{11 de agosto}
Estas dos semanas las pasamos en mi país, fuimos a comprar música, mucha música y artefactos eléctricos para la casa en Barhnun. Elisa me pidió ir encarecidamente a comprar libros, demasiados libros, ella es muy curiosa e inteligente, por lo que al final hemos comprado cientos de libros de muchos temas. Drivna me pidió ir a ver a un herrero que arreglara su armadura, en realidad no sabía que existan aún herreros en una ciudad moderna hasta que encontramos algunos cerca a donde vivía, fue muy difícil decirles como conseguimos esa armadura.
Ryu por su parte quería ir a otro país volando, le dije que para la próxima vez iríamos a otros países para que conozca este gran mundo. En Gantoria ha viajado mucho durante los 1000 años que estuvo exiliada de Orimpus. Solo fuimos al zoológico y a los museos para que vea un adelanto de lo que veremos cuando viajemos por el mundo.
Este es el último día en la Tierra antes de regresar a Mon e ir a Barhnun, por lo que solo quiero relajarme escuchando la música y catalogándola.
[¿Qué escuchas David?], me pregunta Elisa mientras sostiene un libro de historia.
[Aquí dice … Octava Sinfonía de Beethoven. Ah es una de esas, no sabía.]
[Tienes razón, pero ¿Cómo es que la escuchas sin saber qué es?]
[Bueno, es cierto que no sabía que era, pero ahora ya lo sé. No suelo escuchar música clásica.]
[Por alguna razón siento algunas emociones al escucharla.]
[Es normal, la hizo un genio. No sé mucho de él, pero fue un genio en su época.]
[¿Hace cuánto?]
[No estoy seguro, creo que fue hace más de 200 años. No pierde su encanto. Aunque no sea un versado en música me gusta. Veo que sigues leyendo historia.]
[Es muy interesante la historia de este mundo.]
[Es cierto, pero solo tómalo como referencia, esa historia la escribieron personas de su época por lo que es sesgada. Aún así es la mejor referencia que tenemos de la historia. ¿Tienen libros así en Bahrnun?]
[En el palacio había muchos libros de conjuros de poder natural, leyendas de la fundación del reino y biografías de los reyes. En estas estaba la historia, pero noté que eran muy favorables al rey por lo que puede que hayan sido manipulados los hechos que se narran.]
[Eres muy observadora, y le preguntaste a alguno de tus profesores o a tu padre.]
[Lo intenté, pero ellos solo repetían lo que decía el libro así que ya no les volví a preguntar. Mi padre nunca intento hablar conmigo, solo hacía caso a los príncipes y a Catalina por ser esposa del príncipe del Imperio… ¿Ya terminó?]
[Todo tiene su final nada dura para siempre… aun hay mucha música por revisar ¿quieres quedarte?]
[Claro que sí. Solo me quedaré leyendo.]
Así pasamos la mañana escuchando música, traté de solo buscar música clásica para no interrumpir su lectura, además parece que le gusta, mueve sus pies con el ritmo de las canciones.
Por la tarde, luego de almorzar, Drivna se me acerca, aún ando revisando los cientos de canciones que compré. Entra cuando estoy escuchando la Cabalgata de las Valquirias de Wagner, solo se queda en silencio hasta que termina.
[¡Qué hermosa canción! Realmente me llegó al alma, con una canción así podría salir a luchar en la batalla.]
[No estás muy lejos de lo que representa.]
[Me tienes que dejar ese tipo de canciones.]
[Ya tengo el pedido de Elisa, lo he llamado Antología para lectura.]
[Bueno, ¿Qué esperas para hacer una para mí?], dice viéndome de forma muy coqueta, me derrito al verla así.
[Está bien. Buscaré canciones parecidas. ¿Qué tal esta?], digo mientras reproduzco la novena sinfonía de Beethoven.
[Es un poco lenta ¿no?]
[Espera a que se pone buena.]
[Es más para una celebración, así que agrégala.]
[Claro, mi señora.]
[Así me gusta.]
Así nos quedamos casi toda la tarde escogiendo música para el tiempo que tenga que pasar en el castillo de Mon para dirigir la isla.
