「19:22, Death Land」
El escenario se tornó más lúgubre de la nada.
La arena brillante parecía apagarse.
Goto Shojiro hablaba con Kuroyami.
Mientras Hiro Hitagi se veía inmersa en la oscuridad.
Fue fijada en el aire por Namahage.
Seguido de haber sido atrapada en el "Black Room" De Namahage.
El silencio se vio presente, pero Goto Shojiro no lo notó.
Estaba muy abrumado por su reencuentro con Kuroyami.
Hiro estaba sola.
Se sentía sola.
La seguridad que sentía fue traicionada por el ataque de Namahage.
Su vista se vio nublada por una oscuridad total.
"¿Donde estoy?" Se preguntaba Hiro.
Parte del ataque la hacía sentir desubicada.
Y aterrada.
En aquella oscuridad, solo pudo distinguir una brillante figura, que se mostraba a lo lejos.
Ella entró a la habitación negra.
A la tortura.
A la prueba.
Ella empezó a correr hacia la brillante figura.
Ella sabía bien de quien era aquella silueta.
Pero por más que corría, no lograba alcanzarla.
"¿Qué es esto?" Se preguntó Hiro.
Entonces empezó a correr con todas sus fuerzas.
"Quiero llegar allí" Se repetía Hiro, una y otra vez.
La figura que veía era muy conocida para ella.
Una figura en la que confiaba.
Pero que se seguía alejando.
No huía de Hiro.
Era una figura estática.
Pero cada vez se alejaba más y más.
"No"
"No me dejes sola" Pensaba Hiro.
Hiro admiraba esa figura.
Era de una persona determinada, persistente, y muy importante para ella.
Una figura que ella veía como un bambú en una tormenta.
Por más que se doblara, por más que fuera arrastrado, se mantenía firme aguantando.
Esa figura era Souki Aiko.
Hiro empezó a desesperarse.
-¡Espera! -Dijo Hiro, empezando a gritar.
Su voz era temblorosa, parecía que fuera a romperse.
-¡¿Adonde vas?! -Gritaba Hiro- ¡Espérame!
La figura parecía haberse detenido.
Hiro sintió un enorme alivio.
E intentó alcanzar con más fuerzas a Souki Aiko.
Entre mas se acercaba, más claro se veía que era Souki Aiko quien estaba frente a ella.
Souki Aiko se volteó, y la miró.
Tenía el aspecto de la ultima vez que lo vió.
El cabello corto, y el traje negro.
De repente el cuerpo de Hiro, sintió una calidez qué hizo que su soledad desapareciera.
El miedo de Hiro se desvaneció.
Souki Aiko se volteó por completo.
Y Hiro saltó hacia a el.
Y lo abrazó, mientras sus ojos empezaban a emitir lagrimas.
Eran lagrimas de felicidad.
Aunque fueron unos segundos sola en Black Room, fue suficiente para quebrar a Hiro Hitagi.
Es por eso, que la aparición de Souki Aiko, fue tan reconfortante.
Pero algo no parecía cuadrar.
Souki Aiko no se movió ni un centímetro.
Cuando Hiro levanto la mirada, algo rompió con su tranquilidad.
De los ojos de Souki Aiko, empezó brotar un liquido espeso y oscuro, casi como sangre. Era sangre escurriendo lentamente, al enfocar la visión, se pudo percatar que también salia de su boca.
Al detallar mejor la cara de Souki, notó que en el lugar donde debían ir sus ojos verdes solo se encontraban un par de cuencas vacías.
Cuencas que eran como cascadas escarlata.
Hiro sintió como subía un escalofrío por su espalda para luego gritar tan fuerte como su garganta lo permitió.
Hiro soltó a Souki Aiko, y se apartó.
El impacto de lo que vio, la hizo tropezar.
Desde el suelo pudo ver bien como el cuerpo de Souki Aiko se desvanecía, como si fuera arena llevada por el viento. Mismo viento que empezó a iluminar toda la habitación. Revelando que era una enorme cúpula.
A pesar de ser un espacio completamente negro, la luz llegaba de alguna parte.
"¿Donde estoy?" Se preguntó Hiro.
Fue entonces que empezó a entrar en razón.El Souki Aiko que vio, era falso.
La verdadera naturaleza de la Black Room se esta revelando. De la nada, al iluminación desapareció.
Espontáneamente un montón de siluetas se generaron alrededor de Hiro.
En un principio parecían personas, pero fueron creciendo poco a poco, hasta volverse gigantes.
Hiro estaba asustada.
Sus piernas no dejaban de temblar.
Los gigantes eran enormes siluetas brillantes, y cuando llegaron a limite de la cúpula se unieron, como un manto blanco sobre la oscuridad.
"¿Que es esto?" Pensaba Hiro, con lagrimas en sus ojos.
Lagrimas de miedo.
No se distinguían ya las figuras de los gigantes.
Aún así, empezaron a llorar.
Para Hiro era como una lluvia.
Eran lagrimas oscuras, como el liquido que salía de las cuencas del Souki falso.
