Paseamos por el todo el pueblo mientras ella me mostraba los lugares a donde no debia ir. Visitamos el mercado en donde alfin pude comprar algo. Compre una rara fruta...o eso pienso que es. Tenia forma de estrella, y cada vez que masticaba sentia un sabor diferente de distintas comidas, podia sentir el sabor de la mandarina, la sandia y extrañamente, también sentia el sabor de algunos snaks.
"¿Que tal, como esta?"
Le pregunte a Mila que comia energéticamente la fruta.
"Mm... Sabe a guarsala, ¡Y también a curuma! ¡Ah... hace tiempo que no las probaba!"
"Ah... si, ¡Ja ja ja!"
De echo, no conoca ninguna de esas frutas. Por lo que veo, tenias que conocer el sabor de algunas otras cosas comestibles para que esta fruta replicara su sabor.
"¡Hump!"
¿Eh? ¿Acabo de imaginarmelo? Me parecio ver al vendedor con una mirada de enojo hacia Mila, ¿Sera por la ropa que lleva? Hablando de eso, lo primero que visitamos fue la tienda de ropas, no podia permitir que estuviera con esa prenda desgastada y vieja, ademas de que literalmente se podia ver "todo" y cuando digo todo... me refiero a todo. Se vistio con un vestido verde de manga corta con estampado floral y unas botas marrones, si, tengo un pesimo gusto de la moda, lo decia mi misma vestimenta que era un polo blanco, unos pantalones negros y zapatillas negras, Alef habia insistido en que cambiara mi ropa por una mejor, pero no queria deshacerme de ella, era mi unico recuerdo de mi mundo. Mila no se preocupaba de lo que vestia, se veia muy feliz por lo que le habia comprado. Ahora que lo pienso, la señora de la tienda de ropa también la veia con una mirada de molestia, espero que no sea nada malo.
Seguimos caminando por el mercado, probando diferentes cosas mientras me contaba sus dias en este pueblo. Aproveche para preguntarle acerca de la ubicacion en donde se encontraba este pueblo, a lo que ella me respondio felizmente.
Este pueblo se llamaba "El pueblo de los olvidados" lo nombraron asi ya que muchas de las personas exiliadas de la ciudad venian a vivir aqui. El pais en donde me encontraba ahora se llamaba Medhers y la capital era la Ciudad de cristal, en ella se situaba el castillo donde vivia el rey, el rey era corrupto con sus habitantes, aquellos que no lo obedecian eran exiliados y venian a este pueblo como unica esperanza. Habian otros pueblos cerca de este, pero Mila no conocia mas acerca de eso, bueno, ya era informacion suficiente para mi.
"¡Y al este se encuentra el castillo del Rey demonio! Nunca eh ido, pero dicen que puedes visitarlo y ver a los demonios alli dentro"
¡Maldicion!
"Mm... ya veo, dime... ¿Temes que el Rey demonio... destruya este mundo?"
Era una jugada arriesgada, pero debia saber de como las personas pensaban acerca de mi.
"¿El Rey demonio?"
¡Glup!
"Dicen que el Rey demonio es tan debil que no podria matar ni a un insecto"
¡Ahh!
"¡Pero!"
¿Eh?
"Yo pienso que, el Rey demonio es alguien que no le gusta hacer daño a las personas, digo, ha habido paz durante siglos, y... ¡Creo que el Rey demonio busca eso, que siga habiendo paz por mucho más tiempo!"
Ja ja... que pensamiento más dulce, es bueno saber que hay personas con ese tipo de pensamiento.
"No te preocupes Mila, se que habra paz por muuucho mucho tiempo"
Mila me miro con la sonrisa mas pura que nadie jamas me aya mostrado.
"¡Si! Tienes razón"
"Mira, ¿es ella cierto?"
"Si ella es"
Pude escuchar que dos personas estaban susurrandose cosas mientras miraban a Mila. Aun no se que es lo que pasaba, por lo que no podia hacer nada, y preguntarle a Mila seria algo descortez.
"Mila, ¿Ahora a donde iremos?"
"Mm... que te parece-"
*¡Mi señor!*
Una voz irrumpio en mi mente mientras hablaba con Mila, al parecer era la voz de Alef. La razon por la cual pasaba esto es porqué lanze un hechizo especial que le permitia contactarme mediante telepatia y viceversa.
