Era totalmente extraño, cabía perfectamente en la palma de una mano, aquella mini tarta aparte de estar en buen estado podía pronunciar palabras.
Oye niña, cómeme — Dijo la mini tarta acercándose hacia Catharine con unos pequeños brincos — tengo buen sabor.
Okey — Su decisión fue rápida, Catharine ni siquiera lo penó dos veces, respondió alegre y se agachó para tomar la mini tarta.
Oye, oye, oye — Ercik se puso al frente y dijo — ¿Acaso planeas comértelo de verdad? Piénsalo bien — Disgustado por esa idea Erick quería que si amiga entrará en razón.
¿Qué tiene de malo? Se ve delicioso jeje~ — Dijo Catharine y mientras pensaba en el sabor se le hacia agua en la boca.
Tu eres idiota? — Dijo Erick — Ni siquiera sabes que es o de donde provino y aún así planeas comértelo?.
Catharine asintió torpemente con la cabeza, sus mejillas hinchadas la hacían ver adorable, pero para Erick esa mirada le enseñaba lo torpe que su amiga podía llegar a ser.
Erick miro la tarta en el suelo y la tomo con su mano.
No voy a dejar que te comas esta cosa rara — Dijo Erick y se echó a correr con la mini tarta en su mano.
¡¿Heee?!, ¡Espera! — Catharine sorprendida por esa decisión fue tras Erick a toda velocidad.
Oye, también tengo sentimientos sabes? Puede que no tenga ojos, brazos o piernas como ustedes y solo sea masa dulce con frutas, pero tengo sentimientos — Respondió la mini tarta hacia las insultantes palabras de Erick y grito enojado — ¡No soy algo raro con lo cual puedas jugar!
Guarda silenció! — Dijo Erick enojado mientras huida de su propia amiga.
Ug, solo puedo ver maldad en tu corazón tu no mereces mi sabor — Dijo la tarta enojada y al siguiente intante intento liberarse de las manos de Erick moviéndose de un lado hacia el otro.
¿He, he? No te muevas — Erick intente por todos los medios mantener a la tarta quieta pero para ser pequeña tenía una increíble fuerza.
¡Erick, dame esa tarta! — Grito Catharine aproximándose por atrás.
¿Huh? — Para cuándo Erick se dio cuenta Catharine se lanzo hacia el tumbando lo y quedando encima de su espalda.
¿Q-que estás haciendo? — Dijo Erick algo adolorido por la caída.
¡Dame esa tarta, tengo hambre y es la única que queda! — Dijo Catharine quien intento tomar la tarta por la fuerza.
Te compare otras — Con un último intento de que Catharine entrará en razón Erick menciono esas otras tartas.
Sin embargo…
¡No quiero, yo quiero esa! — La terquedad de Catharine no parecía tener fin, no quería cambiar de idea.
En ese momento una tonta idea cruzo por la mente de Erick, trago saliva y dijo — Entonces…
(Espera, tú no puedeeees!) — Fue lo último que pensó la mini tarta antes de ser devorada de un solo bocado por Erick.
¿He? — Erick no podía creerlo, en el momento que la tarta entro en su boca sintió un sabor totalmente desconocido, era dulce y exquisito.
Tu… Te comiste mi tarta! — Exclamó Catharine — Era mía y tú te la comiste, eres un muy mal amigo — Catharine parecía romper en lagrimas, realmente quería comerse esa tarta.
Mal amigo? Lo hice porque estaba preocupado por ti y ahora tal vez muera por comer esa cosa extraña! — Dijo Erick agarrando su cabeza desesperado.
Erick, solo era una tarta no vas a morir por eso ¿Eres idiota? — Dijo Catharine torpemente cruzando ambas manos formando una cruz.
No estoy exagerando y no soy idiota! — Dijo Erick rojo del enojo — Quien sabe las horribles cosas que me puedan pasar por comer esa cosa extraña. — Con solo pensar en esas cosas su expresión decayó y su rostro se volvió pálido por el miedo.
"Ya te dije que no soy algo extraño con lo cual debas jugar mocoso"
¿He? — Erick escucho una extraña voz dentro de su cabeza y era muy similar a la aguda voz de aquella tarta.
"Haaaaa, yo quería a esa linda niña, pero da igual tendré que conformarme contigo"
¿A qué te refieres con eso? — Erick miro en todas direcciones en busca de esa voz dejando confundida a Catharine quien la miraba fijamente.
¿Hum? — Catharine inclinó su cabeza a un costado y miro fijamente la frente de Erick.
Algo extraño y colorido empezaba a tomar forma en su frente, solo que Erick no parecía darse cuenta.
Erick, siempre tuviste esa marca en la frente? — Dijo Catharine confundida.
¿He, que marca? — Pregunto Erick quien aun seguía escuchando esa voz, tocó su frente y en el momento de hacerlo sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo.
Al siguiente instante un extraño círculo iluminado se expandió a lo largo debajo de ellos.
Hoooo, que es esto? Sorprendente — Los ojitos de Catharine brillaron de la emoción al ver el extraño círculo mágico bajo sus pies.
Extraños símbolos aparecieron dentro y alrededor del círculo, Erick sintió un mal presentimiento al verlos y estiro su brazo intentando sostener la mano de Catharine.
Sin embargo, la luz cegó su mirada, el tenue brillo lo cubrió todo y cuando Erick se había percatado la imagen frente a sus ojos había cambiado.