「Mustard」
Ya ha pasado un muy buen tiempo desde mi encuentro con Saeny Akito.
Luego de que perdí la razón ella me trajo de nuevo a Hero's Sword, y se presento como la asesina de Redrag Hymura.
Ella es muy idiota, se ha puesto esa carga encima para no causarme problemas.
Todos han estado en constante depresión desde aquel día.
No han tenido tiempo para retomar operaciones buscando al traidor de la serpiente.
Loty a continuado tratándome con desprecio, al igual que Zora.
Yiro ha sido la menos afectada, no parecía importarle en especial Redrag.
A Yiro no parece importarle nada.
Fikuz por su parte ha estado en constante duelo, no tenia idea de que fueran tan cercanos.
Bayand y Marie se han mantenido con un perfil bajo, no se han presentado mucho a la pequeña casa que tenemos para todos.
Bayand y Redrag eran muy cercanos, es comprensible.
Anter no ha mostrado interés en el tema, pero aun así se adhirió a la sombría atmósfera.
Que todos se hayan acostumbrado a esa atmósfera no era especialmente bueno para mi.
Loty y Zora se habían asegurado de que aquella tristeza me afectara a mi, después de todo para todos se les hizo normal tratarme como un pedazo de porquería.
No es culpa de todos, culpo en especial a Loty y Zora.
Desde La Hora Cero el único recuerdo agradable que tengo es el día en el que conocí a Saeny Akito.
Me pregunto si volveré a encontrarme con ella.
De seguro era algo como una mercenaria, también me pregunto porque tendría el símbolo de la serpiente.
Sus habilidades eran buenas.
Yo no hubiera tenido oportunidad de no ser por aquella mujer.
Hiro Hitagi.
Me pregunto donde estará ahora y que estará haciendo ahora.
¿Aun me guardara rencor?
Me enseño habilidades increíbles, es sorprendente que sigan presentes aun en La Hora Cero.
Se que algún día me escapare de aquí, e iré en busca de Saeny Akito.
Una vez me libre de Loty y Zora.
Nada asegura que no tendrán el mismo destino que Redrag.
Espero no volver a oír los rumores de Mustard el esclavista.
No quisiera hacerlos realidad.
「Saeny Akito」
Han pasado dos semanas desde que vi ese enorme poder en la costa de tierras del rey.
No entiendo porque, pero lo sentí.
Ese poder era del traidor.
Si es verdad, nunca podre hacer tal cosa como asesinarlo.
Las lagrimas de dios, el tipo al que se las robe.
Era algo como un maestro, con habilidades muy fuertes.
Si me centro en mejorar mis habilidades, estoy segura de que la próxima vez que me encuentre con el traidor seré capaz de vencerlo.
Esta mañana desperté para ir a ese lugar.
No debo estar a mas de unos pocos kilómetros de allí.
El lugar es como una jungla, esta completamente mohosa.
El sitio en cuestión es un templo, al estilo japones.
Y el sujeto es un tipo que debe estar en sus cuarenta, de cabello purpura, y vestido con un enorme kimono de color negro.
Cuando le robe las lagrimas de dios estuvo a punto de asesinarme.
Era un espadachín, me mantuve viva manteniendo mi distancia.
Ya luego de haber caminado un rato pude ver a lo lejos el templo.
Fue cuando mis instintos me dijeron que me agachara.
Me tire al suelo inmediatamente, y al mirar hacia arriba, vi una katana, que pretendía cortarme la cabeza por lo que puedo observar.
Me voltee rodando rápidamente, y bloquee otro golpe de la katana con mi arco.
Era el, el guardián de las lagrimas de dios atacándome.
-Tienes mucho descaro al aparecerte de nuevo por aquí -Me dijo mientras seguía haciendo fuerza contra mi arco.
-No tengo intención de luchar -Le dije mientras congelaba mi arco, al tiempo que su katana y evidentemente sus brazos.
-Tus acciones dicen lo contrario -Me respondió, mientras flexionaba sus brazos rompiendo el hielo sin el mas mínimo esfuerzo.
Rodee hacia la izquierda y me levante rápidamente para evitar que me atacara de nuevo.
-Ahora tienes el símbolo de la serpiente -Me dijo- Es lógico, luego de tal cosa como activar las lagrimas de dios, ese es un castigo bajo.
No respondí nada, y me quede en guardia, apuntándole con una flecha que acababa de crear.