*¿Que pasa?*
*¡Necesitamos ayuda! ¡¡Vuelva por favor!!*
¿¡Estaba pasando algo en el castillo!? Su voz sonaba tan desesperada que no podia ignorarla.
"¡Perdon Mila! Me acorde que debo hacer algo importante, te parece si continuamos mañana?"
"¿Eh?, Ah si, esta bien"
Me despidio con una sonrira que al mismo tiempo mostraba tristeza. ¡¡Ah!! ¡Perdon Mila!, debo proteger a mi gente, si fuera por mi, me quedaria contigo toda la noche. Saque unas cuantas monedas de oro y se las di a Mila. Me hubiera gustado darle toda la bolsa, pero eso solo la pondria en mas peligro.
"¡Volvere mañana a la misma hora!"
Le dije mientras me alejaba corriendo buscando un lugar en donde nadie me vea para teletransportarme.
"¡Teletransporte!"
Volvi inmediatamente a la sala del trono del castillo, y lo que encontre me sorprendio mas de lo que esperaba.
"¿¡Que... demonios!?"
"¡¡Mi señor!! ¡¡Ayudenoos!!"
"Oye... ¿Es enserio?"
No podia creer lo que estaba viendo, unos niños, si, unos niños de aproximadamente 10 años estaban que molestaban a Alef y los demas con unas simples ramas de arboles.
"Mi... ¡¡¡Mi señoooor!!!"
¡¡¡No fastidies!!! ¡¡Me hiciste venir solo por unos niños con ramas!! Pude... ¡¡Pude pasar mas tiempo con Mila!! ¡¡¡Porqueeee!!!
Bueno tampoco es como si dejara a Alef y los demas a su suerte, sabia que eran debiles, pero no me esperaba que a este nivel.
"¿Eh?"
Un niño parecia haberse dado cuenta de mi presencia, inmediatamente hize aparecer una bruma de humo para evitar que me vieran, debia tener cuidado con revelar mi identidad. Anule la magia que habia usado en mis cuernos para volver a hacerlos aparecer.
"¡Alef y los demas, no respiren!"
Junto con el humo lancé un somnifero para hacer dormir a los niños y sacarlos pacificamente, no es que hiciera daño a los niños, solo queria evitar que me vieran. Al rato anule las magias y encontre a los niños profundamente dormidos.
"Alef, ¿estan bie-? ¿¡Que!?"
Encontre a Alef y los demas tambien dormidos. ¡Pero si les dije que no respiraran! Seran idiotas. Bueno no tenia tiempo de despertarlos, solo sacare a los niños. Alze a los niños con magia y me dirigi hacia la salida, en donde encontre al cirquero de antes... promocionando su negocio... una vez mas.
"¡¡Ah!! Se-señor demonio... ¿Que tal su dia? Je je, je je"
¡Nada de Je je!
"Vaya, veo que no aprendiste tu leccion"
"¡E-escucha, tengo una conexion con el Rey Efrain! ¡Le puedo pedir que traiga a su ejercito y que destruya tu castillo! ¡Ja ja ja! ¿¡Ahora que vas a hacer!?"
Si era cierto, eso podria ser un verdadero problema, no solo el hecho de que podria tener al pais como enemigo, sino que el héroe podria involucrarse. Sin embargo, no parece que fuera alguien importante, bueno, almenos no tanto como para tener alguna conexion con el Rey.
"¿¡¡Que haces maldito demonio!!?"
Lo volvi a alzar en el cielo mientras ponia a los niños en el suelo, no podia alzar a tantas personas, tampoco era demasiado poderoso, recién empezaba a aprender a usar mi magia.
"Escucha... no quiero tener que lidiar contigo otra vez, ¿Te iras y no volveras nunca mas?"
"¡Argh! ¡¡Esta bien, lo hare, lo hare!!"
Lo baje inmediatamente y volvio a arreglarse su traje y bigote.
"Vete y llevate a eso niños a sus respectivas casas"
"E-esta bien, ¡Pero que sepas que esto lo pagaras caro!"
