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Creepytasta-El heladero payaso

Brylex
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Chapter 1 - El Heladero Payaso

Buenas noches señores y señoras. Hoy les contaré una historia que fue narrada a mi…

Erase hace muchos años en  un día como este,  un 16 de septiembre de 1987 en la Ciudad de Cuenca en una casa de la parroquia ubicada en San Sebastián, donde vivían mis tatarabuelos y sus hijos que la tienían difícil para sobrevivir en aquel tiempo. Eran tres hermanos una mujer y dos varones. La joven tenía 17 años y el joven 16 años y otro era un niño de 11 años. 

En un día de mucho sol, los tres hermanos fueron al parque a pasear, y en eso el menor escuchó un carro de helados, el menor insistió en ir a ver helados, y así ocurrió. Un hombre vestido de payaso se asomó de la cabina del camión para la venta de helados. El niño hizo una cara de temor hacia el vendedor de los helados, pero el hombre se le acercó al niño, y sonriéndole le dijo:

    -Te regalo un helado.

El nino dijo:

    -Mis hermanos me dijeron que "cuanto por el helado?"

    -Ustedes tres son especiales…

Los tres hermanos recibieron un helado por regalado. 

Al día siguiente, los tres hermanos oyeron el carro de los helados, a ellos les fue indiferente, pero el heladero payaso les llamó, y asimismo los tres hermanos recibieron un helado por regalado. Al cerrar la cabina, el payaso esbozó una sonrisa macabra.

Los tres hermanos, que a pura  pata iban, fueron ofrecidos un aventón a su casa por parte del heladero payaso en su camión.

El camino era largo, exhaustivo. Y en la cúspide de un rompevelocidades, la más mayor pregunta:

    -y por qué usted se pinta de payaso?

El señor queda callado, mete aire y saca un suspiro. Mete aire...

    -La pintura colorida cubre mis cicatrices, cubre mis tristezas, cubre mis verdaderas intenciones, cubierto como payaso atraigo a los niños para que jueguen conmigo…

Las pestañas de los tres hermanos caían. Hasta que quedaron completamente…

Los dos mayores se despertaron a la par de la carretera. Se miran entre sí preguntándose por el más chico. Pensaron que el menor no estaría lejos hasta que se dieron cuenta que estaban en medio de la nada.

Desesperados buscaron el camino a casa. Llegaron y contaron a los padres lo sucedido. Pálidos y paralizados del susto fueron a la jefatura policial a reportar la desaparición. Afortunadamente recordaron el número de placa, desafortunadamente en la base de datos aparece que el camión estaba a nombre de "Im'iensut Te Interficiemuste." 

Dos días después, en las noticias se dio un reportaje de la desaparición de cinco niños más, misma situación de camión de helado.

Los mayores, tanto por órdenes como por culpa, se pusieron en busca del hermanito. Eran cinco dias después de la desaparicion, y hallaron el camion en el sector del Rio Amarillo, en una casa abandonada. Los hermanos se acercaron en la camioneta del papá. De lejos avistaron al heladero payaso. El payaso se dio cuenta de que fue visto por los hermanos del primer secuestro. El payaso solo se mete al camión de helados y arrancó y se dirigió a ellos a toda velocidad. Los dos hermanos, confundidos tratan de alejarse. El payaso heladero solo se acercó más. Los dos hermanos se dieron en cuenta lo que el payaso quería, y de desesperación encontraron en la parte de detrás del asiento el rifle de casa de papá, cargado. Le dispararon al payaso, tiro certero en la cabeza. El camión de helado se detuvo. Los hermanos bajaron de la camioneta y hasta vomitaron con lo que vieron: En jaulas, hubieron niños ya inertes. Cinco de los cuerpos estaban con el abdomen como puertas abiertas de par en par, sus rostros todavía gritaban con miradas huecas, pues ya no tenían los ojos, y también estaban vacíos por dentro y fueron despellejados. Su piel estaba en el techo, cosidos unos a otros.

En otro cuarto hallaron a su hermano menor, crucificado de cabeza también sin ojos, también abierto de par en par. Le faltaban los intestinos, el estómago, el hígado. Aún estaban los pulmones que colgaban en su caja torácica, al parecer le cortó  la columna vertebral, hasta se dice que le sacó unas vértebras. A lado están libros escritos en otro idioma.

La canción del camión de helados empieza a sonar. La puerta del camión se cerró de forma estruendosa. Pasos se acercan a la casa.

La mayor se mete debajo de la cama, el segundo se mete en un armario viejo con muchas telarañas. Ambos pudieron ver al payaso heladero entrar sangrando a borbotones de la herida de bala. Este agarra la cabeza y la despoja de uno de los niños y de un bocado se lo traga, el cuello se le expande y se contrae como si fuera una serpiente con un conejo grande. La herida en plena frente sana. Ambos hermanos quedaron fríos. El payaso entra al cuarto donde estaba el aparente sacrificio. 

    -Se que estan aqui! Temerosos y condenados por la muerte.

Las piernas de la mayor le temblaban. El segundo estaba demasiado quieto. El payaso abre las puertas del armario y el cuerpo congelado se desplomó al suelo hecho pedacitos. 

    -El armario maldito funciona mejor de lo que espere, si funciona con los vivos mejor será con los muertos- El payaso gritaba ya que sabía que lo escuchaba la que estaba viva aun.

El payaso se arrodillo frente al crucifijo de cabeza, y con una mano en un libro extraño que agarro, empezó a decir cosas en un idioma parecido al español pero no tanto, quizás era latin, ahora que se le piensa. El payaso agarró el corazón dentro de la caja torácica del hermano menor, se lo tragó, y a lo que terminó regurgita un corazón más grande y aparentemente más viejo que se hizo polvo. Y empezó a acostarse hasta que se quedó dormido.

La chica vio esta como la oportunidad de correr. Arrancó la camioneta del padre y fue al precinto policial. Desesperada contó todo lo que vio. Los policías fueron a presenciar lo que la muchacha dijo. Se encontraron con una casa abandonada cualquiera sin nada raro a excepción de unos libros en latin.

Nunca hallaron al payaso heladero.

Se dice que todavía, en la actualidad, el payaso vende helados por ahí a los más débiles, crédulos y vulnerables.