-¿A que has venido a acá? -Me pregunto.
-Yo quiero que me entrenes -Le respondí sin rodeos.
El se quedo callado mientras me veía fijamente.
Luego de unos segundos corrió hacia mi, en posición ofensiva.
Yo dispare mi flecha, pero cuando se supone que debía chocar contra el, la flecha siguió directo, como si fuera intangible.
Mi arco callo al suelo, y una persona me sometió desde mi espalda, tirándose sobre mi, y dejándome indefensa en el suelo.
-¿Entrenarte? -Pregunto- Dices muchas estupideces para alguien que me robo y libero a las sombras.
El no se había hecho intangible, había sido tan veloz que si silueta quedo frente a mi para engañarme.
-Tu no lo entiendes -Le dije- Necesito la fuerza suficiente para derrotar al traidor de la serpiente.
Entonces el me soltó.
-¿Buscas venganza contra el traidor de la serpiente? -Me pregunto mientras se levantaba.
-Por supuesto -Le respondí aun en el suelo- ¿O eres de esas personas que abogan que es un héroe o algo por el estilo?
-No puedo decir nada sobre el traidor -Dijo mientras caminaba hacia el templo- Solo puedo imaginar como se sienten ustedes, pero no puedo compadeceros, no siento ningún rencor u odio por el traidor de la serpiente.
-¿Como puedes decir eso? -Le pregunte mientras me levantaba y corría tras el- Fue el quien nos encerró aquí y causo La Hora Cero.
-La Hora Cero -Dijo- No pase por algo como eso.
-¿A que te refieres? -Le pregunte.
-Mi nombre es Goto Shojiro -Dijo volteándose a mi- Y soy lo que ustedes conocen como un NPC.
-¿Un NPC? -Le pregunte- Entonces eras poblador de esta realidad antes de La Hora Cero.
-Así es -Me respondió- Para mi nada ha cambiado, a excepción que ustedes se han vuelto mas irritantes.
-¿Nosotros? -Pregunte.
-Así es -Me respondió- Hoy en día me sigo sorprendiendo de toda la gente que era un cascaron vació.
-¿Un cascaron vació? -Pregunte.
-Eres bastante ignorante -Me dijo- Veras, antes de La Hora Cero tu ya existías aquí, el cuerpo que tienes actualmente ya existía, y actuaba según tus acciones en tu otra realidad, era una persona como cualquier otra que actuaba a tu voluntad, con una personalidad creada por esas acciones, por lo que los NPC no teníamos idea que eran falsas, actuaban como si fueran reales, cuando La Hora Cero sucedió, esos cascarones vacíos fueron rellenados con sus conciencias.
-¿Y tu como sabes eso? -Le pregunte, tenia demasiada información para ser solo un NPC.
-Porque esta no es la primera "Hora Cero" -Me respondió.
「Souki Aiko」
Han pasado dos días desde que Haru nos dio la información sobre el ataque de Garo.
Hemos estado preparados, con una estrategia ideada por Hiro.
Pero el día de hoy decidí ir a un lugar especial, para volver antes de la noche a Tedehm.
Karma Osaka ha tenido información sobre que el ataque sera esta noche.
Hay algo que debo hacer primero, que no he hecho en mucho tiempo.
Voy en camino a ese lugar tan especial, acompañado por Hiro Hitagi, quien insistió en acompañarme al notar que hoy no entrenaría con Haru.
Al lugar al que voy, es al bosque de La Hierba Santa.
A el lugar donde luche por segunda vez con Garo Tachibana.
El lugar donde Alex me salvo, y el mismo lugar donde murió.
No se cuanto tiempo ha pasado, no tengo la noción del tiempo ni siquiera de hace cuanto fue La Hora Cero.
Pero sin importar eso, quiero hacer esto hoy, porque hoy es el día en el que vengare a Alex.
-¿Por que hemos venido a aquí? -Me pregunto Hiro mientras caminaba a mi lado.
-Para darle una pequeña visita a alguien -Le respondí.
-¿A quien? -Me pregunto Hiro.
No le respondí, ya que a unos pocos pasos, había un camino de tierra destrozada, y varios arboles a la mitad, y con partes faltantes.
El lugar donde Alex murió.
Me acerque lentamente, a un lugar en especifico.
A unas rocas que yo mismo había apilado, sobre un agujero que yo mismo había cavado.
En donde yacía un cadáver que yo mismo había puesto allí.
