"Hick.. Hick... Hick..."
En un universo desconocido, planeta desconocido, una mujer de apariencia lamentable lloraba, mientras miraba una corona rota en el suelo...
El cielo estaba oscuro y varias tormentas eléctricas iluminaban por unos segundos el cielo, causando que la lluvia comenzara a caer.
Mojando el suelo agrietado y lavando la sangre de los caídos.
*Shuaaaaaaa
Mientras tanto en el espacio, dos coronas viajaban a una velocidad increíble, irrumpiendo galaxias y reinos, acercándose rápidamente al mundo.
Estas dos coronas en su interior estaban dos personajes, uno sentado en un trono mientras el otro tenia una capucha que cubría su apariencia.
"Su majestad... Hemos llegado"
Hablando con un breve murmuro mezclado entre tristeza y profundo dolor, la figura encapuchada bajo la cabeza, así mismo la Emperatriz asistió levemente, entrando al mundo.
"Hick... Hick... "
Una vez que entraron al mundo, escucharon el llanto de dolor de una mujer, localizando rápidamente la voz, ambas personas bajaron, mirando una mujer lamentable que lloraba sobre una corona rota.
"Madre..."
"¿Cariño? Lo siento.... Lo siento... Yo hice todo lo que pude, lo siento... No pude.... No pude.... Protegerlo....Lo siento "
Al ver a las dos personas acercarse, la mujer lamentable abrió los brazos, abrazando a ambas, mientras lloraba y lamentaba su perdida.
El dolor y las lagrimas, así como la corona rota en el suelo causó que la figura encapuchada también llorara.
Ella habia estado suprimiendo sus lágrimas en todo el viaje y ahora que la madre de todos la abrazo ya no pudo contenerse.
Ellos son campeones, seres que protegen al mundo, sin embargo también son familia...
La Emperatriz por otro lado miro la corona rota en el suelo, así mismo también apretó el puño y las lagrimas corrieron...
Otro de los suyos habia caído...
*Shua... Shuaaa....
Así mismo en el cielo otras ocho coronas iluminaron el cielo y cayeron a gran velocidad.
Saliendo de la luz ocho personas, que al ver la corona rota en el suelo apretaron el puño, así mismo las lágrimas corrieron por sus ojos.
"Monarca... Has caído...Primero fue Saitama ahora tu.... "
Con sus cuerpos temblando cada uno de ellos no pudo evitar controlar sus emociones, habían recibido la señal de su muerte, no importan donde se encontraron, ellos pudieron detectar su desaparición, esto les trajo profunda tristeza y dolor.
"Han venido... Eso es bueno"
Suprimiendo sus emociones la Emperatriz vio a cada uno de ellos, algunos tenían figuras borrosas otros tenia la cabeza agachada.
Ella sabia claramente que de ellos estaban en su cuerpo físico mientras los otros enviaron sus avatares, sin embargo no los juzgo, son campeones seres ocupados que van de mundo en mundo, protegiéndolos y evitando su destrucción.
"Su Majestad..."
Notando por primera vez a la Emperatriz, cada uno de ellos se arrodilló, sin embargo sus lágrimas no se detuvieron.
"Lo siento... Lo siento..."
Así mismo también miraron a la voluntad del mundo, que estaba llorando y lamentándose en el pecho de uno de los suyos.
Sin embargo entre ellos, habia una persona de aproximadamente 20 o 22 años, no se sabia con exactitud su sexo, ya que su apariencia tenia facetas tanto masculinas como femeninas, sin embargo era muy hermoso, teniendo un largo cabello azul plateado.
Esta persona tenía los puños apretados y la corona en su cabeza giraba sin parar.
El dolor, el miedo, la pérdida y el odio, era las emociones que corrían por todo su cuerpo que lo hizo imposible calmarse completamente, incluso delante de su líder.
"Esta bien, todos levántense.... No es momento para ceremonias sin sentido, estamos aquí por la muerte de nuestra familia, debemos darle la despedida que se merece...."
"Si, su majestad..."
Con sus palabras cada uno de ellos se levantó, así mismo continuaron viendo la corona rota.
Sin embargo esa persona no se levanto, si no que apretó mas su puño, las palabras de la Emperatriz era como una cuchilla que atravesaba su cuerpo, después de todo, él era un buen amigo del Monarca, uno de los tres que iniciaron juntos su camino hacia el Orden, salvaron muchos mundos juntos e incluso entrenaron juntos varias veces, eran un trío invencible, lamentablemente ahora solo queda él, sus dos compañeros ya volvieron al Orden.
De todos los campeones existentes, el Monarca y Saitama fueron los mas cercano...
Aunque tomaron caminos distintos en el poder...
El Monarca con su ejército, Saitama en solitario y el en ayuda de sus compañeros, el trío se llevo muy bien...
Pero ahora todo habia acabado, sus dos mejores amigos habían muerto.
Aquellos que compartió sonrisas se habían ido....
"Tu también Rimuru... Se lo debemos al Monarca..."
"Lo entiendo..."
Apretando los dientes, Rimuru se obligo a levantarse.
"Hay que buscar al 'Yo' alterno, aunque no sea uno de los nuestros, es nuestro deber que viva la mejor de las vidas, es lo mínimo que podemos hacer por el Monarca... "
Campeones, seres que dedicaron su vidas al mundo, cuando mueren no dejan nada atrás, por lo que honrarlos y recompensarlos por su trabajo es imposible.
Sin embargo, en el Multiverso alterno ellos aun existen.
Su Yo de un Multiverso alterno, aun existe....
Aunque no son Campeones y la mayoría de ellos, tienden a ser regulares o irregulares, ellos son lo último que los recuerda aquellos que cayeron.
