「Mika Cloverflame」
La cúpula desapareció, nos encontrábamos en tierras del rey.
A las afueras.
El peso que sentía en el pecho era brutal.
Justo al llegar caí de rodillas hiperventilando.
¿Qué demonios fue eso?
-¡Mika ¿Estás bien?! -Escuché.
Claro, estoy con Panda.
Mierda.
Mierda.
Se me ha bajado al adrenalina.
¿Qué mierda acabo de hacer?
Pero Raley Yuki, hizo algo.
Más allá del sello, lo sentí.
-Tú... También lo sentiste ¿No es así? -Pregunté aún sin levantarme- Sentiste el aura que emanaba Raley.
Panda tardó en responderme.
-¿A qué te refieres? -Me preguntó.
¿Será que él no lo notó?
-Pudimos haber hecho muchas cosas en ese momento -Dije- Pudimos llevarnos a Karma de cualquier manera, haber noqueado a Raley y traerlo de evidencia, teníamos opciones, incluso con ese escudo.
-Sí, pienso lo mismo, pero fuiste tú quien insistió en irnos rápido -Me respondió Panda.
-Teníamos que escapar -Respondí.
Sentí muchas cosas con el sello que nos puso.
De la nada mis órganos empezaron a contraerse.
Antes de darme cuenta la sensación me hizo vomitar.
-¡Mika! -Me dijo Panda acercándose, recogiendo mi cabello mientras vomitaba.
No importa cuanto expulsara.
Luego de acabar de vomitar recordaba la sensación, y me daban arcadas de nuevo.
Una vez no tuve más por vomitar intenté tranquilizarme.
Sentía escozor en todo mi cuerpo.
-Esa no era magia original convencional -Dije- El aura que emitía, me recordó a la batalla contra las sombras.
-No sé de que hablas -Me dijo Panda, en su tono notaba la preocupación.
Me sentí desesperada.
Mis piernas no me respondían.
Me había revelado contra Karma.
No me quedará mucho tiempo de vida.
Estoy perdida.
Estoy perdida.
¡Estoy perdida!
Me cuesta respirar, mierda.
Empecé a sentir calor de la nada.
-¡Mika! -Oí gritar a Panda- ¡Detente!
Volteé a ver, pero no pude verlo claramente, algo bloqueaba mi vista.
Era fuego.
Había activado mi aura inconscientemente.
Eventualmente pude identificar a Panda.
Él tenía su mano sobre mi hombro.
La espontaneidad de mi aura activándose debió quemarla.
Veo quemaduras en su mano.
-Cielos, perdón -Dije, ya estaba recuperando mi compostura poco a poco.
-No te preocupes, puedo tratarme esto -Dijo Panda creando una capa de hielo sobre su mano.
Estábamos en las afueras de tierras del rey.
Mierda ¿Qué estoy haciendo?
¿Es mi voluntad tan débil?
Todavía tengo cosas por hacer.
Me levanté y limpié el vomito que quedó en mi quijada.
Hay algo que quiero probar antes de proceder de alguna manera.
-Vamos al castillo -Le dije a Panda.
Él parecía confundido de mi repentino cambio de animo.
Joder, no lo culpo, no yo entiendo lo que estoy haciendo.
.
Cielos, terminé involucrándolo en todo esto, ya llegué demasiado lejos.
He perdido la oportunidad de arrepentirme.
La perdí en cuanto Panda me apoyó en el ataque de hace un momento.
Panda finalmente se levantó y empezó a seguirme.
-Ahora que te veo más tranquila ¿Vas a decirme que pasó? -Me preguntó Panda.
-Es complicado de decir -Le respondí- No tuve más remedio que escapar, Raley Yuki nos tenía acorralados, quien sabe cuantos hechizos había hecho.
-¿Sentiste algo en especial? -Me preguntó.
Los dos recibimos el hechizo de sellado.
¿Por qué yo sentí esa enorme aura y Panda no?
¿Qué tenía yo que Panda no?
Hmmmm.
Oh, ya, lo tengo.
Yo estaba cargando a Karma en mi hombro.
Karma lleva con él mucho tiempo.
-Pudimos haber muerto en ese momento -Dije de la nada.
