Nota del autor: Un nuevo arco, si quieren saber que paso con Samantha, o que paso con el monstruo Anzu al final del último arco, tendrán que esperar jaja
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".. I know that things can really get rough when you go it alone…"
Una joven cantaba una canción sentimentalmente mientras observaba las llamas de una fogata de alrededor de 4 metros, su visión parecía ocular junto a las llamas, era como si estuviera observando algo más allá de ese danzante fuego, en sus manos se encontraba una daga afilada de unos 30 cm ensangrentada.
El cielo comenzaba a oscurecer mientras nubes de tormenta parecían formarse sobre todo el bosque, la joven por su parte no desvío sus ojos de la fogata y no se preocupó en lo más mínimo por la inminente tormenta, hasta que un rayo rugió iluminando el cielo y deteniendo la canción de la joven.
"Se acabó mi tiempo, es hora de volver."
Dando un último vistazo al fuego, tomo del suelo no muy lejos el cadáver de un goblin y lo arrojo a la fogata alimentándola por última vez, entonces limpiando la sangre de su daga con un paño, la coloco en su funda y su cuerpo se desvaneció entre los árboles sin causar el más mínimo sonido.
En el sur del gran bosque una joven salió desde los árboles y camino en dirección a una modesta aldea de semihumanos que se encontraba cerca de un río, los guardias la notaron y prepararon sus armas, pero al detectar que solo era una joven bajaron su guardia y enviaron un solo soldado a comprobar sus intenciones.
"Alto ahí, indica tus motivos... Esta es la tribu..."
El guerrero semihumano estaba fue interrumpido abruptamente cuando vio que la joven saco una lanza larga desde el vacío, esto naturalmente lo sorprendió, pero fue más impresionante aun que esta lanza tenía colgado en uno de sus extremos un pequeño collar con un colmillo rojo y cierto sello.
"He venido a través del gran bosque desde Cold Creek para buscar a Lady Liza, me informaron que ella estaba en este lugar."
El hombre que era un Lizardman, miro extrañamente a la joven durante un par de minutos y finalmente soltando un suspiro dio media vuelta y camino hacia los otros guardias, indicándole a la visitante que lo siguiera.
"No necesitas estar en guardia con nosotros, ese colmillo indica que eres amigo de nuestro clan, pero admitiré que no es lo mismo que en el pasado, antes era extraño que alguien llegara a la aldea con uno de ellos, sin embargo, en estos últimos años han aparecido más de los que esperábamos."
El Lizardman se quejó en el camino, pero no mostró molestia en su voz en cambio, pareció dar un sentimiento más profundo de impotencia que otra cosa.
"Además, creo que tienes un serio malentendido..."
Con esas palabras finalmente llegaron al frente de los otros guardias, donde un Lizardman de alrededor de 2 metros con escamas de color azul profundo se destacó, le lanzo una mirada a la joven y barrio su cuerpo durante varios segundos, pero cuando observo el colmillo colgando en la lanza, inmediatamente retiro su postura autoritaria e incluso bajo la mirada ligeramente.
"Así que otra... Esa chica es realmente problemática..."
Los guardias comenzaron a murmurar entre ellos, pero ninguno expreso en voz alta su disgusto o enojo hacia la joven, tampoco fueron descorteses o le lanzaron miradas desdeñosas, fue como si la joven tuviera un estatus distinguido para ellos.
"Señor, ella... Busca a Liza también."
Cuando el guardia menciono eso, no pudo evitar soltar un suspiro al final de sus palabras, entonces todos miraron a la joven y soltaron suspiros similares, el Lizardman mayor dio un paso al frente y rascando su cabeza por un segundo comenzó a hablar con algo de incomodidad.
"Mis disculpas señorita, pero no encontrarás aquí lo que buscas, sé que has recorrido un largo camino y estaremos encantados de recibirte como una invitada en nuestra aldea el tiempo que desees, pero no podemos ayudarte con Liza, ella dejó esta villa desde hace años y no ha regresado desde entonces."
Cuando le explicaron la situación de Liza a la joven, esta dejo caer sus hombros un poco abatida, entonces saco un mapa del vacío nuevamente y lo extendió frente a sus ojos, entonces ubicando la aldea marco una gran X roja, y luego volvió a guardar el mapa.
"Gracias por su amabilidad, y me temo que tendré que rechazar su oferta, aún me queda un largo camino por recorrer."
La joven hizo una reverencia y dio media vuelta, entonces empezó a caminar hacia el este bajo las miradas un poco sorprendidas y preocupadas de los Lizardman, después de todo esta joven atravesó el gran bosque, y lo más sensato seria descansar un poco antes de volver al camino, pero antes de que cualquiera de ellos pudiera reaccionar, la figura de la joven había desaparecido completamente.
