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Chapter 60 - Capítulo 54 - Héroe (3)

Nota Autor: Se acerca el final del arco… ¿Qué creen que pasara?

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Cerca de White Shire se encontraba el río "Lovers", este río iniciaba desde las montañas del norte en dos puntos distintos que se unían en el sur, esto indicaba que eran dos ríos, pero por la peculiar forma en la que se unen, los viajeros y poetas terminaron dándole aquel peculiar nombre.

Con el tiempo se descubrieron algunos rasgos peculiares sobre estos ríos, como el hecho de que el río del Oeste es más grande con una corriente mucho más fuerte, por otro lado, el río del Este era más pequeño y tranquilo.

Estas coincidencias encendieron la mecha de los poetas y bardos quienes incluso crearon la historia sobre dos amantes.

Una pareja de amigos que crecieron juntos al pasar los años, ella cada día era más hermosa y el cada día era más valiente e intrépido, el tiempo hizo que los sentimientos florecieran y ambos se enamorarán perdidamente uno del otro.

Pero el destino es una dama caprichosa, ya que, al cumplir la mayoría de edad, ambos jóvenes fueron separados, el joven señor Feudal codiciando la belleza de la joven se encargó de que el hombre desapareciera reclutándolo en su ejército, de esta forma podría quedarse con la chica.

Lo que no espero fue que el día de la partida de la joven, esta prometió a los dioses que solamente entregaría su cuerpo y corazón al hombre que amaba, la ira y el odio aparecieron dentro del Señor Feudal, pero no pudo hacer nada, o eso pensó hasta que un día se le ocurrió una brillante idea.

¿Qué pasaría si yo fuera el hombre que ama?

Con esta audaz idea en mente, comenzó su plan, primero se topó con ella por "accidente" y provocó un pequeño choque, en el cual ella daño el valioso regalo que entregarían al territorio vecino, esto hizo que la joven palideciera y rogar a perdón al ser incapaz de pagar tal absurdo objeto.

Pero en lugar de ser castigada, el Señor se disculpó con ella y la ayudó a pararse, luego le dijo generosamente que no debe preocuparse por el pago y que él se hará responsable de todo, después de todo eso el hombre se retiró dejando una impresión positiva en la mente de la joven.

Después de aquel evento hubo otras coincidencias en las cuales ambos se encontraron varias veces, él siempre mostró amabilidad e interés por la vida de la joven, y en algún punto dejo de ser necesario buscar una excusa, el simplemente iba a visitarla para pasar tiempo en su compañía.

Sin darse cuenta el complot y la lujuria del hombre, fueron lentamente reemplazados por cariño y afecto, la joven por su parte desarrollo interés y admiración por aquel culto hombre.

Con el paso del tiempo su relación se estrechó hasta que sin darse cuenta ambos terminaron cruzando la línea de la amistad, cuando la joven le entregó todo al Señor Feudal, él decidió que viviría el resto de su vida solo para hacerla feliz.

Fue justo en ese momento, que aquel amigo de la infancia regresó triunfalmente de la guerra, todo con la esperanza de volver a reunirse con su amada, pero desafortunadamente ya era demasiado tarde para ello, porque al llegar descubrió que aquella sencilla joven se había ido.

El soldado decidió buscarla pensando que era un error, pero pronto descubrió por un vecino que en realidad la chica estaba comprometida y pronto se iba a casar, con nada más y nada menos que él. Señor Feudal de la ciudad.

El odio y la oscuridad al sentirse traicionado hicieron que el joven dejara de pensar racionalmente, así que usando su estado como amigo de la infancia envío una carta en la que solicitaba reunirse con la chica, ella naturalmente fue para encontrarse con quien fue la persona más importante en su vida.

Pero ahí todo se torció, el hombre en un ataque de ira dejó inconsciente a la joven y huyó en un caballo a las montañas, el joven señor al enterarse del destino de su prometida, no pudo quedarse quieto y guiando a sus soldados dio persecución, esto terminó en un enfrentamiento entre ambos hombres en la cima de la montaña nevada, ahí ambos lucharon uno a uno mientras la mujer miraba.

Al final el soldado uso su experiencia para infligir un golpe fatal en el Señor, sin embargo, este no se quedó quieto y usando magia logró lanzar al soldado por la montaña.