-¿Qué? ¿De qué hablas? Si estábamos dominando -Me dijo Panda.
-No, no, es lo que Raley quería que pensáramos -Respondí- Había un hechizo en el cuerpo de Karma, no tengo idea de que pudo ser, pero estaba emitiendo una fuerte aura ofensiva y oscura, Karma pudo explotar, despertar, quitarnos la consciencia, por eso lo solté y nos fuimos, el aura que emitió el cuerpo de Karma era aterradora.
-Actuaste muy tranquila en ese momento -Me dijo Panda.
-Se me estaba bajando la adrenalina y estaba procesando las cosas -Respondí- El único instinto que me salió fue el de huir de ahí lo más rápido posible, y ahora veo que fue la mejor decisión que pude haber tomado.
Finalmente llegamos a tierras del rey.
En las puertas nos esperaba un guardia.
-Buen día -Le dije al llegar.
-Buen día -Me dijo el guardia- Identifíquense.
-Soy Mika Cloverflame -Dije- Integrante de Blue Hill.
-Yo soy Panda Kyoka, no tengo afiliación con ningún clan -Dijo Panda.
El guardia estaba buscando nuestros nombres en uno de los enormes directorios que tenían.
No es como si tuviéramos identificaciones o algo por el estilo, ni una base de datos.
Seguimos siendo algo primitivos a pesar de todo.
-Mika Cloverflame de Blue Hill -Dijo el guardia cerrando uno de los directorios para buscar en otor durante unos minutos- Y Panda Kyoka, pueden pasar.
Espera, esta es una oportunidad perfecta para comprobarlo.
-Karma Osaka es... -Intenté decir "Karma Osaka es el samurai dorado" Pero algo me detuvo.
Visualicé como un velo de oscuridad cubría mi esternón.
Como si me estuviera ahorcando.
Mi mente se nubló de la nada.
Sentí un enorme ahogo.
_"¡DON'T! -Escuché de la nada.
Y volví al lugar donde estaba.
Caí de rodillas de nuevo.
Estaba tosiendo.
-Cielos ¿Qué le sucede? -Preguntó el guardia.
Panda me ayudó a levantarme de inmediato.
-No es nada -Le dije al guardia- Solo me ahogué con mi propia saliva.
Entramos en la ciudad como si nada.
Mierda.
¿Este es el poder del sello?
Si lo que dijo Raley es verdad, ya rompí uno de los puntos del sello.
Si se libera moriré.
-¿Fue el sello? -Me preguntó Panda.
-Sí, fue el sello -Respondí- Realmente no podemos mencionar nada al respecto.
-Será difícil coordinar una estrategia así -Me dijo Panda entre risas.
-Tenemos que pensar en algo -Le respondí.
Mi garganta quedó doliendo.
Carajo, de verdad fue doloroso.
Panda debe estar también abrumado.
Sé que encontraremos una manera.
Por ahora no podemos hacer nada.
-Oye ¿Quieres ir a tomar algo? Yo invito -Le dije a Panda.
-¿Lo dices en serio? -Preguntó Panda.
-Claro, te he hecho pasar por mucho hoy -Le respondí- Vamos a relajarnos.
Panda cambió su expresión, ahora estaba sonriendo.
-Pues vamos -Me dijo- Conozco una buena taberna por aquí cerca.
「Tierras del rey, 7 de Julio」
La mañana era tranquila en el castillo de Wiforest.
Plinder Fome iniciaba los días como cualquier otro.
Su rutina era simple.
Desayunaba, hacía algo de ejercicio, se duchaba y se vestía listo para ejercer sus labores de líder.
Desayunaba siempre frente a una foto.
Era la foto de un samurai, podías saber eso por sus vestimentas.
Plinder Fome la observaba todas las mañanas sin falta.
Era de una persona importante para él.
En su foto estaba escrito "Sakamoto Ryoma"
-Bien, padre -Dijo Plinder Fome dirigiéndose a la foto- Empiezo otro día.
Plinder Fome tenía un gran respeto por aquella foto, pues es de su padre, Sakamoto Ryoma, uno de los pilares principales en la supervivencia humana en la pasada guerra demoniaca.