Me arrodille frente a la pila de rocas, y me incline ahí mismo.
Frente a la tumba de Alex.
No rece por el ni nada parecido, no sabia de que religión era Alex, y yo deje de creer hace unos cuantos años.
Solo intente transmitirle mis pensamientos y mis sentimientos.
Cosas como los funerales y tumbas no están hechas para los muertos.
Es un ritual necesario para los vivos, algo que necesitamos.
Se que mis sentimientos no llegaran a Alex, después de todo el solo es una pila de carne en descomposición ahora.
Pero es necesario para mi, para poder justificar mi tristeza.
Y sentirla, junto al motivo de ella.
Junto a lo estúpido que fui, al confiar mi vida a una persona inocente.
Este es mi pecado.
Es seguro que si Alex no me hubiera salvado en ese entonces, el seguiría vivo.
Luego de unos momentos me levante.
-¿Este es el lugar? -Me pregunto Hiro- ¿Quieres decir que este es el lugar donde Alex Firedwater murió?
-Estas bien informada -Le dije, notando que yo no le había dado mayor detalle al respecto.
-Si, Haru me platico al respecto -Respondio.
Me quede callado, mientras estaba consciente de todo el escenario a mi alrededor.
-Dijiste el otro día algo como que las muertes en Black Lagoon no eran mi responsabilidad -Dije- Incluso si eso fuera cierto, nadie tiene la culpa de la muerte de Alex mas que yo.
-Tu no lo mataste -Me dijo Hiro- Deja de decir estupideces.
-Murió por mi culpa -Le respondí empezando a irritarme- Garo Tachibana es un simple síntoma de mis estúpidas acciones.
-Lo único estúpido aquí eres tu -Me respondió Hiro- ¿Entonces que harás? ¿Te suicidaras por que fue tu culpa?
Ella parecía estar alterándose.
-Nunca dije algo como eso -Le respondí refiriéndome al comentario del suicidio- Pero lo mereceré mas que nadie después de esta noche.
-¿A que te refieres? -Me pregunto Hiro.
-Llegare a Garo Tachibana sin importar que -Le respondí- Sin importar cuantas vidas me lleve en el camino.
Luego de decir eso Hiro me dio una cachetada.
Sentí la cara caliente, había sido bastante fuerte, era de esperarse viniendo de Hiro.
Me recompuse, y voltee a verla.
Ella se veía enojada, demasiado enojada.
-¡¿Entonces ahora piensas ignorar lo que me dijiste aquel día?! -Me pregunto gritándome- ¡Dijimos no derramar ninguna sangre a excepción de Garo Tachibana!
-Me sorprende que lo digas hasta ahora -Le respondí- Rompí esa promesa el día que mate a todas esas personas en el barco de Bloody Farm.
Hiro me dio otra cachetada.
-¡Tu no mataste a esas personas! -Me grito- ¡E incluso si lo hubieras hecho ¿Que razón hay para no seguir con aquella promesa?!
Me quede mirándola, se veía vulnerable, pocas veces la había visto con emociones tan fuertes.
Y como siempre, se veía demasiado hermosa, son cosas que no puedo evitar notar cada vez que la veo directamente.
-¡Souki, reacciona! -Me grito Hiro- Tu no eres un asesino, el Souki que tengo frente a mi no es el mismo que me prometió estar a mi lado y luchar junto a mi.
-¿Que quieres decir? -Le pregunte mientras seguía mirando su rostro, sus ojos azules, en verdad que eran preciosos.
-¡Entiéndelo! -Me grito- ¡Puedes entrar en esa guerra y no matar a nadie mas que a Garo!
-Lo que dices es demasiado inocente -Le dije- En esa guerra que se armara entre Tedehm y Pendreten es claro que al menos morirán la mitad de las personas allí.
Seguido de eso empece a caminar de regreso a tierras del rey.
-Y yo no pienso ser parte de esa estadística -Dije mientras caminaba, sin voltear a mirarla.
Entonces sentí como unos brazos rodeaban mi cintura y me embestían.
Caí al suelo, mientras que Hiro me abrazaba por la espalda.
-¿Que estas haciendo? -Le pregunte, mis manos estaban temblando, y estoy seguro que mi cara estaba como un tomate, mi cuerpo se sentía bastante caliente.
-Souki, aquel día prometimos estar juntos ¿No? -Me pregunto aferrada a mi cintura.