Pero ya era tarde, no hubo manera de tratar la herida del joven señor a tiempo, y la mujer sólo pudo sostenerlo en sus brazos mientras la vida escapaba de él, aquel día ella perdió a las dos personas que más significaron en su vida, así que con él corazón roto avanzó hasta que fue capaz de ver su hogar desde las montañas y se lanzó de ahí.

Los dioses se conmovieron con su acto, pero más que nada se compadecieron por ella y en un acto de bondad bendijeron el lugar, causando que se formará el extraño fenómeno en el cual ambos ríos se juntaban, el problema fue que ambos hombres murieron en el mismo lugar, y aún hoy en día sus espíritus siguen luchando intentando vencer a su oponente para reunirse con la chica.

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"Así que esa es la historia de este río..." - Comentó Elizabeth echando una mirada a la tranquila agua del río que era transparente, a tal punto que te dejaba ver los peces que nadaban por él.

"Si... O al menos fue la historia que me contaron de niña..." - Lucía se perdió en los pensamientos de su niñez por un momento, luego de ello sujeto el balde de madera y junto a Elizabeth regresaron a su campamento. - "Ella despertará pronto ¿verdad?"

La joven hizo una pregunta retórica en su viaje de regreso, lo que causó que las cejas de Elizabeth se fruncieran, sus manos se apretaron fuertemente al recordar a la joven que lucho por ella.

"Necesitamos ser más fuertes..." - El comentario de Elizabeth fue más una afirmación de su propia resolución, pues sólo aquellas personas que pasaron por el infierno entenderían él dolor y sufrimiento que vivieron.

"Mmm... Todas deseamos lo mismo... Pero..." - Lucía detuvo sus palabras y observó en dirección a las profundidades del bosque. - "No era normal, incluso la hermana Ria fue incapaz de moverse, ese monstruo no era normal."

Elizabeth abrió la boca para refutar las palabras de Lucía, pues para la Amazona sólo sonaban como excusas lamentables, además era claro que Samantha se enfrentó al monstruo y lo obligó a retirarse, sin embargo, fue precisamente este pensamiento el que hizo que Elizabeth se detuviera en seco.

Después de todo, Samantha tampoco era alguien normal.

El silencio perduró entre ambas durante su caminata de vuelta a su campamento temporal, este se encontraba cerca del río en un pequeño claro del bosque, ahí al igual que en el pasado, las mujeres montaron un pequeño campamento.

Esto también fue una agradable sorpresa, más que nada considerando que unos meses atrás, la mayoría de estas mujeres jamás tuvo la necesidad de acampar o preparar el equipo por su cuenta, ahora todas contaban con la experiencia necesaria para formar un pequeño campamento en poco tiempo.

Elizabeth sonrió viendo a sus compañeras moviéndose de un lado a otro realizando tareas para aumentar la seguridad del pequeño claro, y sin notarlo una pequeña sonrisa se formó en sus labios, mientras que el orgullo pudo verse en sus ojos.

"Oye... Tenemos invitados..." - Mencionó Lucia al ver a un par de humanos usando armadura cerca del borde del campamento, Elizabeth asintió y separándose de su compañera que llevaba los cubos, camino directamente hasta los hombres a la vez que tomaba el mango de su arma.

"No hay necesidad de discutirlo, no tenemos intención de volver..." - Declaró Ria, su mirada llena de frialdad e indiferencia, pero al mismo tiempo con cierta vigilancia, ya que se dio cuenta que, al negarse, el odio y la ira se reflejaron en los ojos de estos hombres.

"Tú... ¡¿Acaso no lo entienden?!, esta no es una petición, es una orden de Sir George." - La paciencia del soldado estaba llegando a su límite y Ria era consciente de que, si se negaba, era probable que una batalla terminara estallando entre ambas partes.

No obstante, la Dríada se negó a comprometerse, simplemente plantó sus pies en el suelo y mantuvo la misma postura, aunque sus manos sudaban a la vez que recolectaba mana de los alrededores para defenderse de ser necesario.

El rostro del soldado oscureció al ver que la mujer ante él no tuvo ninguna reacción, su mano se deslizó lentamente hasta la empuñadura de su arma, su compañero siguió gritando y enviando amenazas que no surtieron efecto, por tanto, el soldado decidió actuar tomando a esta mujer como una rehén.