Las lagrimas se volvían cada vez más grandes, y salían con mayor rapidez.
"No" Pensó Hiro "¿Por qué pasa esto?"
El lugar empezó a inundarse.
Hiro intentó concentrar su aura en sus piernas, para poder elevarse.
Pero no lo logró.
No tenía poder mágico.
Su poder no funcionaba dentro de la Black Room.
El liquido parecía tomar consciencia.
Se levantó, y empezó a cubrir a Hiro por completo.
-¡No! -Gritaba Hiro mientras forcejeaba- ¡Déjame ir!
Hiro intentó golpear el liquido, pero sus manos ya habían sido inmovilizadas.
-¡Ayuda! -Gritó Hiro- ¡Ayúdenme!
Pero nadie la escuchó.
El liquido rápidamente llegó al cuello de Hiro.
-No... -Decía Hiro con sus últimos alientos, antes de ser succionada por el liquido- Souki...
El cuarto entero se llenó del liquido.
Y Hiro fue engullida.
Hiro cerró sus ojos.
Se sentía sofocada, pero seguía teniendo frío.
No podía moverse.
Era aterrador.
Pero Hiro dejó de sentir miedo.
Estaba más tranquila.
"¿Este es el fin?" Pensó Hiro "¿Moriré aquí?"
Pensó en Ryumi Ayanami, William Muller y Haru Kishibe.
No pudo traerlos de vuelta, como ella quería.
"¿Esto esta bien?" Se preguntó Hiro "¿Voy a morir sin oponer resistencia?"
"Que lamentable"
"Esta no es la forma en la que quería encontrarme con ellos"
De la nada su tranquilidad fue interrumpida por una potente luz.
Hiro abrió los ojos.
Vio como en frente de ella, había una especie de puerta.
Una puerta abierta, de la cual salía una luz cegadora.
"¿Qué es eso?" Pensó Hiro.
A pesar de no saber nada, Hiro encontró esa luz muy tranquilizadora.
"¿Qué estará haciendo Souki ahora mismo?" Pensó Hiro.
"¿Estoy perdiendo mi humanidad?" Se preguntó Hiro "¿No lograré descubrir su significado?"
De la nada Hiro empezó a retorcerse, intentando soltarse de la oscuridad qué la tenía cautiva.
"¿Qué estoy haciendo?" Pensó Hiro.
Su cuerpo se movía inconscientemente.
"¿Adonde estoy apuntando?" Se preguntó Hiro "¿Adonde lleva esa luz?"
Hiro empezó a esforzarse más.
Gritaba, estaba decidida.
Tenía que salir de allí.
"Quiero vivir" Pensaba Hiro, mientras con todas sus fuerzas, salía de la oscuridad.
La oscuridad absorbía a Hiro.
Pero ella se resistía.
"Saldré de aquí" Se repetía Hiro.
Su determinación estaba en su estado más puro.
Ella estaba avanzando.
Ella estaba escapando de la oscuridad.
"No puedo morir aquí" Pensó Hiro "Los traeré de vuelta a cualquier costo"
"Y haré pagar a Garo Tachibana por sus acciones"
Sus gritos eran fuertes.
Unos gritos llenos de decisión.
Antes de que se diera cuenta, ya había alcanzado la luz.
Una vez fuera de la oscuridad, pudo verlo todo.
Estaba en el mismo cuarto de antes.
Era como una piscina de oscuridad.
-¿Qué es esto? -Dijo Hiro confundida.
Levantó su mirada.
En el punto más alto de la cúpula parecía estar acumulándose una sustancia blanca.
Como un capullo.
Un capullo a punto de quebrarse.
Hiro intentó desviar la mirada, ya qué todo el liquido caería en su cara.
Pero era demasiado tarde.
La sustancia cayó a una velocidad increíble.
Empapando toda la cara de Hiro.
Hiro perdió la vista unos instantes.
Intentó quitarse el liquido de la cara, pero este no se movía.
-¡¿Qué rayos?! -Exclamaba Hiro mientras intentaba retirarse la viscosidad de la cara.
De la nada, su cuerpo dejo de moverse.
Había quedado paralizada.
Ella cayó de vuelta a la oscuridad.
Pero sus ojos también parecían pesados.
Hiro de la nada empezó a sentir mucho sueño.
Intentó mantenerse despierta.
Intentó mover sus extremidades.
Pero finalmente pereció.
Cayó dormida.
Luego de unos segundos Hiro se despertó.
Pero no estaba en la oscuridad.
Estaba en una cama.
"¿Fui rescatada por el maestro?" Pensó Hiro.
Miró a su alrededor.
Y quedó impactada.
No estaba en el santuario del maestro.
Ni en Tedehm.
Ningún lugar afiliado a tierras del rey.
Pero era un lugar qué conocía muy bien.
Era su habitación.
De antes de La Hora Cero.
En Alemania.
Era la habitación de Jennel Orth.
-¿Qué rayos es esto? -Dijo Hiro aterrada.
「Tierras del rey. 18:30 」
「Souki Aiko」
Ya han pasado unas horas desde el ataque de Ren Minoru.
