Kaíl se ve obligado a detener su ataque pues el arma de su rival tiene mayor alcance que la del , que este le contraataca al ver que se le hacerca y continúa con más ataques obligando al rey a tomar la defensiva hasta que aprovecha uno de estos esquivos para arremeter nuevamente pero acaba recibiendo una patada en el pecho por el forzudo que estaba a la espera de que este realizace algo por el estilo.
Kaíl responde varios hasta caer sentado y le dice su adversario a modo de burla:
-¿¡ Acaso pensaste que iba a caer en una de esas !?
-¿ Por quién me tomas ?
-¿ Soy Hilgezem , héroe de la batalla de Yimut donde vencí a más de cien bárbaros yo solo ?
-Prácticamente estoy jugando contigo para entretenerme más tiempo.
Después alega decepcionado:
-Mejor guerrero de Koria , baf , puras patrañas.
-Me he enfrentado a mejores soldados desde que Urum comenzó a ocupar estas tierras.
-A mi parecer te han sobrevalorado por el simple hecho de ser un noble.
Kaíl se siente ofendido y le responde:
-Hasta el momento me he abstenido de emplear mi habilidad mágica por lo agotadora que resulta su uso.
-Siempre me la he reservado solo para situaciones difíciles y ahora mismo estoy en una.
-Reconosco que te he subestimado al pensar que te podría vencer sin dar todo de mí.
-Pero eso ya se terminó , voy a acabar contigo de una vez por todas.
Entonces comienza a surgir alrededor del cuerpo del líder un aura dorada que se materializa en una armadura algo traslúcida y su espada comienza a emitir un brillo del mismo tono.
Hilgezem comenta con escepticismo:
-Todavía piensas que eres capaz de vencerme a pesar de que te he demostrado que soy muy superior a tí.
-¿ Acaso crees que yo no cuento con una habilidad mágica ?
-Pues te equivocas , ahora vamos a tener un enfrentamiento de verdad.
El espigado hombre sostiene su arma frente a él y esta se torna líquida que se derrama en el suelo para después comenzar a recubrir su cuerpo al igual que su armadura , también todos los objetos de metal en las cercanías hacen lo mismo.
Hilgezem se encuentra recubierto completamente por una segunda piel de hierro fundido que hace que sus manos se transformen en cuchillas.
Luego le pregunta a su rival desafiándolo:
-Veremos si tú espada es capaz de atravesar mi piel de hierro , digo si no es que te mato antes de que lo hagas.
Kaíl:
-Te vez muy confiado en tu piel de armadura como para enfrentarte a un guerrero mágico.
-Deberías ser más precavido al subestimar a alguien.
Kaíl ataca realizando un tajo al aire en dirección a su contrincante que le lanza un haz de energía.
El imperial no se molesta en intentar defenderse confiando en el blindaje de su segunda piel que fácilmente es cortada por el ataque.
Este comenta sorprendido a la par que se cubre la herida con su mano que la libera del hechizo que le daba forma de espada:
-¿¡ Pero cómo es posible que un simple ataque de energía fuera capaz de penetrar mi piel que ha resistido hasta impactos de ballesta de asedio !?
-Aunque me hayas herido no significa que estoy acabando , al contrario , me siento más motivado al enfrentarme a un rival digno.
Seguidamente la profunda herida es cerrada por el líquido metálico de su piel y una vez hecho esto le habla a Kaíl:
-Me hiciste bastante daño pero vas a necesitar algo mejor si quieres evitar que te corte la cabeza.
Kaíl:
-No te preocupes el que saldrá decapitado aquí serás tú.
Este último envía dos ataques seguidos de energía como el primero que son interceptados por su contrincante y ambos comienzan el combate cuerpo a cuerpo.
El rey dirige su espada intentando apuñalar a su rival que desvía con una mano y contraataca con la otra que es desviada también por el noble que extiende su mano al frente y le envía un rayo de energía que le atraviesa el pecho dejando un agujero en el que se puede apreciar el otro lado.
El gigante no muere en el acto y se queda agonizante en el suelo que su vencedor le dirige sus respetos:
-Eres un gran guerrero , tengo que reconocerlo.
-Algo engreído pero con razón para ello , es una lástima que el destino nos haya situado en bandos opuestos y obligarnos a tener que combatir.
-Eres uno de los rivales más fuertes a los que me he tenido el gusto de enfrentar.
El imperial termina muriendo y los defensores se repliegan al interior de su fortaleza que el ejército invasor prefiere mantener distancia para no ser alcanzado por el fuego de los arqueros.
En ese momento Kaíl que regresa a su trono es recibido por su esposa que le dice:
-Querido , no sabes cuán preocupada estaba de que no regresaras a mi lado.
-Pero nunca perdí la confianza en que nadie sería capaz de vencer al mejor guerrero de Koria.
El rey responde preocupado:
-Hoy no morí , pero estuve muy cerca.
-Al punto que me atrevo a decir que ella no acabó conmigo por el simple hecho de que los dioses no lo quisieron así.
Su esposa le pregunta asustada:
-¡ Ella ! , ¿ una mujer es más fuerte que tú ?
-¿ Pero cómo es eso posible ?
-¿ Acaso será una semidiós ?
Kaíl:
-No sé si lo será o no , pero lo que sí sé que nunca me había enfrentado a un rival tan por encima de mí en cuanto a su habilidad de combate como en fuerza.
-Sinceramente en ella está la posibilidad de que seamos derrotados si logra cruzar nuestros muros con sus hombres.