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Habían pasado el tiempo, tener que recibir instrucción por parte de los sacerdotes era escuchar [ En aquellos días creíamos que un héroe muerto al servicio de un señor poderoso o
sacrificado en homenaje de una alta divinidad, aseguraba una vida sempiterna en el más
esplendoroso de los mundos del más allá, en donde sería recompensado y agasajado con
bienaventuranzas por toda la eternidad...] —habla aquel viejo andrajoso al que llamaban sacerdote.
Según el anciano; morir en nombre de los dioses, haría ganarte un favor y volverte una especie de semidiós.
No estoy seguro si esto es verdad, pero no puedo refutarlo. Yo soy de otra época y fui convocado al pasado para... ¿Que exactamente? No lo sé.
Estaba algo distraído cuando el anciano comenzó a hablar de las bendiciones.
[Nuestro único mundo recibe de los dioses el pädi.] —explico mientras formaba una esfera blanca la cual se convertiría en una pequeña daga.
[Pädi- "sacrificio".] —Una daga ceremonial con una cubierta de cuero y unos adornos con plumas.
Todos nos quedamos impresionados, mientras nos explicaban que el "Pädi" es una conexión de nuestro mundo físico con nuestros cuerpos espirituales. Estás bendiciones nos mostraban de manera física nuestras cualidades. El anciano comenzó a explicarnos más sobre como liberar nuestro Pädi.
Después de algunas instrucciones, uno a uno comenzamos a realizar el ritual el cual consiste en acumular energía mientras éramos quemados con una flecha de obsidiana en nuestras espaldas.
Uno a uno mis compañeros comenzaría a realizar el ritual y mostrar el Pädi. El primero de los chicos invoco una pluma de ave y el anciano la miró de cercas solo para responder: "Con está pluma, podrás domar y cultivar a las bestias voladoras."
El chico se mostro emocionado y amarró la pluma en un colgante para mostrarlo con orgullo.
Los Pädi que surgieron fueron; jarrones, pinceles, cinceles y armas de guerrero.
Las armas eran lo más esperado por los chicos. Significaba que serían guerreros hábiles en la guerra.
Esto era lo más esperado, pero el que realmente destacó fue "xot" un chico común el cual invoco una daga ceremonial.
El viejo grito de devoción y tomo de sus hombros al chico para presentárselo a los otros sacerdotes.
Todos los presentes (yo también solo para no destacar) mostraron su devoción y respeto por "Xot". El sacerdote explicó que —sacrificio- es muy rara y solo aquellos que la manifiestan pueden convertirse en oradores de los dioses y pueden ejercer poder sobrenatural sobre el mundo físico.
Antes de mi turno, otro suceso ocurrió. Una de las chicas presente, llamada "Silz" hizo el ritual sin pasarse la flecha ardiente sobre la espalda y termino por manifestar una "flama azul". Esto hizo llorar al sacerdote de alegría y se inclino frente ella.
[¡Usted y su familia acaba de recibir el favor de los dioses!... Mientras vivas nuestro pueblo será bendecido]— expresaba mientras mostraba admiración.
Ella simplemente sonrió y se inclino al sacerdote.
["Gracias gran sacerdote, nuestra familia llevara gloria a los dioses"] —mostrandose humilde.
Si estos dos chicos no hubieran estado a favor de los dioses o del poder político, serían el sacrificio de esa noche.
Ahora estoy nervioso. Cómo aquella chica resultó ser la hija mayor de gobernador de la aldea. Xochiquetzalli Silz es su nombre y significa "flor hermosa" o algo parecido. Su cabello azabache y piel morena acaramelada. Sus ojos ópalo en conjunto con su cabello ondulado; a pesar de estar en el rango de edad de 7 a 9 años. Estoy seguro que será una mujer hermosa de grande. Muchos de los chicos soñaban con volverse guerreros legendarios para ganarse la simpatía de Silz.
Puesto que yo era ni más ni
menos que un niño ordinario. El número del día y el del año de mi nacimiento no fueron ni
afortunados ni desafortunados. No nací durante algún portento ocurrido en el cielo, como por
ejemplo un eclipse mordiendo a la luna, que podría haberme roído un labio en forma parecida, o haber dejado una sombra permanente en mi cara, una marca oscura de nacimiento. No poseía ninguna de esas características físicas que nuestra gente consideraba como feos defectos en un hombre: no tuve pelo rizado; ni orejas en forma de asa de jarro; ni barba partida o doble; ni dientes protuberantes de conejo; ni nariz muy achatada, pero tampoco pronunciadamente picuda; ni ombligo saltón; ni lunares visibles. Afortunadamente para mí, mi pelo creció lacio,
sin ningún remolino que se levantara o que se rizara.
Silz tiene garantizada su vida fuera del sacrificio por ser hija del gobernador. Xot se convertirá en el servidor del templo y eso le da poder sobre los demás.
Pero yo... Soy de un estatus promedio.
Siendo mi turno, resistí el acto ceremonial y decidí proceguir el ritual. Recordé la promesa de mi hermana en todo momento. Acumule una esfera blanca mis manos y trate de imaginarme que podría manifestar; utensilios y/o herramientas... no quería ir a la guerra y mucho menos servir a los dioses. Quería evitar la violencia y cumplir la promesa de viajar por el mundo y tratar de llevar mi vida lo más cómoda posible.
La luz se sentía cálida, podía sentir una forma ovalada y pesada sobre mis manos.
Abrí los ojos.
Ahí estaba, una piedra brillante con pequeños cristales en su interior.
Todos miraron confundidos ante la extraña forma de mi Pädi. Yo también estaba confundido. Mire al sacerdote en busca de respuesta y este solo suspiro con pesadez, respondiendo: [Limpia piedras...] —sonaba decepcionado.
En cuanto todos escucharon eso, los hombres comenzaron a reir y las chicas me miraron con asco.
[¿¡Limpia piedras!?...] —pregunte asombrado, buscaba desviar la tensión con una actitud idiota infantil.
[El limpia piedras es un cantero, una persona que sabe picar rocas...] —Explicaba el andrajoso anciano mientras se rascaba la barba en señal de querer cambiar el tema.
Todos me miraron con lastima, excepto Xot y Silz. Su mirada era más de odió.
El adiestramiento continuó, hasta el atardecer.
De regreso a casa, mire el Pädi sobre mi mano. Estaba seguro que ser cantero no era lo único para lo que serviría, aquella piedra con cristales. Fue cuando empecé a analizar los destellos y comprendí que no eran cristales. Eran pulsos, pequeñas corrientes siguiendo patrones hasta terminar en lo que parecía una cuenca blanca.
Su aspecto era similar a un ojo blanco con terminaciones nerviosas.
Comprendí que no era una piedra.
¡Era tecnología!
Mi Pädi no significaba limpia piedras. ¡Es Tecnología!
La tecnología del mundo moderno, está representada en una esfera compacta en el único mundo.