Mientras me levanto, se escucha el anuncio de la entrada de alguien de la realeza.
~[Ingresa Su Majestad el Príncipe heredero del Imperio Sakkart, héroe de la humanidad, Draco Sakkart y su esposa Su Majestad la Princesa del Imperio Sakkart, la mujer más bella de Barhnun, Lynn Barhnun.]
Veo el rostro de alguien a quien no he visto en mucho tiempo desde que se fue. A diferencia del resto de personas que están en el restaurante por la impresión no me levanto en respeto.
De pronto un par de guardias me toman por los brazos y me hacen pararme, yo aún en mi asombro me quedo paralizado. Por mi mente pasan todas las experiencias que vivimos, como nos conocimos, el día que nos casamos y el día que se fue. Algunas lágrimas caen por mis mejillas e intento caminar hacia ella, pero ambos guardias me detienen. Ahí es cuando noto que el resto de presentes me miran con desprecio.
Los guardias me levantan, me llevan a afuera y me lanzan a la calle. Aún confundido veo por la ventana a alguien que me mira desde dentro con lástima, es Lynn o mejor dicho Catalina.
Después de esto, regreso a mi cuarto en el hotel sin darme cuenta. Siento como si hubiera salido mi alma y me quedo dormido en la cama.
{26 de junio}
Al día siguiente temprano Ryu me despierta con un beso en la frente, me mira como si me intentara levantar el ánimo. Lo primero que recuerdo es lo que vi anoche y trato de recomponerme de nuevo. Debo ordenar mis pensamientos, hoy empieza el torneo y hay algo más importante, no sé a que hora llegó ni lo que hizo con el duque.
[Buenos días Ryu.], digo aún con la voz algo resquebrajada.
[¿Te sucede algo Enrique?]
[No, solo estaba preocupado por ti. ¿Cómo te fue con el duque?]
[Pude sacarle información importante de la invasión a Mon.]
[¿Te llamó para…?]
[Ya lo sabes, lo que todos los hombres quieren.]
[¿Y como terminó?]
[Tan pronto como entré sentí que había lanzado un conjuro afrodisiaco. Así que hipnoticé a su mayordomo y al duque. Le pregunté todo sobre la invasión a Mon. Luego, bueno dejé que cumpliera su deseo … con el mayordomo.]
[¿¡Qué!? Entonces cuando se despierte …]
[Habrá hecho lo que quiso. ¿Qué más podía hacer?]
[Bueno, lo hecho, hecho está. Quisiera ver su cara cuando se despierte a lado de su mayordomo. Ja, ja,ja,], simplemente no paro de reir.
[Eres un poco sádico.]
[Se lo merecen.]
[¿Ocurrió algo cuando viniste? Te vi durmiendo con la ropa de la cena y tenías los ojos hinchados.]
[No, bueno… Ella estaba allí.]
[¿Quién?]
[Catalina, ella estaba ahí con … su esposo el príncipe de Sakkart.]
[¿No había fallecido? No entiendo, dijiste que murió.]
[Sí, en un accidente con sus padres. No sé que sucede, simplemente es imposible.]
[¿No te habrías confundido?]
[Estuve casado con ella, claro que la conozco. Cada centímetro de su cuerpo, aún lo recuerdo. Es imposible que me equivoque.]
[Por eso estabas así.]
[Sí, fue como si todo mi mundo se cayera. Ver a la mujer que amaste por años y que te juró amor por siempre en manos de otra persona y que siquiera te reconozca. Yo no sabía que hacer.]
Ella me abraza y siento su calor.
[Sabes que nunca te haría algo como eso.]
[Lo sé. Aún así es doloroso.], digo con los ojos llorosos.
Nos quedamos unos minutos así, hasta que me recupero.
[(Suspiro)… Es hora de partir, aunque ya no se si quiera ganar esta competencia, creo que ya sé demasiado de Catalina.]
[Tengo información de la invasión, pero necesitamos corroborar. Mientras todos estén pendientes de las competencias, yo verificaré lo que me dijo. No tenemos mucho tiempo, si lo que me dijo es correcto, ya están terminado las preparaciones y nos atacarán antes de lo previsto.]
[Muy bien. Iré.]