caracteres. Solo piénsalo-. Dicho eso desapareció con su haz de luz.
-¡veintitrés!- grite desesperada. Nadie podía escucharme, me encontraba sola, en medio del valle y sin ninguna idea de lo que soy. Piensa. Dijo el ser de luz. ¿Qué es lo único que sé de mí? Mi nombre es... es... no lo sé... 23. La letra 23 del abecedario es la W. no puedo tener un nombre por W, otra cosa, ¿mi nacimiento? Piensa. -¡AHHHHHHH! ¡¿POR QUÉ NO TE APIADAS DE MI?! ¡¿ACASO NO ENTIENDES QUE NO RECUERDO NADA?!-grite al cielo, manoteando en el aire y rogando que el ser me escuchara.
-no debes desesperarte- gire sobre mis talones y me lo encontré allí, mirándome con su tierna sonrisa.
-se supone que debes ayudarme, no desesperarme- le reclame con desagrado.
-bueno hay algo más fácil. Ves ese lago de allá- dijo señalando una gran represa a unos diez metros de mí. Asentí. –ve y mira tú reflejo y dime cuantos años crees que tienes-. Sin dudarlo, corrí. La chica en el agua, tenía el pelo largo, castaño oscuro, ojos cafés, tez blanca. –así es como te veo yo, así es como te ven los demás- afirme un poco impactada de mi imagen, sin duda era guapa.
-23, tengo 23 años. ¿Ese es el significado?-
-si esa es tu edad, pero eso no es lo único que significa ese número- me levanté y lo encare.
-¿Quién soy yo?-
-nosce ipsum- dijo. –Dime el primer color que se te venga a la mente-
-amarillo- respondí rápidamente.
-23, amarrillo. Piénsalo. ¿Qué significa para ti? No volveré hasta que tengas la respuesta- el ser de luz desapareció de nuevo. Me acosté cerca del lago a contemplar el hermoso cielo.
Amarillo. El sol es amarillo. El sol sale para dar un nuevo día. Un día nuevo es un nuevo comienzo, una oportunidad de hacer todo mejor, por lo tanto eso significa amarillo. Veintitrés. 10 letras. No nací un día 23, ¿o si?, no lo creo, entonces, 2 más 3 son 5. Diez más cinco son 15, nací un día 15. Voy de nuevo con el abecedario. La letra 15 es la Ñ, no hay ningún mes por esa letra, entonces la 14 es N y la 16 es O. Noviembre-Octubre. 23 tiene diez letras y Octubre es el mes 10 del año, entonces ese es mi mes.
-¡ser de luz ya tengo la respuesta!- exclamé, levantándome del pasto.
-bien- dijo detrás de mí provocando que diera un pequeño salto de la impresión. -¿qué descubriste?-
- Tengo 23 años, nací el 15 de Octubre en algún año y mi color favorito es el amarillo. ¿Estoy en lo correcto?-
-sí, eso es excelente, ahora que más se te ocurre-
-no sé, ojalá que me alcance la vida para resolver este misterio- el ente se rió de forma chispeante. –lo digo en serio-.
-lo sé querida, lo sé- puso su blanca y radiante mano en mi hombro y con ello sentí mi mente despejada y mi cuerpo sin ningún peso. –descansa- susurró y por un momento pensé que iba a morir, pero mi preocupación desapareció en cuanto perdí la voluntad de mi cuerpo y la conciencia de mente.
***
-producción de medios audiovisuales. Podemos hacer una película y aparecer los tres o los cuatro con Astrid- propuso Andrés.
-sí, sería súper chévere y podemos grabarla en tu casa- recomendó Paula.
-además el escenario sería increíble para hacer la foto de la portada que les digo. El chico la chica y todo eso- Me parecía perfecto para la portada de mi libro.
-pues ustedes me dicen cuándo van a ir y yo arreglo todo y le digo a mi mami-. Los tres nos sonreímos mutuamente.
***
-listo, pero cuando nos graduemos- le dije a Paula mientras caminábamos por la calle rumbo a nuestras casas.
-bueno, promesa por la garrita- respondió ella estirando su pequeño dedo meñique.
-por la garrita- entrelazamos los dedos y luego nos reímos, lo que estábamos a punto de hacer era una locura.
***
No alcanzamos a terminar la cartelera para apoyar al equipo, así que decidimos seguir de largo, Astrid fue a su casa por ropa y luego volvió. Nos trasnochamos terminando la pancarta, pero valió la pena porque fue divertido y ella se quedó a dormir a mi casa, nunca había hecho eso con una amiga. Fue muy chévere.
***
-hora de despertar- susurro una suave voz cerca de mi oído y luego una cálida luz blanca atravesó mis párpados.
-tuve un sueño, ser de luz- le dije y me incorpore para quedar frente al ente.
-eso es bueno y ¿qué soñaste?-
-tres personas y yo. Asumo que son mis amigos o bueno lo fueron en su tiempo, porque éramos muy jóvenes y aun vestíamos con uniformes de colegio-
-dime sus nombres y descríbelos-
-Andrés era un chico alto, piel morena, linda sonrisa y divertido. Astrid, tenía estatura promedio, tez trigueña, el cabello muy largo y una gran chica. Paula era una chica bajita, muy sonriente, cara de niña de 12 años.
-bien y ¿Qué procede?- pregunto el ser de luz.
-eso deberías saberlo tú. Además ¿Qué hago en este campo? Ni siquiera hay una casa o una cabaña.
