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William Muller.
Un chico victima de La Hora Cero.
Asesinado por Hoshikaze Fujinuma.
Un buen chico.
Prueba de que el borrado de memoria funciona.
No recuerda antes de La Hora Cero.
Aunque su memoria se borrara aun no era el momento.
Fue un error.
Quizás si hubiera recordado quien era su suerte habría sido otra.
Han venido múltiples personas aquí.
Para encontrar su destino.
Tuonela, el infierno.
Lintukoto, el paraíso.
Aarnivalkea, el jardín de las desilusiones.
La vida después de la muerte.
El camino al que una persona va luego de las decisiones tomadas en su vida.
Tuonela, el camino del pecador, una persona regida por la maldad en su vida sera arrastrado directamente a esta ruta, donde pasara el resto de su eternidad pagando por lo cometido en su vida, en su propio infierno personal.
Un infierno creado con base a todos los miedos y lamentos de la persona, creado desde su primer pecado cometido, un infierno que siempre espera por su respectiva persona, dependerá de la persona si termina en su propia creación al final de su vida.
Lintukoto, el final de una persona recta y buena, el descanso final del alma, desapareces, sin preocupaciones, miedos o expectativas.
Desapareces con la consciencia limpia, con todo terminado, descansas al final del duro camino que se ha recorrido de la mejor manera.
Aarnivalkea, para las personas que no han sido tan malas para terminar en Tuonela, pero no han sido lo suficientemente buenas para ir al Lintukoto.
Una persona como esta tiene dos destinos posibles, depende hacia que lado e haya inclinado mas, si alrededor de su vida su bondad ha ganado por encima de su maldad, tendrá la oportunidad de reencarnar, intentando todo de nuevo, para lograr ganarse el Lintukoto.
Si por el contrario ha sido mas malvado que piadoso, sera sometido al Jardin de las Desilusiones, donde podrá ver cada detalle de su vida pasar de nuevo, de esa forma viendo cada decisión que ha tomado, las malas y las buenas, de esa forma teniendo la oportunidad de juzgar cada una de ellas por si mismo sin saber cuales son las buenas o las malas.
El indice de éxito con esta prueba decidirá su camino, si ira a el Tuonela o a Lintukoto, si sus decisiones de nuevo han sido demasiado ambiguas, también terminara en reencarnación.
Las almas que acabaron en la reencarnación pueden estar en el limbo por años, hasta que finalmente logren renacer e intentarlo de nuevo.
El espacio para esta decisión esta regida por un trono, el trono donde se sentara la persona a juzgar.
Rodeado por un circulo de espadas ensangrentadas, se vera un recorrido a su vida, mientras que la persona en cuestión espera en ese lúgubre trono.
Cuando la decisión sea tomada, las espadas se abrirán frente a la persona, dando paso al destino elegido para ella.
Pobre William Muller.
Su vida ha sido corta y sin sentido.
El solo recuerda lo que paso después de La Hora Cero.
No puedo juzgarlo por lo que hizo antes.
No ha tenido tiempo para realizar buenas o malas acciones.
Es una verdadera lastima.
Ha sido la victima de Zaygo Murumo.
No tengo mas remedio, que mandarlo a Lintukoto.
Decido apiadarme de el.
El estaba allí, sentado en el trono de rodeado de espadas.
-Tu destino ha sido decidido -Le dije desde arriba, mi presencia no es física en este espacio, solo puede irme.
El no dijo nada, se quedo mirando al suelo.
-Jennel -Dijo el chico confundido- ¿Ha sido ella verdad?
Mis funciones se limitan a dar el camino a los muertos en esta ocasión, por lo que no me puedo permitir responderle nada
-Quiero verla de nuevo -Dijo el chico- ¡Déjame ver de nuevo a Jennel Orth!
Quizás sean delirios, o puede que acabe de recordarlo todo.
-Tu tiempo ha terminado -Le dije finalmente mientras las espadas se abrían al camino de luz de Lintukoto.