Por la noche, no falta mucho para terminar, estoy revisando otros géneros. Cuando entra Ryu suena una canción bastante como ella, sensual. Una salsa muy sensual, Procura de Chichi Peralta. Tan pronto como la escucha, se empieza a mover al ritmo de la música y me levanta para bailar y sube el volumen de la música.
[No soy bueno bailando.]
[No importa, yo menos, pero con esta canción y contigo no importa.], su mirada acelera mi corazón. Siento las hormonas de la juventud encenderse.
No me queda de otra que intentarlo, al menos trato de no decepcionarla. Cada movimiento que hace es atrayente, esta noche ella es muy seductora, nunca la había visto asi antes.
Una vez que termina la canción no me suelta, sabe que va a seguir otra. Sigue Amor Narcótico.
[Me encanta esa letra. Tu amor es tan apático… tan impredecible… porque te quiero así…así], sigue bailando y cantando sensualmente con una sonrisa tan … difícil de expresar con simples palabras, solo verla hace que me enamore más.
Justo después de esto entran Drivna y Elisa que se unen al baile.
Y la siguiente canción sigue, La vida es un carnaval de Celia Cruz.
[Ay, no hay que llorar que la vida es un carnaval y las penas se van cantando...]
Por alguna razón las 3 bailan, al menos Drivna y Elisa lo intentan y vamos coreando la canción mientras bailamos, casi es una pequeña fiesta en el salón.
Una vez terminada la canción.
[¡Nunca me divertí tanto!], dice Elisa, claramente emocionada.
[¡Yo tampoco!], dice Drivna.
Esa canción siempre llama a la alegría, es lo bueno de la música. La vida sería muy triste sin eso.
[¡¿Qué esperas que no agregas eso a mis canciones?!], dice Drivna.
[¡A mí también!], replica Elisa.
Me doy cuenta que Ryu se ha retirado de la sala sin decir nada.
Luego de agregar muchas canciones a sus canciones se van contentas a sus cuartos. Me preocupa Ryu, está en el patio viendo el cielo nublado de mi ciudad.
[Ryu, ¿estás bien?]
[Sí.], dice mientras seca una lágrima de los ojos.
[¿Qué sucede?]
[Es que todo estaba tan bien, ojalá siempre sea así y que nunca termine. Sé muy bien que no será así.]
[No sé que decirte.]
[Es difícil para ti entender, pues solo has vivido una decena de años, pero esta sensación de felicidad no la siento hace cientos de años.]
[Con tu clan ¿no? Lo que me mostraste.]
[Sí, nosotros como dioses estamos acostumbrados a despedirnos de los mortales, por lo que no nos apegamos tanto. Con ellas siento lo mismo que con mi clan, pero contigo es diferente, es más profundo.]
[¿Sabes que no viviré por siempre?], digo mientras miro el cielo.
[Eso es lo que me aterra, lo peor es que vas al frente de batalla en una guerra. ¿Acaso no tomas en cuenta mis sentimientos o los de ellas?]
[Yo… no pensé en eso.]
[Tu muerte les afectaría mucho como a mí.]
[Eventualmente lo superarán, así como tú. La muerte es parte de la vida, no puedo hacer nada más que intentar no morir, pero al final lo haré. Suena frío, mas es la realidad y ya lo acepté hace mucho. Claramente no quiero morir.]
[Solo no quiero que te arriesgues tanto. Te lo dije, para mí eres especial.]
[Y tu para mí también, pero que no quiero depender tanto de ti. No deseo una relación de ese tipo, en la que me proteges de todo.]
[Solo no te quiero perder…], dice mientras me abraza fuertemente.
[Sabes que alguna vez lo harás. Solo te pido tener más espacio y dejarme desarrollarme.]
[Yo… lo intentaré. Pero no me pidas que te deje ir tan fácilmente.]
[Está bien.], digo mientras le beso en la frente.
[Será mejor entrar, hace frío aquí y no hay estrellas.]
[Vamos a descansar, mañana tenemos que regresar a Gantoria.]