Es por eso que cuando cae un campeón, lo otros Campeones vagaran por el Multiverso alterno, buscando al 'Yo' alterno del Campeón caído, así mismo alteraran su Destino dejándolos vivir una vida de lujo y si preocupaciones.
Toda la fortuna de su 'Yo' que cayó, lo recibirá su 'Yo' alterno, como una muestra de disculpa y honor, por aquel que cayo por la madre de todos.
Ese era su Código...
Y también lo mínimo que podían hacer por uno de los suyos...
'Como Campeón no pudimos recompensarte, al menos nos aseguraremos que tu' Yo' alterno viva un vida feliz'
Eso es lo que ellos creían, después de todo, incluso ellos no pueden traer a la vida, aquel que sacrifico su cuerpo, alma y origen por el mundo.
Mientras su 'Yo' alterno viva feliz, era una especie de consuelo hacia la culpa y dolor que ellos tenían por aquel que cayó.
Es por eso que era lo mínimo que podían hacer y a la vez, todo lo que podían hacer...
"Yo lo haré... Conozco su planeta, me aseguraré de hablar con madre de ese mundo"
El que respondió fue Rimuru, al ser su mejor amigo conocía muy bien donde se ubicaba el planeta del Monarca alterno, ya que el Monarca lo llevó varias veces, como una especie de consuelo hacia la vida que una vez pudo haber tenido si no fuera un Campeón.
"Te lo dejo a ti entonces..."
Suspirando, la Emperatriz negó con la cabeza, no es como si no pudiera entender este dolor.
Después de todo ella sufría lo mismo por su Maestro cuando cayó, ella busco desesperadamente a su maestro del Multiverso alterno, pero a diferencia de Rimuru, ella hizo algo que hasta el día de hoy aun piensa si lo que hizo fue correcto, después de todo fue algo tabú y fue en contra de las enseñanza de su maestro....
Dejando de pensar en esas cosas, la Emperatriz camino hacia la corona Rota, así mismo movió su mano y un fragmento de luz salió de la corona rota volando hacia la mano extendida de la Emperatriz.
Mirando al fragmento en la mano de la Emperatriz, todos los Campeones se pararon derecho y levantaron la cabeza, esta su última despedida.
La voluntad del mundo también dejo de llorar y miró detenidamente el fragmento, donde una imagen se formó en cielo, mostrando los últimos momentos del Monarca...
"Entiendo... Al final cayó con honor"
Después de ver su sacrificio, todos los campeones bajaron la cabeza, el increíble ejército así como la pelea que se desató en este mundo fue increíble, pero mas que todo la valentía que este ejército demostró al proteger a su señor, fue algo que tocó lo mas profundo de los corazones de los campeones.
Después de todo, ellos están solos, siempre actuando por el bien del mundo, que alguien se sacrifique por ellos casi no existe.
Sin embargo también entendieron el motivo de la caída del Monarca, los Overlords están trabajando juntos, así mismo creando ejércitos para matarlos, si no fuera el Monarca y talvez otro Campeón, talvez el resultado seria diferente...
O talvez el mundo seria destruido....
Después de todo la corona del Monarca protegió a muchos, dejándolo indefenso ante un ataque externo, esta es la razón por la cual ellos no usan ejército y porque prefieren que la vida en el planeta muera.
Así su corona no tendrá oportunidades de ser corrompida en el caos ilimitado.
Sin embargo sólo podían llorar con la leche derramada, ellos no juzgarán la forma de pelear del Monarca, cada uno de ellos tenia la forma de hacer las cosas.
Y aunque el ejército fue la razón por la cual cayó el Monarca, ese mismo ejército masacro a decenas de Overlords en el pasado.
Sin embargo al final nadie habló y continuaron viendo la última pelea del Monarca.
Y aunque estaban con los puños apretados y lagrimas, el final de la pelea llegó y con eso el sacrificio de este ejército como su señor...
Suspirando con tristeza, la Emperatriz frunció el ceño con fuerza así mismo, sabía que el momento de decir adiós habia llegado y por supuesto todos lo sabían, así que las coronas en su cabeza comenzaron a girar, en honor al último adiós.
"Yo, Emperatriz y Líder de los Campeones, Sung Jin-Woo, Monarca de las Sombras te relevo de tus deberes.... Puedes descansar en paz, que donde estés, la luz del orden de acompañé..."
Con esas palabras, el fragmento del orden voló hacia la corona de la Emperatriz y desapareció entre la luz, así mismo la corona rota en el suelo se disperso en miles de partículas de luz.
Como si las palabras de la Emperatriz eran un alivio a la carga que asumió durante mucho tiempo...
"Hasta nunca... Monarca"
Mirando hacia el cielo, la lluvia se detuvo y los cielos se iluminaron y trillones de luces adornaron el cielo, las almas de los caídos volvían al mundo, iniciando otro ciclo de reencarnación, con lo último de su poder, la corona regreso al mundo sanándola y regresando el alma de los muertos.
Al final el Monarca no tuvo el valor de cargar con las almas de trillones, así que como su señor se aseguró de devolverlas al mundo, finalizando así su voluntad, esta era su último regalo para su ejército que lo acompaño durante mucho tiempo, al mismo tiempo un pequeño brote salió de la tierra donde estaba la corona rota, siendo este brote la primera vida en el Mundo.
El final solo es el principio de una nueva era y esta nueva vida era una creada a partir de los restos de la corona de un Campeón.
Por lo que en futuro, esta planta será quien sostenga al mundo y la proteja como la última voluntad de aquel que cayó...
Una bestia Guardiana habia nacido....
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Nota Autor: He vuelto y como muchos ya saben, la nueva portada es un pequeño spoiler, disfruten e iniciamos este nuevo volumen