Chapter 24 - 24:Prueba IV

Imir:

-Eso muestra que es más que obvio que vamos en la dirección correcta.

-Nada nos va a impedir que acabemos con su miserable vida , no importa cuantas trampas haya dispuesto en el camino , solo tenemos que ir precavidos para no caer en ninguna-lo comenta mientras envaina su espada y toma una rama para ir comprobando el terreno a la par que abanza-

Poco después la bara de Imir deja al descubierto un agujero de considerable profundidad con estacas de punta en el fondo y cubierto perfectamente con ramas y hojas.

En el fondo de la trampa se encuentran como es de esperar algunos cuerpos empleados por haber caído en esta de hace como mínimo un año.

Imir dice con seguridad tras haber comprobado el interior del agujero:

-Por aquí no ha pasado ningún slayer recientemente.

-Ya que en esta trampa hubiera caído cualquiera que pasase por aquí que desconozca la existencia de ellas en este sitio.

-Además de por la prontitud en que encontramos esta , eso quiere decir que hay muchas más ahí delante.

Los jóvenes continúan su trayecto y como predijo Imir no para de darse cruce con más trampas de diferentes tipos como de las que te incrustan estacas en el pecho nada más pisarlas al salir de debajo de la capa de hojas en el suelo fijadas en un madero que se precipita contra el explorador incauto.

También se encuentran con otras de un mecanismo similar al anterior pero golpea desde un lado , oculto dentro de la malesa y ramas de los árboles.

Tras haber sorteado todo el entramado de artimañas para impedir el paso se sitúan frente a la entrada de una gigantesca caverna que de a poco se va precipitando en vertical , desde su interior sale un aire frío y húmedo que hiela la piel. Se puede sentir si se escucha con atención el constante goteo de agua en el interior que a pocos metros de la entrada se pierde completamente la visibilidad. Enormes estalactitas y estalagmitas se funden muchas veces en una sola obstruyendo el paso a algunas secciones del lugar , pero el inquilino del lugar ha despejado una ruta segura rompiendo toda formación de roca alcalina con sus manos.

Leo comenta tras haberse comprobado sus sospechas:

-Lo sabía , solo podía ser posible que se adentrara en una curva como para desaparecer de esa forma.

Imir observa detalladamente el lugar que para él parece la entrada al infierno y le sugiere a su hermano:

-Deberíamos preparar unas antorchas si queremos entrar ahí.

-Es más que obvio que allá dentro no podremos enfrentarnos al ogro.

-Vamos a tener que hacerlo salir , pero para ello primeramente lo tendremos que encontrar.

-Así que está de más ir con todo nuestro equipo que nos hará más lentos a la hora que le vallamos a atraer a la salida.

Leo:

-¿ Y entonces que propones para dejar aquí ?

-Porque la armadura es sumamente necesaria para protegernos de algún golpe leve que nos logre hacertar esa cosa , además que si caemos en algún desfiladero allá abajo , evitará que no nos hagamos tanto daño.

Imir:

-Estas en todo lo cierto , la armadura es sumamente necesaria pero el escudo y la espada no , ya que el combate no se efectuará allá abajo sino aquí fuera.

Ambos hermanos dejan la parte de su equipo que les es innecesaria y dan inicio a su expedición a las entrañas de la tierra , después de preparar cada uno si antorcha a partir de fragmentos de ropa de los cadáveres y corteza de pino.

Se ven obligados a descender el desfiladero de la entrada por algo que parece unas escaleras de forma natural en un costado.

Ya una vez en el interior , prenden sus antorchas y comienzan su búsqueda guiándose por las zonas en donde no están cubiertas por el musgo , que es claro indicio de que por ahí transita frecuentemente su objetivo.

Ya los chicos están seguros de que están muy cerca de donde duerme el ogro cuando se encuentran más cadáveres en el lugar , pero en una cantidad intimidante que recubren el suelo en su totalidad.

De forma sorpresiva se puede oír un sonido que proviene de una desviación , a lo que Leo pregunta en voz baja:

-¿ Será él ?

Imir responde igual de precavido:

-Dalo por seguro.

Leo:

-Parece como el sonido de que estuviera masticando algo.

Imir:

-Eso parece y si así fuera ya te vienes imaginando lo que se está comiendo verdad.

Caminan sigilosamente hasta la ubicación de donde procede el ruido y comprueban lo que había asegurado Imir.

-Además que poco a un lado hay una jaula rústica a partir de ramas de los árboles con tres chicos todavía vivos que se cubren la cabeza con las manos para no percibir como la bestia se come a sus compañeros.

El ogro que es una horrible criatura obesa , de una estatura aproximada a los quince metros , de cuatro brazos , faltándole cuatro dedos en una de esta y con incontables cicatrices por todas partes , además de poseer un macabro collar de cráneos humanos que se encuentra devorando los cuerpos sin vida de un par de aprendices.

Leo estalla en ira , toma una roca y la arroja contra la criatura que inmediatamente se da la vuelta y después de emitir un rugido ensordecedor se aproxima hacia los hermanos a toda prisa.

Los prisioneros al ver a los chicos les gritan:

-¡¡ Corran , lárgense de aquí !!

-¡¡ No intenten enfrentarlo que será su fin !!

-¡¡ Huyan por sus vidas !!

Los jóvenes corren lo más rápido que pueden hasta alcanzar la salida que Imir es el que tomó la delantera , alcanza su espada y sosteniéndola con ambas manos ataca la mano de la criatura , cortándole dos de sus dedos , ya que esta estaba próxima a atrapar a Leonard que apenas salía de la cueva.

El monstruo retrocede su mano adolorido para atacar nuevamente con otra de las suyas hacia Imir con un manoplazo que este esquiva rodando a un costado y arremete contra la gigantesca mano justo en la articulación de la muñeca cortándola en su totalidad.

El gigante retira su brazo y trata de atraparlo inútilmente ya que Imir salta dando un giro en el aire para librarse.

En este momento Leo menciona con firmeza después de haber tomado su espada:

-¡¡ Imir ya es el momento de acabar con este malnacido !!

-¡¡ A por sus piernas !!-dice al mismo tiempo que abmos inician un ataque simultáneo por ambas extremidades.