Sin embargo, antes de que hiciera el primer movimiento, otras mujeres avanzaron desde los alrededores, en las manos de estas hubo armas o herramientas, y sus expresiones parecían totalmente determinadas a pelear hasta la muerte, para el soldado no representaron una gran amenaza, porque creyó que era capaz de capturar a la que estaba al frente antes de que lograrán llegar a él.

O así fue hasta que sus ojos se encontraron con dos mujeres en específico, éstas eran una mujer alta de piel morena con un atuendo ligero, y la otra era la Orco.

El aura de ambas fue suficiente para provocar que todos sus sentidos enviaran alarmas locamente, como si le dijeran que un paso en falso provocaría su muerte.

"Vámonos..." - Tomando el hombro de su compañero habló en voz baja, este último dudo por un momento, pero al ver a Bella que lo miraba fijamente, terminó accediendo y en silencio dio media vuelta.

"Sigh..." - Los soldados se alejaron entrando nuevamente al bosque, esto causó los nervios de Ría se relajarán soltando un suspiro de alivio, ella por un momento creyó que estos hombres realmente iban a lanzar un ataque, y realmente era reacia a matarlos.

Por otro lado, Elizabeth sólo pudo encogerse de hombros, ya que estaba planeando enterrar a los dos soldados en este bosque.

"Llegaste en el mejor momento Eli..." - Expresó Ria dándole una sonrisa a la Amazona, luego de eso miró a Bella quien miró en dirección al bosque, o siendo más específicos, miró hacia dónde los soldados se fueron. - "¿Crees que nos causarán problemas?"

La pregunta de Ría no recibió una respuesta, Bella simplemente dejó de mirar el bosque y camino directamente hasta llegar al carruaje donde descansaba Samantha, entonces se sentó en silencio como un dedicado guardián.

Pero este no era un caso aislado, en realidad era normal ver a las mujeres del campamento durmiendo o quedándose cerca de Samantha, como si estar cerca de ella fuera natural y un mejor lugar, una tendencia que aumentó aún más después de enfrentarse al Rey Goblin.

"No debes culparte..." - Desde el carruaje la voz de Karen llegó a los oídos de Bella, pero la joven simplemente ignoro su voz sin responder, desde un inicio era consciente de que la Elfa embarazada estaba al lado de Samantha.

"Ese monstruo estaba en una liga diferente... Su aura era mucho más débil que la de la Spriggan, pero sentí cierta similitud..." - Aquellas palabras de Karen hicieron que Bella se levantará de un salto, como si se hubiera percatado de algo, entonces salió corriendo en dirección a donde estaba Ria.

"¡Ria! Es un Rey, ¡el monstruo es un Rey!" - A su alrededor comenzaron a juntarse las mujeres por la conmoción, pero ninguna de ellas entendió lo que significaban las palabras de Bella, o casi ninguna.

Pak...

Ria dejó caer los frascos que llevaba al suelo cuando entendió las palabras de Bella, a su alrededor algunas de las mujeres retrocedieron un par de pasos en pánico, Karen que había seguido a Bella con Vanesa, se tambaleó y terminó sujetándose de Vanesa para no caer al suelo.

Todas las mujeres que reaccionaron tuvieron exactamente la misma expresión en aquel momento, una expresión que causó inquietud entre todas sus compañeras.

Una expresión de terror...

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-Si un hombre te golpea, ¿qué haces?

-Te defiendes, huyes, lo matas, etc...

-Si un animal salvaje te ataca, ¿Qué haces?

-Te defiendes, huyes, lo matas, etc...

-Si un tornado va en tu dirección, ¿Qué haces?

-Me escondo... Rezo... Huyo...

Ese fue el ejemplo más simple de lo que es la existencia de un Rey entre los monstruos y ciertas razas, en algún punto los humanos, elfos, semihumanos, etc... Dejaron de tratar la existencia de los Reyes como algo en su misma liga, y en cambio fueron ascendidos al mismo nivel que el de un desastre natural.

Un poderoso mago con mucha preparación es capaz de lidiar con una inundación, puede ser capaz de desviar el derrumbe de una montaña o quizás incluso detener un incendio forestal a gran escala.

