El restaurante "La picada Digital" estaba parcialmente vacío por un tema de infraestructura, pues pese a que tiene reservado un lugar en las terrazas que se encuentran fuera de su local y dan a la calle de peatones y autos.
Hoy ellos no la tienen en funcionamiento debido a algunos problemas de administración y falta de productos.
Por eso su tienda a diferencia de las demás, no está funcionando a plenitud y en un día muy lindo donde la temperatura alcanza nueve grados lo cual es bajo, pero no lo es tanto como días anteriores donde llego a estar bajo cero. Debido a esto muchos quisieron comer al aire libre y se fueron a aquellos restaurantes que si están atendiendo con esta temática.
Disfrutando de la agradable brisa y ese gusto a lluvia que se puede respirar nada más estando fuera.
Alex, estaba comiendo adentro de este restaurante digital y más bien, aun no logra comer con normalidad por una joven intrusa que lo asalto, evitando que pudiera llevar su estancia en este lugar con normalidad.
Pero ahora estaban llegando a su punto final de esta tan extraña conversación que causo curiosidad en muchos de los que estaban en el lugar a parte de ellos.
La chica parecía estar preparándose para partir, revisando su cartera y poniéndose su chaqueta negra.
Pese a que le dije que no acepte los que ella decía y estaba preparado para ser bombardeado con insistencias.
Esta chica solo se resignó y se quedó callada.
Me dejo completamente desconcertado.
Entre las miradas indiscretas que daba tras beber mi refresco, no sé porque ahora yo era el que tenía la necesidad de preguntar, de insistir o de contener.
<¿Que estás pensando estúpido? ¿No querías que este dejara tranquilo? ¡No la detonas ahora!>.
Agarre mi completo y mientras lo levantaba, muy natural y calmado, pero por dentro estaba luchando contra yo mismo.
Al final perdí...
—Revelarme algo así, debe ser muy peligroso ¿No? ¿Por qué tomar ese riesgo, con alguien que no conoces?
Se estaba ladeando para poder pararse y quedo sentada de tal forma que sus piernas daban hacia mí y con ello se me quedo mirando fijamente.
Talvez algo impresionada de que ahora fuera yo el que preguntara. Yo también lo estaba.
No quería hacerlo, pero la curiosidad me termino ganando.
—Porque la gente de las "sonrisas falsas", me hubieran ignorado o huirían de mi cuando comience a contarles.
—Tienen una sonrisa en estos momentos porque nada les preocupa directamente o les afecta. Pero cuando sienten que se están metiendo en problemas, la mayoría solo arranca.
—Todo para no meterse en problemas y en el fondo todos saben que esos mitos pueden ser reales, pero no tendrán el valor de desobedecer al Alto Mando.
—Tu con tu cara de triste y enojona. Estaba segura de que tú me escucharías.
—Pero... ¿Para qué?
Ella solo soltó una risa muy increíble, como si estuviera llena de esperanza y optimismo.
—Porque, todavía confió y creo que algún día esta situación cambiara. Mientras más gente sepa de nosotros, en algún punto aparecerá alguien que sea capaz de cambiarlo todo.
—¡Alguien que esté dispuesto a correr por ese camino tan peligroso! Que se enfrente al Alto Mando y a todo el mundo.
—¿A todo el mundo? ¿E-Enfrentándose al Alto mando? ¿No sería demasiado para una sola persona?
Ella rio un poco...
—Puede ser... Es difícil que alguien tenga el poder de hacerlo, pero sé que algún día llegara...
—Aunque todo eso se basa en la fe de una mujer que aún no se rinde, pero que no puede hacer nada para ayudar.
—Es triste, pero me basta con intentarlo...
Termino por levantarse y yo solo mantenía en alto mi comida.
Pese a darme vergüenza decirlo...
Estaba conmovido con alguien que tiene tanta fe y hace estas cosas tan arriesgadas e inseguras, pues no se sabe cómo podría reaccionar la gente al enterarse de esto. Un peligro que podría condenar incluso a su familia, pero sus ojos no demostraban ni el más mínimo temor.
—Tu parecías una buena persona para probar suerte.
Se creaba una energía extraña entre nosotros... ¿Como decirlo?
No era desagradable ni insistente, ni alegre, ni molesta. Ambos parecíamos complacidos con lo expresado en esta conversación.
Seguramente porque yo pude saber más de este mundo y ella pudo completar su tarea sin problemas.
Pero había algo que me incomodaba.
—Yo no creo que sea una buena opción. ¿Tan amargado? ¿Antisocial? Soy el más alejado de tus expectativas.
Porque es la verdad. No es que vaya a delatarla, pero siento que este conocimiento en mi es inútil y sin ningún futuro prometedor....
—Yo nunca podría influenciar a los demás para cambiar nada y menos podría salvar a alguien. No tengo ese don, no tengo ningún don en verdad.
—¡¡Oyeee!! ¡No seas tan depresivo!
—Eso es algo que solo el tiempo decidirá y por alguna razón... confió en ti.
Se fue acercando peligrosamente hacia mí.
