Llegó la prueba final estaba en la tierra de los pecados capitales dónde según Rose iba ser su final. Caminaba por el templo mientras observaba con atención a no activar ninguna trampa, pero dio un paso en falso que hizo que el piso donde estaba empezará a caerse, pero no podía volar así que corrió como si de un maratón se tratara y al final de un salto para lograr alcanzar el camino que era totalmente bien formado.
Se acercaba más a dónde se supone que iba tener la batalla final mientras a lo lejos escuchaba pequeños susurros que llamaban la atención del menor.
—Te estábamos esperándome. — Habló el pecado de la lujuria.
— ¿Ya llegó? Estaba a punto de dormirme. — Habló enojado el pecado de la pereza.
—Cállate, que bien que estás aquí observamos todo tu recorrido y déjanos decirte que nos sorprendes— Habló el pecado de la soberbia.
— ¿Van a matarme o qué? — Habló Jimin, ya se estaba empezando a cansar de aquella pelea.
—Uhm. gula, ¿Por qué no le das una lección al pequeño? — Habló ira, al parecer era el líder.
Rápidamente el pecado de la gula acepto la orden y empezó a atacar a Jimin, mientras que este se defendía como podía con su espada y escudo hiriendo al primer pecado.
— ¿Qué más tienen?
Habló Jimin quien estaba un poco golpeado mientras observaba el cuerpo caído de Gula, no la había matado la había dejado inconsciente como Rose lo había dicho. Está vez atacaron de a dos pereza y lujuria, pereza ataco por atrás y lujuria por adelanté Jimin alzó un poco su vuelo haciendo que ambos residieran el ataque mortal de otro y quedarán inconscientes por su cuenta.
—Idiotas.
Y así paso hasta que solo quedaba el pecado de la irá, muchos decían que era el más fuerte y más cuando se enojaba soltó una pequeña risa y aplaudió.
—Vaya... Vaya me impresionas, pero no creo que una espada y un escudo sea suficiente para vencerme... Me sorprendió mucho tu eficacia así que te daré una oportunidad puedes irte ahora y no tendrás ningún castigo, probablemente 250 pollas en tu boquita y en tu trasero, pero nada del otro mundo.
Jimin solamente soltó una carcajada y negó, no iba a rendirse mucho menos ahora que estaba tan cerca... El escudo y la espada fueron arrancados de su poder.
— ¡Entonces muere!
Empezó a atacar irá mientras que Jimin se defendía de sus golpes como podía, era un poco inútil puesto los golpes era dolorosos y fuertes tanto que llegaron a golpearlo y herirlo de manera un poco grave en un pequeño movimiento saco un pequeño cuchillo con el cual empezó a apuñalarlo en ciertas partes dónde podía dejarlo completamente herido, pero no muerto.
—Dime... ¿Nada del otro mundo verdad?
Habló Jimin con una sonrisa un poco macabra mientras enterraba el pequeño cuchillo en la parte íntima de el contrario haciéndolo llorar del dolor... Camino con una sonrisa en la boca hacia la otra puerta donde se encontraba aquella roca.
—Al fin, Yoongi
Se dispuso a volar hasta el mundo humano en el cual sus alas desaparecieron, su cabello rubio volvió al igual que sus ojos claros.