"Sigh... Informen a los demás, por lo menos debemos guardar un registro en caso de que Liza regrese, pero nunca hubiera pensado que tantas jóvenes hermosas vendrían aquí a buscarla."
El Lizardman mayor se quejó en voz baja, lo que causo que sus compañeros le dieran miradas divertidas.
"Jajaja por lo menos esta vez no intentaste retarla, todavía debe dolerte la paliza que te puso la chica orco hace unos años ¿verdad?"
Todos los guardias rieron alegremente recordando la escena, entonces volvieron a sus puestos mientras que el líder bastante malhumorado se retiró para dar su informe, aunque lo cierto es que realmente agradecía no haber intentado nada con la joven hermosa o podría costarle otros huesos rotos.
Por su parte la joven recorrió las praderas siempre moviéndose hacia el este sin mostrar ninguna expresión particular en su rostro, de vez en cuando cantaba o tarareaba alguna canción, melancolía, tristeza y un poco de soledad normalmente eran los sentimientos que transmitía su voz.
"...The sailor said "Brandy, you're a fine girl"... "What a good wife you would be" ... "But my life, my love and my lady is the sea"..."
La mirada de la joven vacilo por un momento, pero viendo el cielo azul su determinación regreso y continuo su camino, aún estaba muy lejos de lograr su objetivo y no planeaba detenerse hasta completarlo.
No se detendría hasta encontrarla.
Lyonesse fue una enorme ciudad portuaria ubicada en el extremo este del continente Gea, la ciudad fue famosa por ser considerada una ciudad Libre, al no estar atada a ningún gobierno, siendo totalmente independiente, aunque si establecieron alianzas y tratados con una gran cantidad de reinos, estados y fuerzas.
La ciudad fue gobernada por el Rey Meliodas XXII, originalmente fueron un pequeño grupo enviado desde el Reino Avalon para encargarse de establecer un puesto de comercio con el continente y sus principales fuerzas, sin embargo, con el paso de los años la ciudad se independizó y ahora trabajaban de forma independiente a ese pequeño país de caballeros.
No obstante, debido a sus orígenes como caballeros, aún mantenían un fuerte apego a su código de caballería, lo cual inevitablemente les trajo algunos conflictos con otras fuerzas en la zona, y con el paso del tiempo creo algunas fricciones, especialmente con Nobles de otras ciudades o reinos.
En esta ciudad en una posada pequeña cerca de la entrada sur, una joven se observaba en el espejo mientras tarareaba una pegajosa canción que un bardo había tocado la noche anterior en la posada, su espejo era de unos 30 cm de color bronce, y el cristal no era de la mejor calidad, aun así, este pequeño espejo fue lo que compro después de ahorrar durante más de 3 meses trabajando con su madre en la cocina de la posada.
Por lo tanto, era su tesoro, un tesoro que valía alrededor de 100 monedas de cobre, pero para una joven como ella no hubo mayor tesoro en el mundo.
El nombre de esta joven es Melody, una doncella de 16 años, la hija mayor en una familia de 4, teniendo aparte de sus padres a una hermana menor de 14 años, con la cual discutía de vez en cuando.
"Otra vez estás viéndote en el espejo, no importa cuánto te veas, ¡¡Seguirás siendo igual de fea!!"
La hermana menor de Melody llamada Marnie le saco la lengua desde la puerta, con sus brillantes ojos marrones mostro una sonrisa y huyo cuando vio que el rostro de Melody se volvía completamente rojo por la ira, después de que su hermana se desapareció, la joven enojada se calmó finalmente y limpio su pequeño espejo antes de guardarlo en su vestido.
La joven salió de su habitación y se dirigió al comedor de la posada que también funcionaba como recepción, esta era su rutina diaria, normalmente actuaba como mesera sirviendo los platos a los clientes o guiándolos a su habitación, en días ocupados incluso podía cocinar comidas sencillas.
Este día fue tranquilo, no había ningún huésped nuevo, y aunque se veían algunos vagando o bebiendo alguna cerveza, normalmente estaba casi vacío durante el día, por otro lado, la mayoría regresaba antes de que oscureciera, lo que aumentaba un poco su carga por las tardes, eso fue porque muchos llegaban a cenar al atardecer en lugar del anochecer.
Esta fue una peculiar situación que había incrementado en las últimas semanas, debido a que más de una docena de personas había desaparecido al anochecer, incluso negocios nocturnos como los burdeles no estaban abiertos de noche, sin mencionar bares o posadas.
Un par de cadáveres fueron encontrados de los reportados, pero en su mayoría nadie volvía a saber nada de los desaparecidos, esto causo mucha tensión entre varios miembros de la seguridad de la ciudad.