Sakamoto Ryoma, aquél que luchó codo a codo junto a Takasugi Shinsaku, Yodo Yamauchi y Goto Shojiro.
Plinder Fome estaba escuchando algo extraño afuera del castillo, así que llamó a uno de sus soldados, el cual atendió de inmediato.
-¿Qué está sucediendo afuera? -Preguntó Plinder Fome a su soldado.
-Verá... es algo difícil de explicar -Dijo el soldado.
El soldado guío a Plinder Fome a una ventana.
Era una multitud de personas.
Estaban enojadas.
Tenían letreros.
Parecían estar protestando contra Wiforest.
-¿Qué está pasando? -Preguntó Plinder Fome preocupado.
-Verá, en el periódico de esta mañana salió algo -Dijo el soldado dándole un papel a Plinder Fome.
-¿Hay un periódico activo? -Preguntó Plinder Fome mientras lo tomaba- Sabía que existe en la realidad de la que vienen las victimas de La Hora Cero ¿Cómo conseguimos esa tecnología?
-Un alquimista de Tedehm ha logrado enormes avances -Dijo el soldado- La imprenta es posible ahora.
Plinder Fome leía el periódico.
Encontró algo que no le gustó para nada.
"WIFOREST EN CONTRA DEL NUEVO GOBIERNO"
El articulo hablaba sobre las implicaciones de la nueva constitución y como Plinder Fome se había negado por motivos personales.
-¿Publicaron esa maldita constitución? -Exclamó Plinder Fome enojado.
La propuesta claramente beneficiaba al pueblo, e Imai Sakurajima no desperdició ese recurso.
El pueblo ahora estaba en contra de Plinder Fome.
-¿Qué ordena? -Preguntó el soldado.
Plinder Fome estaba a punto de estallar.
-¡No haremos nada! -Gritó Plinder Fome- ¡No vamos a ceder! Déjalos ladrar, no vamos a hacer nada ante estrategias tan horribles.
Plinder Fome salió caminando de ahí rápidamente, directo a ducharse.
Estaba claro que eso no iba a dar resultado.
Plinder Fome no iba a ganar nada de eso.
Sigue siendo demasiado inexperto.
「Souki Aiko」
La humedad hoy es mayor.
Hace un calor tremendo.
¿Por qué será?
La gotera ya no está.
¿La habrán arreglado?
Tengo hambre.
Tengo mucha hambre.
Deberían alimentarme hoy ¿No es así?
Son 2 veces por semana.
Es la única manera en la que puedo medir el tiempo.
Aquí no entra nada de luz.
¿En verdad es hoy?
No lo recuerdo.
¿Qué es ese sonido?
La puerta se está moviendo.
¿Vendrán a alimentarme?
La luz que entraba al cuarto me permitió ubicarme de nuevo.
La gotera ya no está después de todo.
Ya no recordaba donde estaban las cosas.
La puerta se está abriendo demasiado.
Para dejarme mi comida tan solo la abren un poco.
Alguien está entrando.
Es una persona robusta bastante grande.
Trae un garrote.
¿Piensa golpearme?
Este tipo es diferente al de siempre.
Él no me dijo nada, solo entró y enredó una cuerda en un tubo que había en el techo.
¿Qué está haciendo?
Se acercó a mí, y de la nada agarró mi brazo con fuerza.
Vaya que estoy débil.
De no ser por los cambios que tuvo mi cuerpo en Black Lagoon, no tengo dudas.
Yo ya estaría muerto.
La mano del tipo es cálida, no lo había notado.
De hecho, el día de hoy está bastante cálido.
Usualmente hace frío aquí, como no tengo camiseta, siempre tengo contacto con la pared o el piso.
Y están demasiado fríos.
El tipo ató mis manos al tubo en el techo, junto con la soga.
Quedé colgado a la mitad de la habitación.
Esto no lo habían hecho antes.
-Hoy el líder Plinder Fome se encuentra de mal humor -Dijo el tipo de repente.
Su voz es bastante gruesa y fuerte.
Me mareó un poco oírlo, había pasado mucho tiempo desde que oía la voz de alguien.
Los otros que vinieron antes no hablaban, solo golpeaban.
Hace frío de nuevo.
