Estando afuera pude ver cuando mi amiga salió de la habitación, supuse que quería tomar el fresco también así que le resté importancia.
Después de un rato me extrañó no escuchar a Arizona dentro de la habitación por lo que decidí entrar para ver cómo estaba.
-Arizona- dije mientras entraba por la puerta- Ale salió así que podemos ver qué comer, creo que tardará
Al no tener una respuesta decidí revisar la cocina y ver si había regresado al baño, pero no estaba. Empezaba a preocuparme.
Me acerqué a su cama al notar algo sobre ella. En la cama había un collar, cuando lo movía sonaba de una manera muy linda.
-emmm, creo que se le cayó- dije devolviendo el collar a su lugar, pero noté una quemadura en la sábana de la cama. ¿Eso era malo?
En ese momento intenté recordar si habían discutido más en lo que yo salí, pude recordar que Ale le estaba hablando a Arizona algo molesta por la situación, luego la vi salir y Arizona no estaba.
-No...- dije empezando sentarme en la cama- ¿se fue... por la pelea que tuvo con Ale?
Esa teoría era la más lógica. Necesitaba respuestas y qué mejor que de Ale.
Me senté en el patio del hotel esperando a mi amiga.
La vi acercarse y esperé a que entrara al hotel y se diera cuenta de la ausencia de Arizona.
Después de un rato salió a preguntarme
-¿has visto a Arizona?- parecía nerviosa
- ¿porqué se fue, Ale?- la miré con seriedad- más bien, ¿qué pasó dentro de este cuarto cuando yo salí?
Ella me miró casi como queriendo matarme ahí mismo
-yo... creo que me excedí- dijo. Yo la miré confundida
-¿a qué te refieres?
-me molesté, le dije...que estaba harta y le dije que no me casaría con un cadáver y... le quité el anillo de compromiso- Ale bajó la cabeza, sin embargo pude ver dolor en sus ojos
-espera...¿hiciste qué?- empezaba a sentirme molesta. Estas cosas me molestaban desde que cierta persona había decidido que no me necesitaba más y se fue, así sin más.
-Yo...- dijo sin decir nada más.
Me quedé callada, intenté controlarme pero los recuerdos me invadían y eso nunca era bueno al tratarse de temas del corazón.
Caminé por todo el cuarto pero no pude más.
-¡Tú!- dije caminando rápidamente hacia mi amiga y dándole un puñetazo en la cara-¿¡porqué mierda dijiste eso?!¿¡Ahora qué harás?! Porque al parecer tus palabritas fueron suficientes para mandarla directo al infierno con su familia- dije exhaltada.
-¿qué te pasa?-dijo ella cuando al fin reaccionó. Yo le lancé el collar de la cama.
-¿esto a qué te suena?- la miré viendo el collar.
Parecía haber entrado a la realidad al ver el collar.
- Ella... ¿dejó su llamador de ángeles?- dijo con la voz rota.
-¿y qué mierda crees que significa?- respondí- tú crees que es así nada más retirar un compromiso que hiciste con ella llamándole "cadáver"- grité- ahora mi amiga, mi hermanita no está, de nuevo.
-lo siento- dijo y yo la miré molesta
- eso no me lo digas a mi- dije y me senté en mi cama.
Ale me siguió, parecía pensar en lo que había pasado. Vi que sacó el anillo de su bolsillo y lágrimas salían de su cara.
-mierda... ¿qué hice?-dijo y parecía entrar en pánico.
-dímelo tú.
-el llamador de ángeles... era nuestra promesa... se suponía que yo la iba a cuidar y a proteger- dijo con la voz rota y pude ver cómo caminaba por toda la habitación.
-pues parece que acabas de mandarla directo a su casa de nuevo- dije triste y enojada
-¿y qué haremos?- dijo ella esperando que yo le diera una solución.
-regresar a casa- contesté
Ella me miró enojada
-No podemos sólo irnos y darla por perdida-dijo llorando
-ya la perdiste- dije- a menos que quieras recuperarla, pero cuando su padre sepa, te aseguro que habrá más de un demonio interesado en sacarte el alma.
-qué gran consuelo- dijo ella y yo bufé.
-¿en serio esperabas mi consuelo? Yo debería estarla consolando después de que alguien decidiera gritarle.
-ya está bien, deja de tratarme así- dijo enojada
-como sea- contesté y me acosté a dormir, no tenía ganas de nada.
Pasaron las horas y Ale se encontraba dando vueltas por el cuarto, supongo que estaba pensando.
-¿algún día dejarás de dar vueltas como trompo?- dije enojada
-cállate- contestó y se sentó en su cama tratando de asimilar todo- sólo trato de pensar qué hacer.
-si se fue es porque necesitaba tiempo- dije y Ale pareció suspirar.
-No necesita tiempo, ella me ama y yo igual, sólo fue un error-dijo llevándose las manos al rostro.
-No sé, Ale- dije- Yo igual estoy a punto de perder a una hermanita por tus palabras, no me pidas comprensión o consuelo. No ahora.
Vi a Ale caminar hacia la puerta y yo la miré
-¿A dónde vas o qué?- dije
-A comprar algo de comida, estoy nerviosa- dijo y yo me quedé pensando.
-te acompaño, somos dos-dije algo seria
Ambas salimos de ese cuarto, caminamos hacia una tienda de comida y compramos algunas cosas.
Ojalá regrese, la extrañaba y aunque estuviera molesta sabía que sale igual lo hacía.