"Si si"
Vi que cargo a los niños y sus cosas en su carreta que estaba a un costado de la carretera. Bueno, espero no volver a verlo por aca, pero algo me decia que lo volveria a ver.
Pensaba volver al pueblo para ver a Mila, pero ya estaba anocheciendo, asi que lo dejare para mañana. Volvi al castillo y Alef y los demas ya estaban despertando.
"¿Mi... señor?"
"Cuando diga "no respiren" es porque quiero que no respiren"
"M-mi señor, ¡Alfin hace cosas dignas de un Rey demonio!"
¡Que lo estas malinterpretado! ¡Y no llores!
"Estoy cansado, ire a descansar a mi habitacion"
"Ah, si mi señor, ¿quiere que lo acompañen algunos guardias?"
"¡No no, no es necesario!"
"Pero..."
"¡Dije que no es necesario! ¡Teletransporte!"
Me teletransporte a mi habitacion antes que Alef diga algo más, estaba demasiado cansado para caminar por esos pasillos otra vez, ¿porque eran demasiado largos? No habia visto aun todo el castillo, pero al parecer era demasiado enorme, aunque por fuera parecia pequeño. Ahora eso no importaba, en mi mente solo estaba la idea de que vere a Mila mañana, no podia esperar más, queria verla otra vez. Sera mejor que duerma rapido, ¡Mañana sera un dia increible!
***
Al dia siguiente me volvi a encontrar con Mila, mientras caminabamos vi que los guardias de ayer estaban viendome desde un callejon, no se atrevian a enfrentarme, y menos en un lugarcon tanta gente. Seguimos caminado por el mercado probando nuevas cosas y diviertiendonos hablando de las frutas, la "guia" que le pedi, al final se esfumo de nuestras mentes y solo seguimos caminado. Las personas seguian viendola con mala cara, eso ya no me importaba, mientras no le hicieran nada a Mila, dejaria pasar sus miradas.
Ya estaba anocheciendo, por lo que me despedi de Mila.
"Señor, se que es mucho pedir, pero, ¿Volvera mañana tambien?"
"¡Por supuesto! Aun no eh tenido suficiente, volvere mañana para continuar con la diversión"
Vi una sonrisa brillante en su rostro, ¡
¿¡Como podia ser tan linda esta chica!? Nos despedimos y me fui corriendo para teletransportarme al castillo.
Mis visitas duraron toda una semana, pasaba los dias caminado y visitando los mismos lugares una y otra vez, no me importaba mientras estuviera con Mila.
"Nos vemos mañana señor"
"Nos vemos Mila"
Me despedi y volvi al castillo. Al dia siguiente volvi al pueblo como siempre, y espere en el mismo lugar en donde Mila y yo nos encontrábamos.
Paso unas horas y ella no venia, asi que decidi buscarla.
Pase un buen rato buscandola, pero no la encontraba. ¿Donde rayos se habia metido?
"Asi que alfin se la llevaron"
"Si, alfin nos libramos de esa molestia"
Me llamo la atencion una conversacion de dos señoras que estaban caminando hacia mi. Camine cerca de ellas para poder escuchar mejor.
"Es raro que los guardias no hayan aparecido en toda la semana, parece que tuvieron algun problema que no pudieron venir"
"Bueno por suerte hoy no hubo ningun problema, esa niña demonio solo traeria más desgracia a este pueblo, felizmente ya no la veremos
por aca"
No podia aguantar más.
"¿¡De quien estan hablando!? ¿¡A quien se llevaron!?"
"¿¡Eh!? ¿¡Quien eres tu!?"
"¡Eso no importa! ¡Por favor, digame más acerca de lo que estaba hablando!"
"¡E-esta loco! ¡Vamonos de aqui!"
"¡Esperen!"
No puede ser, definitivamente no puede ser.
"¡Hey tu, forastero!"
"¿Eh?"
Un hombre parado a un lado de una casa me llamo de repente. Llevaba un chaleco azul y unos pantalones marrones. Se veia muy mayor, como de unos 40 años.
"¿Tu eres el que estaba caminando con la niña demonio ayer cierto?"
"¿Te refieres a Mila?"
"Si, asi se llamaba eh..."
