Luo Yunzhu la miró confundida. "¿Por qué? ¿Vas a rechazar el matrimonio? ¿O repudiarlo como lo hiciste con el Tercer Príncipe?"
Cuando pensó en cómo Tianlan había repudiado al Tercer Príncipe, Luo Yunzhu se emocionó. Eso había sido invaluable. La mejor parte fue la expresión del Tercer Príncipe cuando sucedió: ¡parecía como si acabara de comer heces!
"Es solo mi instinto". Feng Tianlan procedió a explicar lo que le había sucedido al general Wang y al comerciante.
"Entonces ..." Luo Yunzhu se quedó en silencio por un momento antes de susurrar: "¿Podría ser el Dios de la Guerra?"
Sonaba ridículo, pero algo le dijo que el Dios de la Guerra parecía tratar a Tianlan de manera diferente a los demás. Feng Tianlan negó con la cabeza suavemente. No sabía quién estaba haciendo estas cosas, pero Si Mobai también era la única persona en la que podía pensar. ¿Pero haría tal cosa? Basado en todo lo que habían visto hasta ahora, la intuición de Luo Yunzhu parecía correcta.
Durante los días siguientes, no le pasó nada al gobernador Shizi. La discusión sobre los asuntos de la boda continuó según lo planeado. Feng Xiang y Xu Jiayi estaban encantados de que su plan estuviera funcionando.
Feng Xiang llamó a Feng Tianlan al salón principal nuevamente y comenzó a hablar como el jefe de la familia: "Tianlan, la gente del juzgado de la Nación Ding vendrá a buscarte, así que deberías darme la ficha de matrimonio".
"El gobernador Shizi tiene buen carácter y estatus. A pesar de que es solo un espiritualista de primera etapa, por ahora, tiene un futuro brillante por delante. Una vez que estés debidamente casada, como tu madre, te prepararé una dote. Naturalmente, esta ficha de matrimonio debe incluirse".
Las palabras de Xu Jiayi fueron un enfoque mucho más suave y gentil que el tono agudo de Feng Xiang, pero el motivo era el mismo. Feng Tianlan vio que ambos se estaban dando aires, por lo que se rió con frialdad y dijo: "Nunca acepté casarme con él. Si se atreve a venir a buscarme, lo voy a matar". ¡De todos modos, su vida no valía nada!
"Los padres deciden el matrimonio y el casamentero lo arregla, esto no es un juego de niños", trató de hablarle Xu Jiayi con amabilidad. "No hay nada mejor que este, así que no seas rebelde nunca más".
Feng Xiang no pudo mantener una conducta amable como Xu Jiayi. Inmediatamente golpeó la mesa con una mano y gritó: "Esta vez, no me importa si quieres casarte con él o no. ¡Te vas a casar con él! Si no me das la ficha antes de que venga mañana, no me culpes por ser desalmado".
"Como si tuvieras corazón en primer lugar", dijo Feng Tianlan con sarcasmo. Incluso si tuviera un corazón, estaría hecho de piedra.
"¡Eres una ingrata!" Esta vez Feng Xiang pulverizó la mesa, rugiendo: "¡Si te niegas a casarte, te ataré al carruaje nupcial! Si todavía te niegas, ¡no me culpes por cavar cierta tumba y azotar el cadáver!"
Feng Tianlan emitió un aura asesina y enfocó sus fríos ojos de fénix en Feng Xiang como si ya estuviera muerto. Estaba segura de que se estaba refiriendo a la tumba de su madre biológica y estaba preparado para azotar su cadáver. Aunque una vez fueron marido y mujer, ¡amenazó con exhumar a su madre muerta! ¡Este hombre merecía morir!
Feng Xiang se sorprendió por la frialdad con que lo miraba Feng Tianlan, y el miedo a morir repentinamente volvió a aflorar en su alma. Se sentó lo más erguido que pudo y estaba a punto de gritarle cuando escuchó una voz aguda y nasal.
"Jefe del Clan Feng, ¿de quién estás pensando en desenterrar la tumba? ¿Y el cadáver de quién intentas azotar?"
Cuando escuchó esto, Feng Xiang tenía un brillo asesino en sus ojos, pero desapareció cuando vio entrar al dueño de la voz. En cambio, sonrió mientras se levantaba de su asiento y dijo: "Eunuco De, ¿qué te trae ¿aquí?"
Feng Tianlan cerró los ojos y disipó el aura asesina, que había tenido antes.
Eunuco De ignoró a Feng Xiang y caminó hacia Feng Tianlan, inclinándose, "Señorita Feng".