Los guardias asignados a patrullar por la noche lo hacían en grupos, pero no consiguieron encontrar ninguna pista de los desaparecidos, o alguna señal de los criminales, esto hizo que el gobierno intentara desestimar el caso como un asunto aislado, solo que en el momento que las personas volvieron a salir por la noche, nuevamente reportaron desaparecidos.
Por esta tendencia la vida nocturna de la ciudad llego a su fin, aunque aún hubo valientes que intentaron pasear por las noches esperando encontrar al criminal para ganar alguna recompensa, o morbosos que salían por diversión esperando encontrar algo inusual.
Melody naturalmente jamás pensó en salir a probar su suerte, ella era una joven sensata, y casi toda su vida ayudo a su madre por las noches, así que la tentación de salir con amigos a pasear a esa hora nunca entro a su mente, al contrario, creyó que las jóvenes que salían a esa hora no eran precisamente decentes.
Pero como siempre sucede, un día hubo una excepción...
Aquel particular día Melody cometió el error de dejar a su hermanita cuidando la recepción mientras ella iba a su habitación por un abrigo debido a que esa noche fue particularmente fría, debido a que su madre estaba lavando los baños y su padre estaba realizando reparaciones en el tejado, no considero un problema dejar a su hermana cuidando la recepción donde solo se encontraban un par de clientes y un bardo local.
Por ese descuido, no vio la mirada codiciosa en los ojos del bardo y no pudo evitar la desgracia.
El hombre de alrededor de 30 años no necesito mucho esfuerzo para empujar a la jovencita y robar la bolsa con las ganancias del día, los clientes fingieron ignorancia para evitar meterse en problemas, cuando Melody escucho la conmoción y volvió corriendo, solo encontró a su hermana menor en pánico y las puertas de la posada abiertas.
Melody se percató de la situación e inmediatamente corrió hacia su hermana para revisar su condición, luego miro bajo el mostrador donde guardaban las ganancias del día y su rostro perdió todo color, un destello de ira fue dirigido a su hermana menor para intentar evitar la culpa, entonces cometió el peor error que pudo aquella noche.
"¡¡¡Idiota!!! ¡¿No puedes hacer nada bien?! ¡Solo tenías que vigilar unos minutos!"
Su estallido de ira provoco que su hermana derramara lagrimas mientras intentaba disculparse, finalmente la joven inocente en pánico corrió hacia la entrada de la posada y abandono el edificio intentando buscar al ladrón, a los guardias, o quizás solo quería escapar de los regaños de su hermana menor.
Para cuando Melody se dio cuenta de lo que paso palideció totalmente, incluso los clientes mostraron horror en sus expresiones, uno de ellos corrió dentro del edificio mientras que el otro intento correr tras la niña, pero finalmente se detuvo frente a las puertas.
Nadie saldría en la noche arriesgándose a desaparecer.
Melody se puso completamente blanca al pensar en perder a su hermana, y sin pensar corrió tras ella a las oscuras calles de la ciudad.
Esa noche las dos jóvenes desaparecieron en la oscuridad de las calles de la ciudad.
Mi cabeza me estaba matando, no recordaba nada aparte de estar trabajando en la posada, intenté abrir los ojos y enfocarlos en mis alrededores, pero solo la oscuridad me recibió, no fue hasta que pasaron un par de minutos que comencé a acostumbrarme a la oscuridad y pude ver un poco lo que habia a mi alrededor.
Estaba en una habitación pequeña, quizás un sótano o una bodega, habia algunas cajas, telas y objetos esparcidos alrededor, además la humedad en la habitación era alta, pude ver como goteaba el techo en varios lugares, el sonido de las gotas cayendo sobre el suelo causo que mi ansiedad creciera, por tanto, revise mi cuerpo impacientemente.
Mi cuerpo no estaba atado, pero sentía una extraña pesadez y me costaba mucho moverme, mi ropa no estaba desordenada así que eso descartaba una violación, y no podía sentir ninguna herida aparte del agudo dolor en mi cabeza.
"Hermana... Hic... Lo siento... Hermana..."
Fue hasta que escuche esos sollozos cerca de mí que mi mente volvió a aclararse, buscando desesperadamente, encontré una pequeña figura observándome desde una esquina de la habitación, sentí que las lágrimas se derramaban al ver a mi hermana a salvo, intente reunir toda mi fuerza para arrastrar mi cuerpo cerca de ella, sus sollozos se hicieron más claros mientras más me acercaba a ella.
Cuando finalmente llegue a su lado, encontré su pequeño cuerpo acurrucado bajo una manta mientras sus manos se aferraban fuertemente a ella, como si desesperadamente intentara ocultarse.
"Está bien, aquí estoy... No te preocupes hermanita, no iré a ningún lado... Estoy contigo..."
Su cuerpo tembló y la fuerza en sus delgados brazos se aflojo.