Lo hacía muy lento con una expresión tan calmada y.… linda. Para que negarlo después de todo este tiempo.
Llego hasta el punto donde no pude seguir aguantando y desvié la mirada rápidamente para que no me viera todo sonrojado. Pero ella siguió hasta estar muy cerca de mi oído.
—¿No quieres ser el héroe que cumpla mi sueño?
No fui capaz de reflexionar nada por el nerviosismo y sus palabras solo empeoraron mi situación.
Sin comprender a lo que iba en realidad, solo sentí toda la cara roja debido a que hablo directamente en mi oído.
Si, tuvo que ser eso.
Pero pensándolo tanto, no me di cuenta de que ella ya se estaba marchando, volviendo de inmediato a la realidad y cortando estos estúpidos nervios, la busqué con la mirada, pero solo sentí que alguien salió por la puerta del restaurante y por pequeños momentos, vi unos machones rubios saliendo.
No me iba a parar a buscarla.
Solo me quedé con un pensamiento pesado e inundado de cosas nuevas que descubrí solo en unos minutos. Comenzaba despacio a comer.
Aunque de nuevo se vería intervenido, pues quería asegurarme de la hora que era para poder comer bien. Pero resulto que perdí demasiados minutos en esa charla y solo me quedaban 20 minutos para llegar al maldito lugar de ventas del videojuego que quiero.
—¡¡¿¿Solo veinte minutos??!! No puede ser.
Muchos de los clientes se le quedaron viendo después de ese grito y que este comía desesperado su comida.
Alex no se dio cuenta de eso o básicamente no tenía tiempo para pensarlo.
Aunque ahora quedaron impresionados de como Alex se tragó por completo su comida y la bebida se hizo nada en segundos.
Salto de la barra y fue a pagar. Todo muy rápido, mientras que los demás lo miran con tanta duda de que es lo que le sucede a este chico que antes discutía con aquella chica, cosa que también sintieron los clientes y trabajadores.
Fue un precio moderado y una forma de pagar rápida donde solo con la tarjeta y una clave propia, el cobro estaba realizado.
Prácticamente le quito la tarjeta a la vendedora cuando esta intento devolvérsela y parto corriendo desesperado fuera de aquel restaurante.
Salía prácticamente con un salto y el frio clima lo golpeo en la cara con la diferencia de cómo estaba el calefaccionado local.
Aquello no fue la gran cosa, pero Alex quedo parado en la vereda y con la mirada comenzó a buscar algo... Quería saber si seguía por ahí aquella mujer de la melena rubia.
Hacia la izquierda, hacia la derecha.
Lo cierto es que era bastante la gente que andaba por ese lugar porque resulta en uno de los puntos más importantes de toda la Fracción para almorzar y justamente estábamos en esa hora.
Tanta gente que no le permitió ubicar a esa joven, porque tampoco sabía hacia donde mirar con claridad.
Se resigno y dio media vuelta para correr hacia donde debía ir.
Comenzó su nueva carrera contra el tiempo.
Pero ella si estaba ahí.
Lo que ocurrió es que lo observaba detrás de un pilar en una de las esquinas que no estaba a más de 50 metros.
Estaba escondida.
—Realmente hoy fue mucho más interesante de lo habitual.
Tenía una sonrisa. Luego miro hacia el cielo y pensó...
— "Idiotas sonrientes" ¿Eh?
—Sería ilógico que tu seas el que los cambie a todos. Si llegara a pasar...
—¡Haaaa! Sería una prueba más para la teoría de que este mundo está loco.
Rio un poco y solo avanzo para seguramente irse de una vez, no sin antes mirar una vez más por donde se fue el joven....
Por otro lado, Alex corría a toda velocidad.
Muchos lo miraban con extrañeza al pesar de que podría ser algún tipo de ladrón... algo habitual en estos lados.
Pero para el chico ese era un problema que no le importaba y con destreza iba esquivando personas cuando las veredas o la misma calle se llevaba de gente que cruzaba de restauran en restauran para ver mejores precios o lugares.
La ciudad capital del Distrito 3 es un lugar marcado completamente con muchas diferencias... y una de estas diferencias radica en las obtenciones de bienes.
Mientras que la gente de Sectores Comunes no posee vehículos particulares. Muchos otros en las demás Fracciones o el privilegiado Sector Privado, si los tienen.
El hecho de que quienes viven en los Sectores más baratos, lo hagan, es netamente porque en general la vida es un poco alta.
Y siguiendo esta idea, es el causante de que las calles de la Fracción 3 estén muy vacías.
Las avenidas principales convocan el tránsito de vehículos para el transporte público, pero esto representaría el 30% de la capacidad vial.
Otro 30% radica en calles más pequeñas y donde podrían pasar vehículos más pequeños a residencias o centros comerciales. Pero suelen estar vacías la mayor parte del tiempo.
El ultimo porcentaje restante, son calles donde si bien pueden pasar autos... son calles dedicadas al tránsito de gente, en lugares muy comerciales.
Justamente como este.
La gente con cerveza en mano o con un buen asado sobre la mesa, como también otros que prefieren tipos de ensalada muy bien constituidas u opciones veganas.
