[***]
Las tres despertamos y decidimos que tendríamos que movernos a otro lugar, así que empezamos a empacar todo para salir.
- Bueno, acomódense que este viaje será largo- dije bostezando. Arizona pareció percatarse.
- deja que yo maneje, tú debes tener sueño- dijo Arizona para bajarme del auto y cambiarme de lugar.
- tú debes descansar igual Amor, mejor yo manejo- reprochó Ale. Yo asentí.
- No, nada, yo puedo quedarme sin dormir más tiempo, así que ustedes dos duerman.- dijo Arizona arrancando el carro, y yo me dispuse a dormir apoyándome en la ventana.
Desperté al cabo de una hora y media y veía que ya estábamos en otro pueblo, así que decidí admirar el paisaje.
Paramos en una tienda ya que debíamos comer algo antes de seguir.
Vi cómo Arizona se acercó a nosotras y nos miró con seriedad.
- quédense acá, debo ir a ver qué no nos estén siguiendo- dijo para luego retirarse y entrar al súpermercado. Pude jurar que cuando se dio la vuelta sonrió un poco.
- ¿y ahora qué hacemos?- dije mirando a Ale, quien parecía igual de extrañada que yo.
- esperar a Ari- dijo y se apoyó en el cristal casi durmiéndose. Yo reí ante esa respuesta.
- y así quería manejar- dije viéndola y me dispuse a leer el mismo libro que estaba leyendo cuando estábamos el segundo día en el hotel.
No sé cuántos minutos pasaron cuando vi a Arizona venir.
- todo limpio, a hacer las compras- dijo sonriendo.
Se dirigió a donde estaba Ale y la despertó con un pequeño beso en la frente.
- cariño, vamos, hay que comprar comida- dijo y ayudó a su novia a levantarse.
Íbamos a entrar cuando nos paró en seco.
- okay, reunión de equipo- dijo y nos reunió en círculo- ahora está limpio el panorama, sin embargo los hombres de Phillip pueden aparecer como si no fueran de este mundo- dijo y yo tragué saliva- pero no se preocupen, son totalmente humanos- dijo percatándose de nuestro nerviosismo.
Caminamos, entrando al supermercado y vi a Ale agarrar un carrito de compras.
Era divertido estar de compras como si no estuviéramos siendo perseguidas.
Pude ver a Arizona corriendo por todo el supermercado, estaba feliz, me percaté de su colgante.
- ¿ese collar es nuevo cierto?- dije mirando el collar y luego a Ale.
- Sí, Ari me dijo que si hermano se lo había dado- contestó.
- ¿Arizona tiene hermano?- dije. Vi cómo el rostro de Ale cambiaba a una de nerviosismo al percatarse de que había soltado un poco de lo que Ari le confió.
- es mejor que te lo diga ella- dijo riendo nerviosa. Okay.
- supongo que sí- dije y alcancé a Arizona para seguir buscando comida y una que otra cosita.
Arizona(pau)
Vi cómo Lupita y Ale platicaban, así que las dejé de ver y me dispuse a divertirme un rato buscando comida.
- hey Ari- dijo Lupita y yo sonreí.
- Lupis- dije y agarré un paquete de papas para ponerlo en el carrito.
- ¿y ese colgante? Es muy bonito- dijo y disimulé muy bien mi nerviosismo aunque supiera que era mentira.
- me lo regaló Ale, ¿verdad que es lindo?- dije sonriendo algo nerviosa.
- vaya que sí- dijo y yo supe que no me creía. Está bien. Era ahora o nunca.
Me dirigí hacia donde estaba Ale y le dije que le iba a decir a Lupita, ella me siguió y le hice una seña a Lupita para irnos a algún pasillo que no tuviera gente.
- Lupita se que no me creíste lo del collar- dije y ella intentó negar.
- bueno... no pensé que fuera tan obvia- dijo apenada.
- No te preocupes... mereces saber lo que yo y Ale sabemos- dije, sentí la tensión en el ambiente.
- yo... soy hermana de Astharot, conocido como Timothee en... en la tierra- dije muy nerviosa. Pude ver a Lupita procesar toda la información.
- ¿disculpa?- dijo la chica morena viéndome.
- que yo...- titubeé- No... yo no...- sentía las lágrimas caer por mi mejilla- No sé qué soy.
Dije secando mis lágrimas.
- perdón, tengo que ir al baño- dije y caminé rápidamente hacia el baño del
Súpermercado.