William Muller se quedo quieto, y no respondió nada
Luego de unos segundos hice salir la luz de Lintukoto, luz que lo hizo levitar hacia la puerta que lleva al paraíso.
Al parecer había aceptado su destino, pues no dijo nada, y entro pacíficamente a Lintukoto.
Es verdaderamente triste.
Pero es necesario, aunque Zaygo no haya podido hacer su trabajo, las cosas no van mal.
Las cosas funcionan.
「Death Land, 2 horas antes de la batalla entre Tedehm y Pendreten」
Death Land, el antiguo hogar del rey demonio, quien ha sido asesinado por una extraña persona traída de La Hora Cero.
Una risa salia desde adentro, una engreída y fastidiosa sonrisa.
-Entonces Zaygo ha muerto -Dijo el asesino del rey demonio sentado en el enorme trono que le quedaba colosalmente grande- Esta vez Watanabe se ha equivocado en grande.
Uno de los 7 demonios que ha interferido en la batalla contra las sombras se postraba ante el.
Habia sido el quien le ha dado la información.
-Disculpe mi grosería -Dijo el demonio- Pero ¿Como debo dirigirme a usted?
El demonio tenia mucho miedo, el era el único que quedaba de los siete, la extraña figura asesina ya había matado al resto.
-Claro -Dijo el asesino- No he elegido un nombre.
El se quedo pensando.
-Kuroyami -Dijo el asesino- Negro y oscuridad, dos buenos seudónimos para mi.
El demonio acepto el nombre, y siguió postrado frente a el.
-¿Que procede? -Pregunto el demonio a Kuroyami.
-Pues procede que me digas tu nombre -Dijo Kuroyami hablándole con desdén al asustado demonio.
El demonio se quedo callado.
-Fui un soldado creado específicamente para la guerra ocurrida hace 20 años -Dijo el demonio- No tengo nombre.
Kuroyami se quedo callado viendolo.
-En mi país hay un demonio muy popular conocido por castigar a los niños que se han portado mal en víspera de año nuevo -Dijo Kuroyami- Como eres el primer demonio de mi ejercito te llamare Namahage en honor a ese demonio tan conocido.
El demonio, ahora llamado Namahage pensó detenidamente en lo que Kuroyami acababa de decir.
-Disculpe, señor Kuroyami -Dijo el Namahage intentando mantener la mayor cordialidad posible para mantener su vida- ¿Usted acaba de decir ejercito?.
-Así es -Respondio Kuroyami- Tu misión ahora sera traer a todos los cuerpos de las personas que mueran en la batalla que se librara en unos momentos, yo me encargare de sacar a flote sus deseos mas oscuros y profanos para liberarlos de Tuonela, Lintukoto, o cualquiera que sea el lugar a donde sean enviados, de esa forma convirtiéndose en demonios que me servirán.
Namahage se quedo callado, estaba aterrado por esa idea también, sabia lo peligroso que Kuroyami era, y lo que podría hacer con un ejercito, pero no estaba en posición de cuestionarlo
-Sera mejor que vayas de una vez -Dijo Kuroyami- Mantente preparado para que nadie te vea.
-Entendido -Dijo Namahage, a quien solo le quedaba hacer caso a todo lo que el asesino del rey demonio dijera.
Namahage salia de Death Land rumbo a tierras del rey, cuando un llamado de Kuroyami lo detuvo.
-Espera -Dijo Kuroyami a Namahage- También asegúrate que el traidor de la serpiente no muera en la batalla, y me refiero al traidor Souki Aiko, no lo confundas con ninguno de los otros 3.
-Así sera -Dijo Namahage dándole la espalda y siguiendo su camino a tierras del rey.
-Que descortés -Dijo Kuroyami cuando Namahage ya se había ido- Ni siquiera volteo a verme.
Kuroyami tenia un plan, un enorme plan de venganza contra una persona que le había causado mucho dolor.
-Esta vez te derrotare -Dijo Kuroyami- En el anterior mundo has sido Watanabe, me pregunto si en este te presentaras de alguna forma.