-bueno no puedes volver hasta haber recordado todo-
-vas a irte otra vez ¿verdad?- asintió y luego desapareció.
Al mirar a mí alrededor lo único que podía ver era montañas. Empecé a caminar y trabajar en teorías por las cuales estaba aquí y observar todo con más detalle.
En este lugar no existía el eco, ni la oscuridad, ni siquiera la luz del sol, todo siempre era blanco y radiante.
Andrés, Astrid, Paula, ¿Quién rayos son ellos? Por alguna extraña razón siento un dolor interno al no poder recordarlos.
Mire de nuevo el extraño cielo, tratando de encontrar algún ave. Inesperadamente caigo al suelo con un fuerte impacto, me siento y miro la razón de mi caída, una piedra, una gran piedra, pero no siento dolor. Contemplo con más detalle la roca.
...-¡SORPRESA!- gritamos todos al verlos entrar, estaba muy orgullosa de mi, jamás había hecho esto.
Paulita me abrazó y me dio las gracias por todo, la fiesta fue todo un éxito y la pasamos genial...
***
...-que esto sea solo el comienzo y no un fin, que el mundo tema ante nosotros y porque no vamos a ser los sometidos, ni los tiranos, pero haremos del mundo lo que soñamos y anhelamos, somos los rebeldes de la sociedad en contra del régimen que ha fallado...- mi mente dejo de escuchar por un momento el discurso de grado, estaba orgullosa de mi, todo valió la pena, todo fue exitoso. -...felicitaciones, lo hemos logrado...- concluyó y nos quitamos el birrete y los lanzamos al cielo. -Esto es solo el comienzo, Ñañela, somos dueños del mundo- dijo Paula a mi lado sonriéndome de esa forma graciosa a la que yo correspondí sin pensarlo.
Salí de mi ensoñación y me puse de pie, seguí caminando y sin poderlo evitar las lágrimas rodaron por mis mejillas, entonces entendí que era lo que estaba pasando.
La razón para que no sintiera dolor, ni hambre, nada, es porque este no es el mundo real, este es el limbo, aunque mis recuerdos no estaban completos y no sabía cómo había terminado en este lugar, estaba segura de que si aún no estaba muerta, pronto lo estaría.
Un día, solo un "día" si así se puede llamar, he estado aquí. Deseo regresar ya, me siento agobiada, desesperada, atrapada.
-ser de luz sácame de aquí- susurre sentándome en el pasto abrazando mis piernas.
-no estás lista para regresar- dijo apareciendo de nuevo el ser de luz.
-déjame regresar por favor- suplique con más lágrimas en mis ojos. –no tengo los medios para recordar lo que soy-
-claro que si, nosce te ipsum...- lo interrumpí con agresividad.
-¡no sé qué significa eso!- me levanté del suelo y le di la espalda. –mejor déjame morir-.
-¿Por qué quieres regresar? ¿Cómo sabes que alguien está esperando por ti?- su pregunta hizo que me girara de nuevo.
-no lo sé, y la verdad es que no estoy segura, pero lo único que tengo claro es que no me quedaré aquí por siempre, cuando vuelva, empezare de cero, así me toque sola-
-te puedo asegurar que estar aquí es mejor que el mundo real- confirmó.
-no me importa, sé que alguien está esperando por mí, lo siento aquí- dije señalando mi corazón.
-sufrirás al regresar-
-sufriré más si me quedo aquí, siendo nadie-
-no tienes necesidad de eso, puedes quedarte aquí, olvidar todo y ser feliz sin preocupaciones- trato de persuadirme, pero lo que yo más quiero es regresar y sin importar las consecuencias.
-soy muy joven para morir, aún no he hecho todo lo que quiero, estoy segura, no moriré y menos si yo puedo impedirlo-
El ser de luz me sonrió de la forma más hermosa que nunca vi, parecía satisfecho de mi respuesta y decisión.
-es hora de regresar-
-¿en serio?- pregunté asombrada, no pensé que fuera a ceder tan rápido.
-si, tienes ganas de vivir y estabas aquí para descubrir lo que eres y quieres, las cosas pasan por algo, y el accidente sucedió porque lo necesitabas-
-¿accidente? ¿Qué es nosce te ipsum?-
-lo descubrirás cuando regreses-. Suavemente todo se fue volviendo blanco y su voz era más lejana. –se fuerte y no olvides lo que eres...-
Un extraño pitido rítmico vino acompañado del fuerte dolor de cabeza y la horrenda luz resplandeciente que golpeó mis ojos. Los apreté fuertemente y luego parpadee varias veces.
-¡oh por Dios!- exclamó la voz de una mujer, extrañamente conocida. –Ñañela ¿puedes escucharme?- claro que podía, pero como responderle. –Parpadea dos veces para sí y una vez para no- tal como ella me dijo parpadee dos veces, la chica me mostró una gran sonrisa, con sus ojos llenos de lágrimas, se acercó y besó mi frente. – espérame un momento voy a llamar a la enfermera- luego salió por la puerta.
El pitido rítmico era mi corazón sonando a través de una pantallita. Tenía dos intravenosas y un cabestrillo en mi cabeza.
Sobre el marco de la puerta había una frase en letra cursiva y en color verde. "NOSCE TE IPSUM" y debajo estaba su traducción "CONOCETE A TI MISMO". Sonreí y recordé al ser de luz. No sabía el tiempo real en el que estuve en coma, pero la vida me dio una nueva oportunidad para vivir y no pienso desperdiciarla, estoy dispuesta a todo.
...ESTO ES SOLO EL COMIENZO...
Paula.