De todo puedes encontrar en estos lugares porque lucran demasiado dinero.
Estos clientes terminan desviando su visión ya sea a la derecha o izquierda, el caso es que daban con el chico que a toda velocidad corría.
Lo que, si se puede ver en estos lugares, son motos y bicicletas... Transportes mucho más asequibles para todos.
Pasan por ahí y recorren con mucha facilidad estas calles.
Alex logro llegar hasta un tipo de centro comercial que en su entrada decía "HomLogy" básicamente "Tecnología para el hogar" o hacia ilusión a ello.
Casi choca con la entrada que no se abrió a su ritmo. Pero logro frenar antes de hacer el ridiculo.
Ahora va con toda la velocidad por diferentes pasillos hasta llegar a un gran "Patio" donde había una pileta como centro.
El techo era de vidrio, asique la luz pasaba.
Bueno en este lugar justamente frente al por el pasillo que llego, estaba la tienda que buscaba.
—L-Llegue... Lo logre...
Se notaba cansado, casi que necesita apoyarse en una pared.
—Pero...
—E-Es...
—E-Esta... es.
Agarrando aire.
—¡¿ESTA ES LA FILA?!
Grito sin ningún consuelo.
Alejando todo, el tiempo pasaba en la ciudad capital del Distrito 3.
...
17:25 PM
...
Un muy agotado Alex... estaba sentado en una banca frente a la tienda donde debía comprar el juego.
Tienda que por cierto estaba apestada de gente intentando conseguir el nuevo producto.
Seguramente fue muy duro pues la cara de cansancio y malestar de Alex es notoria, haciendo parecer que sufrió bastante, cosa que no es errónea.
Mantenía la cabeza apoyada en el respaldo de la banca.
—N-No puedo sacarme ese olor de la nariz. Y tener que cruzar por toda esa grasa... Esto es horrible.
—Haaaa... Espero que por lo menos valga la pena toda esta tortura.
—Vas a ser el nuevo vicio que me mantenga encerrado 20 horas continuas...
—¡Bueno! Solo sabre si es verdad jugándolo... Ya me estoy emocionando por comparar las historias de aquel momento.
Parándose como pudo después de los kilómetros totales que tuvo que correr, porque hay que tomar en cuenta que por medio de la Fracción existen trenes, pero no sale muy rentable tomarlos pues su precio aumenta.
Alex tuvo que caminar y correr como unos 10 kilómetros o un poco más.
Por eso se siente un poco cansado y no es para menos, aun teniendo buena condición física pues algo similar lo ha hecho varias veces.
Salió del centro comercial y se quedó parado un momento porque un agradable viento que soplaba desde el oeste llego para mover su pelo y ropa.
Era un poco helado, pero también era agradable.
En ese momento el joven decidió mirar hacia el cielo y justamente se cruzó con un grupo de pájaros que volaban hacia el este.
Volando con tanta destreza y planeando con elegancia, sus capacidades les permiten ser los dueños de los cielos y no estar atados a ninguna cosa del suelo.
—Me da envidia...
Dije con una sonrisa calmada...
Comenzando mi caminata lenta hacia mi casa y así es como pasaba el tiempo. Tantas cosas en un solo día...
Ya estaba cansado, de correr, de pensar y de sentir dolor como en la madrugada me paso.
Solo quiero llegar a mi casa y tenderme en mi cama.
—Demasiadas cosas para mí en un solo día. ¡Ya estoy harto!
No voy por el camino que llegue pese a que es más rápido que este.
Es un camino más largo y eso me da flojera, pero de esta forma podría evitar cruzarme con mucha gente.
Incluso por ahora voy en una dirección errónea hacia las murallas, pero es necesario para poder llegar a una calle que es paralela a la de los restaurantes.
Donde estoy, es un lugar residencial y poco concurrido. Perfecto para mí...
Todo era relajo, por solo preocuparme de mantener el ritmo.
Bostezaba y me agarraba la cabeza con mi mano libre. Pero justamente entre una de esas acciones note levemente que alguien conocido venia frente a mí.
Alguien que sabe de mi existencia y yo sé de la suya.
Me detuve y me puse algo nervioso.
Miraba entre el cansancio para poder crear una imagen más concreta. Hasta que lo confirme...
—¡Es Oscar!
Rápidamente mire mi entorno y justamente unos metros atrás por de donde venia. Existían un pasillo que llevaba hasta seguramente otra calle o un edificio.
O simplemente ser un callejón sin salida, daba igual.
Siendo algo oscuro y sucio, no importaba.
Termine corriendo por él y escondiéndome detrás de un basurero.
Ahí es donde espere hasta percatar y asegurarme de que Oscar ya allá pasado. Cosa que después d un minuto ocurrió y el paso riendo con sus amigos de la universidad, supongo.
<¡¿Porque tengo la necesidad esconderme de esta manera?!>.
—¡Haaaa!
Yo soy de esas personas que cuando ve a alguien que conoce, simplemente prefiere salir corriendo antes de saludarlo. ¡De un simple saludo!
—Soy patético... ¿Verdad?