Pero si esto fuera algo repentino, si llegara de pronto frente a él... Ante tal situación imprevista el mago solo podría rendirse y rezar, para que los dioses se apiaden de él y por algún milagro se salve.

Estas fueron las acciones que tomaron los habitantes de White Shire al ver el pequeño ejército de más de 100 Goblins que llego a sus puertas, normalmente ante tal caso no se rendirían y en cambio usando su número superior resistirán pacientemente hasta que la ciudad vecina enviara su ejército para someter a los monstruos.

Sin embargo, esa opción se fue de sus mentes cuando vieron al enorme Hobgoblin sentado sobre un trono, este emitió una poderosa presión sofocante que hizo que la mayoría de las personas perdieran todo deseo de luchar.

El capitán de los guardias uso su habilidad de [Evaluar] para adquirir información sobre este monstruo, ese fue un gran error, ya que al darse cuenta de que era un Rey Goblin inmediatamente perdió lo poco de voluntad que le quedaba y huyo.

Los soldados al ver a su líder huir no dudaron más y comenzaron a retirarse a toda prisa, esta ola de pánico se extendió rápidamente entre toda la población y antes de que el ejército de Goblins hiciera algo, ya la ciudad estaba en un absoluto caos.

El líder de la ciudad era un Caballero de un país del norte, este hombre desde el momento en que vio al Rey Goblin se retiró en silencio de la ciudad, todos los habitantes tomando lo que pudieron huyeron al sur con la esperanza de ser más rápidos que los Goblins o por lo menos que otros aldeanos.

Aunque si hubo un punto bueno que tuvo Sir George, y eso fue que antes de huir registro en su mente que el Rey Goblin fue herido en una batalla, puesto que le faltaba uno de sus brazos, razón por la cual sintió arrepentimiento de que sus idiotas soldados hubieran alejado a aquellas mujeres.

La ciudad en caos fue ignorada totalmente por el Rey Goblin, este en cambio miraba los alrededores buscando algo, o más específicamente a alguien, cerca de él hubo un Hobgoblin Azul el cual cubría todo su cuerpo con un extraño atuendo hecho de arbustos.

"No puedo captar su olor aquí..." - Comento el Goblin Azul en lengua común, lo que provocó que el Rey Goblin mostrara furia en sus ojos. - "Llegaron aquí... pero luego se desviaron, debieron ir a algún lado..."

El Goblin Azul miro hacia el bosque, pero esto solo causo que su ceño se frunciera, ya que, si esas mujeres huyeron al bosque, entonces se volvería casi imposible poder rastrearlos por todos los olores y huellas de los animales que viven ahí.

El Rey Goblin observo atentamente la ciudad por unos minutos, luego volvió la vista al bosque y después de meditar un segundo, tomo su decisión ordenándole a los otros Goblins que entraran en aquel bosque.

El grupo de Goblins se abrió paso fácilmente entre árboles y ramas durante más de 3 horas, pero no fueron capaces de hallar ninguna pista de sus objetivos, sin embargo, gracias al Hobgoblin azul fueron capaces de capturar un par de soldados que rondaba la zona.

"No son a quienes buscábamos, pero mis hermanos tienen hambre así que servirán de algo." - Comento el Hobgoblin cuando le dio una orden a los Goblins de alrededor para que se hicieran cargo de los soldados, pero en ese momento uno de los soldados capto las palabras del monstro y hablo.

"¡Espera! Nosotros sabemos dónde están esas mujeres…" - Esto fue una apuesta más que nada, después de todo el monstruo dijo que buscaban a personas, y las únicas que entraron recientemente al bosque, solo fueron ellos y el grupo de mujeres.

El Hobgoblin detuvo a los otros cuando examino la expresión del soldado, al ver que este no mentía, decidió informarle al Rey para seguir la ruta indicada por estos humanos.

El monstruo junto con los soldados avanzó el línea recta en dirección al claro donde se quedaba el grupo de Samantha, sin embargo, ellos no estaban enterados de que, en ese mismo momento, esas mujeres también se estaban moviendo apresuradamente dando un enorme rodeo por el sur hacia la ciudad.

Ellas estaban volviendo a White Shire.