"Ya es hora..."
*Puf
Saliendo del distrito del placer, el cuerpo de Yuki fue envuelto en una nube de humo, cancelando su transformación, habia sido una noche larga, sin embargo la oscuridad aun no terminaba.
Sin mencionar que habia conocido a alguien interesante y si todo salía bien, Yuki se llevaría a esa mujer.
"Elohim"
*Tick, tack.
Envuelto en la oscuridad junto al sonido de un reloj, su vestimenta cambio, al igual que su aura, entrando en su traje astral.
"Que cómodo~..."
Cerrando los ojos en placer, Yuki no tenia dudas que su traje astral era lo mejor y como no serlo, ya que estaba en su estado máximo poder.
"Bien... Vamos hacerlo, hihihi"
Sonriendo con maldad, Yuki fue tragado en la oscuridad, dejando solo su voz resonando en la oscuridad de la noche.
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*Clink
En una habitación de la Familia Loki, el sonido de roce de una armadura sonó.
Con la luna en lo alto iluminando la habitación, un hermoso cabello color dorado brillo.
Parada en la ventana de la habitación, una mujer miró hacia la iluminada ciudad, esperando el amanecer.
Esta mujer era Ais.
"Pronto... Muy pronto"
Murmurando para si misma, ella estaba ansiosa por ver los primeros rayos del sol, después de todo, su destino estaba a punto de cambiar.
Y Ais sabía esto, es por eso que ella no habia podido dormir en absoluto, desde que entro a su habitación, su mente se lleno de pensamientos confusos, que la mantuvieron despierta.
El día de ayer habia experimentado una aventura mas allá de su sentido común, un niño fue capaz de romper sus límites y alzarse al cielo como un orgulloso fénix.
Y Ais desea ese poder, ella también quiere romper sus límites, sin embargo su entusiasmo se convertía en miedo, conforme el tiempo pasaba.
El miedo al descubrir que ella no tiene potencial.
El miedo a fracasar...
El miedo a perder la esperanza..
Su maestro era un niño, pero a su corta edad era mas fuerte que nadie, solo él sabia cuanto esfuerzo y talento se necesita para llegar a ese nivel.
Es por eso que Ais estaba nerviosa, que su cuerpo temblaba y rozaba su armadura, creando sonidos agudos que sonaban en toda su habitación.
"Llego la hora..."
"¡¿...?!"
Pero mientras apretaba su espada, una voz profunda la saco de sus pensamiento, al mismo tiempo que varias manos blancas salieron de su sombra, tragándola en la oscuridad.
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Ciudad Laberinto Orario, Mazmorra, piso 18
Era una mañana tranquila, donde varios aventureros aun descansaba en lo cómodo de sus tiendas, después de todo era muy temprano en la mañana y muchos de ellos no acostumbraban a despertar temprano.
Dejando este piso silencioso y tranquilo, con solo el sonido del viento soplando.
"¡¡Kyaaaaaaa!!"
*Plashh
Pero esa tranquilidad fue rota por el grito de una mujer, que cayó de gran altura, sumergiéndose en el lago.
*Plashh.. plahss
"Ha... Ha... Ha.. Ha"
Respirando con desesperación, la mujer hizo gran esfuerzo moviendo sus manos y pies, tratando de no hundirse, sin embargo, sus movimientos bruscos solo causaron que su cuerpo se hundiera mas rápido.
"¡Ayudaaaa!"
Viendo cada vez que sus esfuerzos eran en vano y que su sus pies no tocaban el suelo, ella no dudo en gritar, después de todo ella no sabia nadar.
Y con lo peligroso que estaba la altura del agua en su cuerpo, sus ojos empezaron a ponerse rojos.
*Plashhhhh
Pero mientras ella estaba en lo profundo de su desesperación, algo mas cayó a gran velocidad, causando que las aguas tranquilas produjeran una gran ola debido al impacto.
"¿¡Kyaaaaa?!"
Y esto por supuesto causo que la mujer quedara atrapada en el impacto, por lo que su cuerpo fue hundido por la enorme ola entrante.
*Gruuuu
Con varias burbujas de aire salir de su boca, la mujer forcejeo mas fuerte, sin embargo la corriente de agua la trago mas rápido, causando que su cuerpo sea incapaz de competir con la fuerza del agua.
"Que débil..."
Pero mientras ella se ahogaba, una voz profunda resonó en su desesperación, al mismo tiempo que una mano la tomara por la nuca, sacándola del agua con fuerza.
"Haaaa. Ha.... Haaa."
Esta mujer era una espadachín, quien respiro pesadamente, mientras su rostro se teñía en miedo y terror.
La sensación de morir ahogada dejo una profunda huella en su interior, que solo al ver lo azul de las aguas, sus labios comenzaran a temblar.
Sin embargo nada de eso le importo a su salvador, ya que sin ninguna delicadeza, él tomo impulso en su brazo que la sostenía, lanzándola con fuerza.
"¡¿kyaa?!"
Esto por supuesto causo que otro grito saliera de la boca de la mujer, ya que ella estaba volando, pero para bien o para mal, el impulso fue lo suficientemente grande para que ella atravesara el lago, cayendo en tierra.
*Bam
"¡Guh!"
Sintiendo que sus pulmones se quedaran sin oxígeno por el impacto, la mujer se retorció en agonía.
"Cobarde... Eres un cobarde"
Volteando la cabeza hacia la fuente de la voz, los ojos de la mujer se abrieron en shock.
Después de todo, saliendo de la neblina del lago, estaba un hombre, vestido de negro con extraños patrones rojos, caminando en el agua.
Esto por si solo, envío los pensamientos de la mujer al caos total.
"Físico débil, Resistencia débil, poder débil …"
Levantando tres dedos, el hombre miro fijamente a la mujer en agonía, sin embargo su mirada estaba llena de desprecio, como si estuviera viendo un gusano.
La mujer por otro lado, ella tembló por cada palabra, los ojos monocromáticos del hombre le llevaron un profundo miedo a su interior, ese ojo color rojo escarlata, que parecían verla directamente al alma y ese ojo dorado que la hizo sentir como si una bestia hambrienta la estuviera mirando, mostrando sus colmillos lista para devorarla.
*Shua...
Moviendo su mano con rapidez, una espada fue lanzada, clavándose frente a la mujer, causando que ella se sorprendiera, después de todo esa era su espada.
'Desperate'
La espada que se presume que no se puede romper, sin embargo nada de eso le importo al hombre, que agarro la espada como si fuera una rama cualquiera.
"Final del análisis... Eres débil"
Escuchando esas palabras, la mujer no pudo evitar apretar los dientes, ella sabia que era débil, que le faltaba poder, pero que esta persona le echara sal a su herida no le gusto, lastimosamente ella no pudo decir nada, después de todo, era ese hombre quien se lo dijo.
"Ais Wallenstein..."
Bajando su cuerpo, arrodillándose frente a ella, el hombre sonrió con burla, al mismo tiempo que estiro una mano, tomando de la barbilla a la mujer, causando que ambos pares de ojos se miraran mutuamente, el hombre continuó hablando lo mas lento posible.
"Bienvenida al infierno..."
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Nota Autor: Uff bueno el tiempo ya se me ha acortado bastante, necesito terminar este volumen antes que regrese a la universidad...
Bueno supongo que tendre que hacer mas largos los capítulos... Sin mas disfruten.