¿Niña demonio? ¿Porque seguian llamandola asi? Eso no importaba ahora, este hombre parecia saber algo al respecto.
"¿Sabes algo cierto? ¡Por favor dime lo que sepas!"
"Haa... los guardias reales se la llevaron hacia la capital, dudo mucho que la vuelvas a ver"
"¿Hacia la capital? ¿¡Y porque!?"
"¿No lo sabes? El Rey Efraín le habia puesto el ojo ya hace un tiempo, mandaba a sus guardias a que la llevaran a su castillo todos los dias, pero ella lograba burlarlos todas las veces. Pero hoy finalmente lograron atraparla."
"¿Y porque el Rey estaria interesada en una chica de pueblo?"
"Se ve que eres un forastero. Esa niña poseia magia de luz, es por eso que el Rey la queria como su esposa, no le importaba que fuera una chica de pueblo"
"¿Magia de luz? ¿Es eso tan importante?"
"¡Oye oye! ¿¡Encerio no sabes acerca de la magia de luz!? Esa magia es unica entre todas las magias, el héroe es la unica persona que posee la magia de luz, por eso es tan raro que alguien mas la posea"
El heroe, magia de luz, ya veo a donde va todo esto.
"Asi que el Rey la rapto para hacerla su esposa solo por poseer magia de luz eh..."
Era logico, tener una esposa con una magia sumamente rara e importante definitivamente le traeria más fama.
"Gracias por la información, ten"
Saque unas cuantas monedas y se la di al hombre.
"No quiero tu dinero, quiero saber que es lo que haras forastero"
"No es obvio, ire a traerla devuelta"
"¿Sabes que es "El Rey" de quien hablamos no?"
"Si lo se, sin embargo, eso no me detendra"
Lo se, desafiar a alguien importante como el Rey era algo absurdo, pero no me importaba, era el Rey demonio, este poder no me fue entregado por nada. ¿Que porque hago esto? La respuesta es simple, ¿Acaso hay una razon para salvar a alguien en problemas? Se que Mila no quiere algo como esto, de lo contrario, ella habria aceptado hace tiempo la propuesta. Debia salvarla, aunque eso signifique tener al pais en mi contra, de todos modos, los tendria tarde o temprano, ya que soy el Rey demonio.
"¿Sabes como llegar a la capital?"
"No tengo ni la menor idea, pero me las arreglare"
"¡Ja ja ja! ¡Me encanta esa actitud! Bien lo eh decidido, te llevare a la capital"
"¿Eh? ¿Encerio?"
"No te preocupes, es mi trabajo transportar gente. Tengo una carreta por allá, vamos"
"Muchas gracias, ¿Pero, porque me estas ayudando?"
"Aunque no lo paresca fui aventurero hace mucho tiempo, pero despues de tener a mi hijo, me retire y me enfoque en hacer feliz a mi familia, asi que la razon es que, ¡¡Me encanta los riesgos!! ¡¡El solo pensar que te enfrentas al mismisimo Rey, me llena de adrenalida!! ¡Espero mucho de ti, forastero!"
"Ah... si"
No hay duda, este tipo definitivamente era muy extraño, pero gracias a el puedo ir hacia donde esta Mila, asi que ignorare su locura y solo le seguire la corriente.
"Mi nombre es Cosel, ¿Y el tuyo forastero?"
"Ah... ¿Mi nombre? Soy Yahiro"
"Yahiro eh... bueno eh escuchado peores"
¿Espera que? ¿No era un nombre normal? ¡Para mi Cosel sonaba mas raro!
Corrimos hacia la su carreta que se encontraba en las afueras del pueblo, estaba siendo jalada por dos lobos gigantes color gris. Eran... lindos por asi decirlo.
"¿Cuanto demoraremos en llegar a la capital?"
"Mm... dos dias aproximadamente"
"¿¡Que!?"
"¡Que esperabas! Nos dirigimos a la capital despues de todo"
¡Ah maldición!, pero eso significa que los guardias no llegaban aun a la capital, eso me aliviaba un poco.
Emprendimos el viaje en la carreta tirada por los lobos gigantes, parecian... haber crecido un poco.
Tardaria dos dias en llegar a la capital, esperame Mila, ya voy.