Estoy a la mitad de la habitación colgado, las corrientes de aire que entran por la puerta son muy frías.
Duelen.
De la nada dejé de sentir frío en mi espalda.
Fui golpeado con el barrote.
Por reflejo grité del dolor.
No soy tan resistente como antes.
Un enorme calor creció desde mi espalda.
Y también salió.
La sangre era cálida, y corría por toda mi espalda.
¿Eso que siento son clavos?
Ese garrote tiene clavos por todas partes.
Empezó a golpearme por todas partes.
La sangre corría por todas partes.
Qué cálido.
Cada golpe parecía importarme menos.
No es que doliera menos, sigue doliendo igual, o incluso más.
Pero dejé de darle importancia.
Los gritos que suelto por impulso están ahí, pero dejé de escucharlos.
Solo pude sentir ese calor.
Estoy balanceándome por toda la habitación ahora.
Ha empezado a golpearme más fuerte, y el impulso de cuando vuelvo hace que duela aún más.
Soy como una piñata, sigo balanceándome más y más.
¿Cuántos huesos tendré rotos ya?
Me siento mareado, ya solo me balanceo, nada me golpea.
No logro distinguirlo ¿Acaso el tipo ha dejado de golpearme?
Cielos, siento que me voy a desmayar.
Cuando empecé a cerrar mis ojos, alguien me desató.
Era el tipo.
Quedé en el suelo bañado en mi propia sangre hasta que me levantó otra vez.
Esta ves de una pierna.
Duele.
Debo tener algunos huesos de la pierna rotos.
Esta vez me ha colgado de los pies.
¿Pretende subirme la sangre a la cabeza?
Qué mareo.
Así no podré desmayarme.
¿Acaso recién estamos comenzando?
El calor que sentía se incrementó en mi espalda de nuevo.
Ahora era extremo.
Grité de nuevo.
Es metal, metal ardiendo.
Cielos, voy a quedar con un montón de marcas en la espalda.
El calor se quedó ahí, cada vez con más presión.
Parece que no piensa quitarme el sello de metal.
Se está enfriando.
Duele demasiado.
Mi piel se pegó al metal por el cambio de temperatura.
Me retiraron el metal de golpe.
Me han arrancado un pedazo enorme de piel.
El guardia me pateó la mandíbula, haciéndome girar a su dirección.
Puedo ver la puerta.
Está abierta. y hay alguien viendo.
Puedo distinguir perfectamente quien es.
Es Plinder Fome.
Está viéndome, con una sonrisa en el rostro.
El tipo robusto agarró una de mis manos y tomó unos alicates.
Sentía como las uñas se desprendían de raíz.
Sentía como si los dedos me fueran arrancados a la mitad, porque el dolor no desaparecía.
Mis uñas yacían en el suelo, y la sangre goteaba al suelo.
Mientras me arrancaban cada una de mis uñas me puse a pensar.
Yo nunca he creído en la existencia de un dios.
No hay algo tan piadoso que nos vea desde arriba.
No vamos a ninguna parte, ni nadie nos acompaña a ninguna parte.
Solo nos movemos mientras que múltiples eventos se cruzan en nuestra vida.
Todo es un azar enorme.
Puedes nacer rico y lleno de lujos, así como puedes nacer como un pobre niño indigente que muera de inanición.
Nada está asegurado, las personas que conocemos, las tragedias que pasan frente a nosotros, todo es un enorme azar.
No existe el karma ni nada parecido, puedes hacer cosas buenas toda tu vida para terminar recibiendo un trato horrible hasta que mueras.
Los dioses existen para eso, la humanidad los creó tan solo para creer que de verdad existe alguna esperanza, que hay algo por lo que seguir viviendo.
Solo queremos pensar que esta vida tan cruel y este mundo tan horrible tiene un sentido.
La mayoría de personas se pierden debido a esto.
Porque no soportan la verdad.
Y la única verdad es que no hay un significado objetivo.
Puedes darle un significado, dedicando tu vida a las personas, siguiendo un objetivo o sencillamente disfrutándola.
Pero la realidad es que no hay algo en especifico que buscar, estamos buscando el significado de algo tan simple como un enorme azar.
