Chereads / La consorte tempestuosa: mimada voluntariamente por la alteza bestial / Chapter 135 - Su Majestad trae a Su Alteza de regreso a su residencia.

Chapter 135 - Su Majestad trae a Su Alteza de regreso a su residencia.

Feng Tianlan podía sentir las vibraciones asesinas de Si Mobai. Tenía miedo de que de repente se precipitara y matara a todos los que estaban debajo del árbol, así que tiró de su manga y negó con la cabeza violentamente. Iba a resolver a estas personas y estos asuntos por sí misma; eran experiencias por las que tenía que pasar.

Si ni siquiera podía manejar a estas personas, ¿cómo iba a viajar al continente Xuantian y vengarse?

Si Mobai miró lo adorable que se veía mientras tiraba de su manga, y su estado de ánimo mejoró de inmediato. ¡Debido a sus acciones, suprimió la mirada asesina en sus ojos y decidió escucharla por esta vez!

Pero entonces…

¡No iba a olvidar lo que habían hecho estas personas!

Si Mobai llevó a Feng Tianlan, y abandonaron el bosque, dirigiéndose de regreso a la mansión del Dios de la guerra.

Cuando llegaron a la puerta de la mansión, ya era media mañana y mucha gente caminaba por las calles. Si Mobai miró el pequeño rostro en sus brazos. Feng Tianlan estaba profundamente dormida. No pudo evitar curvar sus labios en una sonrisa lentamente mientras la llevaba a su mansión.

¡Guauu!

La gente en las calles se sorprendió al ver a Si Mobai agarrando a una mujer y entrando a su hogar. Todos se detuvieron rápidamente y se reunieron frente a la puerta bien asegurada. Sus ojos estaban muy abiertos como si vieran la cosa más increíble que jamás habían visto en sus vidas.

"¡Creo que vi al señor Dios de la guerra!"

"Ese ERA el señor Dios de la guerra, y parecía que llevaba a una mujer".

"¿Estás seguro de que era una mujer? ¿Y si.. " ¿Y si fuera un hombre?

"Definitivamente era una mujer. La llevaba con ambos brazos. Qué vista más amorosa, ¿verdad?"

"¿Ha sido finalmente iluminado el Dios de la Guerra? De alguna manera, siento que la mujer que lleva debe ser la más afortunada del mundo".

"¿Alguien vio exactamente quién era la chica? ¿Es la hija de algún hombre rico de la capital? Creo que veo algo de esperanza".

"..."

Este movimiento de Si Mobai inmediatamente creó un alboroto entre la gente. Todos intentaban adivinar quién era la mujer misteriosa.

En el momento en que atravesó la puerta, todos los guardias dejaron de hacer lo que estaban haciendo. Se quedaron boquiabiertos cuando vieron a Si Mobai con una expresión más rara que el sol saliendo del oeste.

Si Mobai les lanzó una mirada fría y rápidamente volvieron a lo que estaban haciendo. Intentaron fingir que no había pasado nada. Si Su majestad decidía castigarlos, las consecuencias eran aterradoras.

"Ve a comprar ropa para Su Alteza y…" Si Mobai se dio cuenta de que todos tenían caras muy ansiosas, por lo que continuó con calma: "No dejes que ninguno de los hombres toque la ropa. Encuentra una guardia femenina para servir a Su Alteza".

"¡Sí señor!" Todos ellos respondieron solemnemente con la cabeza inclinada, tratando de ocultar la alegría en sus corazones.

Los guardias estaban listos para encender petardos para celebrar por Si Mobai, pero no podían mostrar nada de esto en sus caras y tuvieron que reprimir su emoción.

"Mantengan el ruido bajo. No despierten a Su Alteza", Si Mobai pudo ver a través de los corazones de los guardias de inmediato, y llevó a la dormida Feng Tianlan a la casa principal.

Esta era su primera vez en su residencia, y quería que ella supiera que él era un caballero y no tan aterrador como lo hacían los rumores. Estaba decidido a causar una buena impresión.

En el momento en que Si Mobai se fue, todos comenzaron a vitorear.

"¡Su majestad ha encontrado a su reina!"

"¡Esta mansión ya no será un monasterio!"

¡Pronto habrá mujeres en la mansión!

"Basta ya. Ve a buscar ropa y artículos básicos que usen las mujeres".

"¡Compraré más cosas! ¡Veamos quién gana el corazón de la primera mujer guardia en esta residencia!"

"..."

¡No tendrían que morir viejos y solteros! Empezaban a preocuparse de que pronto tendrían que conformarse el uno con el otro.

Estaban extremadamente emocionados. Su Alteza era su estrella de la suerte, ¡así que todos estaban decididos a ganar su favor!

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