Me encerré y dejé salir mis lágrimas.
Perdí la noción del tiempo pero volví a mi misma cuando Ale tocó la puerta de manera desesperada.
- Amor, qué pasa?- dije y pude ver en su rostro que nada estaba bien.
A los pocos segundos entró la chica morena asustada de igual forma.
-están aquí- dijo Lupita y entendí cuando tocaron la puerta del baño.
- Arizona...- dijo aquella voz familiar.
- mierda- susurré reconociendo al segundo jefe de mi secuestro.
- Amor, Lupita- dije jalándolas al baño conmigo. Nos encerré.
Tomé el collar entre mis manos y empecé a cerrar los ojos.
-¿que mierda haces Arizona?- dijo Lupita demasiado nerviosa.
- shh- dije y me concentré.
- Astharot, mi frater, auxilium me auxilium mihi in me petere praesidium- dije y sentí el colllar arder, supe que funcionaba.
- mierda- dijo Lupita al ver unas enormes alas negras salir de mi espalda.
- parece que estamos listas- dijo Ale, yo asentí.
Toqué el hombro de Lupita para calmarla.
- tranquila, soy yo, Arizona- Ella de calmó y me devolvió el toque, sin embargo se quemó.
- Auch- dijo y yo reí.
- nada de tocarme, ¿entendieron?- ellas asintieron.- ustedes están protegidas por mi hermano, yo soy... Arizona Asthares, segunda dama e híbrida entre un humano y un demonio. Salgamos y ganemos.- dije y ellas se prepararon.
-Arizona- dijo la misma voz.
- No sabes lo que te espera- dije en un susurro y mis ojos se volvieron del color de la sangre.
Lancé la puerta del baño y pude escuchar los gritos de las personas. Sin embargo bastaron unas palabras para quedar envueltas en una burbuja donde solo nosotras sabíamos que estábamos peleando contra aquellos hombres.
Vi cómo dos de ellos iban contra Lupita y Ale, quienes rápidamente los esquivaron y golpearon, recibiendo ellas algunos rasguños mínimos, vi como el tercero venía hacia mi.
- ¿no le temes a esto?- dije burlonamente y saqué una bola de fuego de mis manos lanzándosela, sin embargo sólo pudo rozarlo y el sacó una pistola la cual me disparó. Pensé lo peor hasta que vi a aquel hombre quedarse boquiabierto cuando vio la herida en mi estómago cerrarse.
Alejandra
Estábamos peleando contra dos hombres, era bastante sencillo ya que éramos tres contra tres.
- Lupita- grité advirtiendo a mi amiga quien bloqueó el ataque de uno de ellos y lo tiró al suelo, moliéndolo a golpes.
- si que tenías ganas de pelear- dije riendo un poco pero esquivando el ataque que venía hacia mi.
- Ale- escuché a mi amiga pasarme una pistola de aquellos hombres que estaban ya sometidos por ambas.
- tener el poder de un demonio es impresionante- me dirigí a Lupita mientras manteníamos a los dos hombres bajo nosotras con una pistola en sus cabezas.
- el poder no, la ayuda- dijo ella señalando a Arizona, quien levantó a ese hombre en el aire y apretaba su mano, lo que hacía que el hombre fuera asfixiado por alguna fuerza invisible.
-mierda, nunca olvidaré esto- dije y Lupita asintió asombrada. Vimos al hombre caer sin vida al suelo. Arizona nos dio una señal y nosotras disparamos a los dos sobrantes.
- las dos, aquí, ahora- dijo mi esposa y nos cubrió con sus alas.
Cuando reaccionamos estábamos de nuevo en el centro comercial, habíamos logrado vencer a esos hombres.
- mierda, y más mierda- dijo Lupita emocionada, parecía una niña pequeña quien abrazó a Arizona quien calló al piso.
Yo la fui a ayudar pero ella negó.
- No te preocupes, cariño estoy bien, sólo algo débil- dijo y se incorporó.- yo igual te quiero Lupita- dijo riendo y Lupita sonrió apenada al ver que había tirado a mi esposa.
- eso fue... impresionante- dije y Lupita asintió.
- No se emocionen- dijo Ari riendo.
Salimos del supermercado que parecía de lo más normal, no parecían personas que hubieran visto una puerta volar por el aire.
- ahhhh al fin- dijo Arizona entrando al coche y abriendo una de las bolsas de papas.
Nos esperaba un largo viaje, vencimos esta vez, pero lo peor venía.