Y es en momentos como estos donde lo entiendo en su sentido más puro.
Nadie va a salvarme ahora.
Nadie aparecerá mágicamente, porque los héroes no funcionan así.
Son casualidades, hechos puramente circunstanciales.
Estoy solo.
Estoy siendo torturado por alguna razón.
Y no hay seguridad de que sobreviva.
Solo debo aguantar, porque si hay algo que me queda ahora es un pequeño destello de voluntad que solo me dice una cosa.
"¡Vive!"
"¡Vive!"
Morir sería lo más sencillo.
No tengo idea de si hay alguien esperándome.
Pero si entiendo algo.
Aun me queda algo por hacer.
Pues en un mundo tan oscuro y aleatorio, no puedo solucionar todo siendo una buena persona.
Serlo me llevó hasta aquí.
Hay cosas que se me encomendaron.
Soy humano.
Yo también quiero darle un significado a mi vida.
Solo me queda aguantar, y vivir.
Porque he entendido cosas aquí adentro.
Y tengo cosas por hacer.
Está bien.
Viviré.
.
.
.
El tipo me quitó todas las uñas y en esta ocasión sacó una katana.
Me hizo cortes en todas partes.
Mi cuerpo debe estar cubierto de sangre.
Lo cortes seguían.
Debo tener heridas por todas partes.
Y solo sigo gritando.
Es doloroso, y solo puedo gritar.
¿Me cortará la lengua si sigo gritando?
Sencillamente no puedo evitarlo.
No puedo defenderme.
No puedo escapar.
Gritar es la única prueba de que sigo vivo.
De otra manera, solo sería un trozo de carne colgante.
Luego de eso, desamarraron mis pies y me tiraron a una esquina de la celda.
¿Ya ha terminado?
No le han hecho nada a mi rostro, a excepción de una patada.
Empecé a cerrar mis ojos.
Estoy cansado.
Y joder, tengo hambre.
Una vez cerré los ojos sentí algo por encima de mí.
Algo derramándose.
Mis heridas se alborotaron de golpe.
Era algo en granos.
No me digas.
¿De verdad están vertiendo un montón de sal sobre mí?
¿Tan empeñados están en torturarme? Si la sal aquí cuesta un montón.
Grité.
Grité muy fuerte mientras me retorcía en el suelo.
Siento que la garganta se me va a desgarrar.
Duele demasiado.
Duele muchísimo.
Debería estar muerto.
Están sacando un provecho enorme de mi cuerpo resistente.
La sal se detuvo, y solo pude abrir un poco uno de mis ojos.
El tipo robusto se estaba marchando.
Solo quedaba Plinder Fome viéndome.
Tenía algo en la mano.
¿Una botella?
¿Qué va a hacer con esa botella?
Plinder Fome me lanzó la botella.
Lo hizo con tal fuerza que la rompió en mi cráneo.
Me sentí desubicado.
Ahora me estaba desmayando genuinamente.
El liquido de la botella se esparció por todo mi cuerpo.
Mis heridas estaban empezando a cerrar.
¿Qué demonios?
¿Está curándome?
Plinder Fome es una rata miserable.
Piensa mantenerme vivo para la próxima vez que se le antoje torturarme.
Sigo cubierto en sangre, en una esquina, con hambre, frío.
Este es el camino que elegí a la hora de entregarme.
Debo vivir.
Debo vivir.
Debo vivir.
¡Debo vivir!
Estoy vivo.
A pesar de la tortura, estoy vivo.
La sensación de mi piel contra el suelo es real.
Mis pulmones funcionando son reales.
La humedad que siento es real.
La sangre que siento cubriéndome es real.
Soy real, y estoy vivo.
Debo vivir.
Incluso si debo arrastrarme, tengo que vivir.
Porque tengo que recordar.
Y tengo que terminar todas aquellas cosas.
Porque esto tampoco va a quedarse así, Plinder Fome.
Viviré.
Lo juro maldita sea.
Mis ojos empezaron a cerrarse finalmente.
No tengo fuerza para nada más.
Al menos hoy podré dormir.
Los últimos días el hambre no me lo había permitido.
Puedo aguantar.
Porque necesito vivir.