"No debí enojarme contigo, no fue tu culpa, así que no llores, estoy contigo..."
Levante suavemente la manta que la cubría, y cubrí su cuerpo con el mío, finalmente cuando ella levanto su rostro vi un brillante par de ojos rojos.
"Así que llegue tarde... De nuevo..."
Una joven se paró en lo alto de un edificio cerca de la avenida principal que conectaba con el Templo de la ciudad, ahí vio como un par de hombres cargaban una carreta con bolsas de color marrón, pero no fueron lo suficientemente cuidadosos y dejaron un rastro de sangre en el piso.
El cuerpo de la joven se desvaneció en la oscuridad.
El edificio donde los hombres trabajaban a simple vista parecía un pequeño almacén, pero lo verdaderamente importante de este fue el símbolo sobre las puertas que era un sol verde con 12 puntas, este sol representaba al templo de la ciudad, en el cual los 12 dioses del olimpo eran adorados, aunque extrañamente ningún otro templo en todo el continente uso el mismo escudo.
"Rápido, tenemos que deshacernos de esto, si los guardias nos encuentran tendremos más trabajo que hacer."
Uno de los hombres insto a su compañero a apresurarse mientras observaba con el ceño fruncido el rastro de sangre que dejaron en el piso, naturalmente no podían dejar sangre fuera de un almacén del Templo o sus cabezas rodarían.
"Limpiare esto, tu encárgate del almacén."
El hombre camino dentro del edificio hasta un extremo del almacén donde en una pequeña habitación tenían artículos de limpieza, entonces tomando un mechudo y una cubeta se dispuso a salir, pero desde la oscuridad el metal centello por un instante y su cabeza se separó de su cuerpo.
En la entrada del edificio donde se encontraba el otro guardia, ahora solo habia una mancha de sangre saliendo desde su frente, y un cuerpo inerte.
Frente a la puerta que conducía al sótano del almacén, la figura de la joven apareció desde las sombras y frunciendo el ceño observo atentamente la puerta, dando un pequeño suspiro sostuvo su arma en alto y abrió la puerta del sótano.
"Lo siento pequeña, no llegue a tiempo."
La habitación estaba hecha un completo desastre y dos cuerpos yacían inmóviles en el suelo, uno de ellos era el de una jovencita a la cual le faltaba un brazo, y tenía rastros sangrientos, así como marcas por todo su cuerpo semidesnudo.
El otro era el de una chica pequeña, su ropa estaba completamente manchada de sangre, pero no se podía ver ninguna herida o daño a su ropa, a pesar de esto la joven no bajo su guardia y le hablo en voz baja disculpándose, después de todo no era la primera vez que se encontraba con un caso así.
"Si hubiera llegado un poco antes pude haberte evitado tanto dolor, por eso perdóname."
La joven cubrió su cuerpo con una leve luz de color azul oscuro, y casi en el mismo instante la figura de la chica pequeña desapareció de su lugar, entonces un par de ojos rojos aparecieron a un lado de la joven mientras que dos afiladas garras fueron dirigidas hacia su garganta.
No obstante, el ataque de la niña fallo, su oponente mostro una impresionante habilidad tomando la mano de la joven y con un movimiento fluido girándola en el aire azotándola contra el piso, entonces sin consideraciones y con un movimiento rápido uso su pierna para romper el brazo de la niña, luego repitió el mismo proceso con la otra extremidad de la niña.
Todo esto solo duro un par de respiraciones, para cuando la niña se agito para zafarse y volver a pararse, ambos brazos estaban inertes, su mirada llena de sed de sangre comenzó a apagarse volviéndose temerosa de la joven que era su oponente, dándose cuenta que su velocidad sobrehumana solo era un chiste furente a la joven.
"Tranquila, hare esto rápido."
La joven pronuncio aquellas palabras antes de que su cuerpo desapareciera en la oscuridad, la niña intento huir sintiendo la muerte llegar a ella, pero no logro dar un paso cuando una pierna se estrelló contra su estómago enviándola contra una de las paredes de la habitación, el cuerpo reboto contra el duro concreto y los huesos tronaron, el aliento salió de los pulmones de la niña.
Y no pudo parpadear cuando otra pierna se estrelló en su pecho clavándola contra la pared, la niña sintió su inevitable muerte, ella no tenía forma alguna de zafarse de su precaria situación, y lo último de su espíritu se rompió cuando levanto la vista y por primera vez vio el rostro de su atacante.
En aquella oscura habitación sus brillantes ojos rojos observaron las facciones de su atacante, ojos brillantes azules, y un hermoso cabello dorado, usando una máscara que cubría la mitad inferior de su rostro no pudo conocer todas sus facciones, pero...
Por algún motivo sintió el frio de la muerte.