Ellos se han establecido en la torre de Tedehm.
He logrado contactar con Plinder Fome e Imai Sakurajima.
Actué como un mensajero, ya que estaba hablando con Plinder Fome.
Todos evacuaron tierras del rey.
No hay ni una sola persona allí.
Es territorio de Ren Minoru.
Territorio que debemos recuperar rápidamente.
Estamos atendiendo las heridas del escuadrón señuelo.
Solo quedamos el escuadrón señuelo, Tomory, y yo.
He estado acostado todo este tiempo.
El virus que entró a mi cuerpo, no me deja moverme.
Tomory y Mikoto se quedaron a mi lado.
Ellos hablaban, pero no podía responderles. no tenía energías para eso.
Solo éramos 6.
El escuadrón señuelo son 4 personas.
Nabe Mikoto, Panda Kyoka, Shizuka Matsuyabashi y Aoi Koshiai.
Shizuka y Aoi son dos chicas que se destacaron bastante cuando llegaron.
Fueron evaluadas por Hiro.
Estaban al nivel de Tomory.
Así que de inmediato fueron consideradas para el naciente escuadrón señuelo.
Fueron ellas las que propusieron el nombre de "Grupo de la luna roja"
No se utilizó, pero en algunos lugares lo llaman así.
Utilizan modificadores de voz para esconder su genero, pues el punto es que se hagan pasar por mí.
Son dos chicas muy eufóricas, en las reuniones no dejaba de reírme con ellas.
Y ahora están notoriamente lastimadas.
¿Estarán arrepintiéndose de entrar en Tedehm?
Es probable.
En un principio ¿Qué razón tendría una persona para entrar a Tedehm?
Sería entrar a morir.
Quizá es a lo que todos entramos aquí.
A morir.
¿Cómo puedo detener las guerras de ROTL?
¿Qué motivo tienen?
Esto es exasperante.
¿Cómo puedo dejar que estas cosas pasen?
De la nada un portal negro apareció.
Un portal de oscuridad.
De el salió Kentaro.
-¡Kentaro! -Exclamó Panda- ¡No estas muerto!
-Para nada -Dijo Kentaro- Lo siento por demorarme, me encerré en mi laboratorio, y utilicé la sangre de Souki para crear una cura para el virus.
-¿Qué virus? -Preguntó Shizuka.
¿Esta hablando en serio?
La chica de cabello castaño parecía realmente confundida.
-El virus que viaja a través del humo alrededor de tierras del rey -Contesto Kentaro un poco enojado.
-¿Hay un virus? -Preguntó la chica- Creí que el humo era para nublar nuestra vista.
Aoi empezó a burlarse de su compañera.
-¿Qué dices? -Dijo Tomory- El líder esta afectado por el virus, por eso no puede moverse.
-¿En verdad? -Preguntó Shizuka- Pensé que estaba descansando.
Me reí, me dolía, pero me reí.
Aoi reía.
Shizuka reía.
Tomory reía en voz baja.
Nabe intentaba ocultarlo, pero claramente se estaba riendo.
Panda era el que más reía.
El único que estaba fastidiado era Kentaro.
-Pareces estar sufriendo por reír, líder de Tedehm -Me dijo Kentaro mientras sacaba de su bolsillo una enorme mochila, el se estaba burlando de mí.
De su mochila sacó una jeringuilla.
¿Esa era la cura?
Todos dejaron de reír para observar a Kentaro.
El se agachó, y clavó la jeringuilla en mi pecho.
Dolía, pero era soportable.
El liquido entró en mí.
Eso si que dolió.
Era muy fuerte.
Se extendió por todo mi cuerpo a una velocidad alarmante.
Todo mi cuerpo dolió.
Se que no se rompería nada, esto es una pequeña fracción del dolor que sentí en Black Lagoon por incrustarme el filamento de Hiro,
Entonces sentí unas enormes ganas de vomitar.
Kentaro me tomó de la cintura y de la nuca.
Me sentó, para ayudarme a vomitar.
Todos mis órganos se entumecieron.
Y de mi boca, salió un vomito muy grotesco.
Era de color gris.
Qué repulsivo.
-Al menos cumpliste con tu promesa -Me dijo Kentaro- No hubo ninguna baja.
Sentí mi cuerpo despejado, podía moverme de nuevo.
¿Expulsé el virus?
-No del todo -Dije, mientras me acostumbraba a mi propio cuerpo de nuevo- Kaiki esta muy herido, no puede pelear.
-Pero esta vivo -Respondió Kentaro- Y creo que somos suficientes.
-¿A que te refieres? -Le pregunté.
-Te conozco de muchos años, Souki -Me dijo- Se perfectamente que ya habrás pensado en cientos de planes para contraatacar, y más cuando tuviste que quedarte por tanto tiempo quieto.
Kentaro tenía razón, ya había pensado muy bien en como derrotar a Ren Minoru.
-Tienes razón -Le dije- Necesito que repliques el virus, terminaremos con esto, esta misma noche.