De pronto me da un beso en la boca sin avisar. Estoy perplejo, pero siento algo raro como si estuviéramos conectando. No es lo que uno podría pensar.
[Maestra ¿¡Cómo pudo!? Acaso quiere …], se escandaliza Drivna
[Eso estuvo bueno, no es la primera vez que lo haces ¿no?], dice la dragona relamiéndose los labios.
[¿Qué pasó?], digo confundido.
[Ya está, ahora no puedes separarte de mí.]
[¿¡Qué!? ¿Cómo?]
[Mi maestra ha hecho un contrato contigo.]
[Estás bajo mi protección, es … ¿Cómo decirlo? … Estamos como … casados. Sí, esa es la palabra.]
[¡¡Queé!! ¡¡Espera … ¿qué?!!, ¿Cómo me sucede esto? Al menos deberíamos conocernos más, ir a pasear al parque.]
[Bueno, lo hecho, hecho está. No hay vuelta atrás.]
Drivna me abraza y consuela, no sé qué hacer. Se supone que no estaba preparado para casarme en un tiempo y de la nada termino casado. ¿Qué clase de mundo es éste?
Llegamos a Fan en silencio absoluto, Daniel y Dugoi se acercan. Yo solo camino como un fantasma entre ellos, no saben qué sucedió. Me ven y se acercan a Drivna y, ¿Cómo decirlo sin que me duela?, mi esposa. No puedo creer lo que sucede, sin avisar y zas estás casado, este es otro mundo, pero…, pero…, ah… no hay nada que hacer, no hay forma de romper el contrato ¿o sí?, al menos debería ser voluntario. Siento que nada será lo mismo.
[David … ¡David! Despierta]
[¿Ah…?]
[¡David!]
Siento que alguien me habla, sigo en un estado de letargo creo.
[¡David! Llévenlo a su cama.]
Así me quedo dormido.