Ella lo hacia sonar raro, definitivamente sonaba muy raro.
-Yo no quiero estar junto a ti por una promesa -Siguió diciéndome- Yo simplemente quiero estar contigo, Souki, quiero estar con el Souki que me apoyo en aquella noche de tormenta, el mismo que vio las estrellas junto a mi ignorando todo el desastre que nos envolvía en ese entonces.
¿Es esto una declaración? ¡¿Debo tomar esto como una declaración?! ¡No entiendo porque esta pasando esto!
-Hiro -Dije tartamudeando un poco, en verdad que mi cuerpo estaba muy caliente, y estaba temblando por completo.
-Por favor Souki -Continuo Hiro- Sigue siendo el mismo de siempre.
-Yo -Dije tartamudeando de nuevo- No puedo prometerte eso, esta claro que de una u otra forma en esa batalla se me cruzaran momentos en los que tendré que matar.
Tome sus manos que estaban en mi estomago, y me solté de ella.
Hiro se aparto un poco para atrás, de esa forma quedando sentada en la hierba del bosque.
Yo me voltee, quedando sentado frente a ella, mirándola directamente.
-Pero supongo que ahora puedo prometerte que haré todo lo posible para evitar hacerlo -Le dije- Lamentablemente eso es todo.
Hiro se quedo mirándome, a duras penas parpadeaba.
-Ahí esta -Dijo Hiro- Esa cara, esos ojos enormes y verdes como los de un niño, ahí esta el Souki del que estaba hablando.
Cada palabra que decía Hiro hacia que mi cuerpo se estremeciera, estoy seguro que yo seguía increíblemente sonrojado, ya que incluso Hiro estaba muy sonrojada.
Ahora me doy cuenta, que no he soltado sus manos.
Hiro acerco su cara a la mía, y pego su frente con la mía, mirando fijamente a mis ojos.
Esto es como ese día, el día en el que llegamos a Black Lagoon por primera vez.
-Si esta promesa es hecha por el Souki que tengo frente a mi, entonces esta bien para mi -Me dijo Hiro sonriendo, tenia también una sonrisa muy linda.
No pude evitar sonreír también mientras la veía.
Sentía que mi corazón iba a salirse de mi pecho, los golpes era demasiado fuertes, me pregunto si los latidos de Hiro también estarán igual de acelerados.
-Bien Hiro -Le dije- Peleemos juntos una vez mas.
Su cara estaba demasiado roja, por lo que su rostro debería de estar sumamente caliente, pero no logre sentirlo, de seguro yo también estaba con la cara sumamente caliente, por lo que ella tampoco debe de estar notándolo.
Su nariz fue acercándose mas a la mía, al igual que sus labios.
Ella cerro los ojos, y ante la situación yo también lo hice, mientras también conducía mi mentón en dirección a ella.
Mi cuerpo estaba sumamente impaciente, y no me importaba lo que estaba haciendo, era el momento, y no podía detenerme, no podía pensar en nadie mas que en Hiro.
Fue entonces cuando un sonido emergió de Hiro, de su camiseta.
Hiro se alejo de mi, antes de que sus labios pudieran tocarme.
Dejo de sujetar mis manos y saco del bolsillo de su camiseta un disco.
Era un comunicador, como los que utilizamos en el ataque a Bloody Farm.
Hiro lo puso en su oído, y empezó a hablar.
-Hola ¿Haru? -Dijo Hiro, entonces solo asintió e hizo ruidos mientras escuchaba lo que decía.
Mi cuerpo empezó a calmarse, ¿Que estaba a punto de hacer? ¿En que estaba pensando?
No es la primera vez que pasa, recuerdo que también sucedió en Black Lagoon, lo que estuve a punto de hacer.
-Entendido -Dijo Hiro antes de quitarse el comunicador de la oreja y guardarlo en su bolsillo.
-¿Que sucede? -Pregunte.
-Garo Tachibana ha puesto sus tropas en guardia, esta listo para atacar -Me respondió- Según la información que le llego a Karma Osaka van a atacar en unas 3 horas.
-Entiendo -Le dije, no había puesto mucha atención a lo que había dicho, todavía seguía pensando en lo que acababa de pasar.
Su voz seguía poniéndome muy acelerado.
A pesar de lo que había dicho me quede mirándola, no tan cerca como antes, pero ahí estaba.
Ella también seguía mirándome.
Fue entonces cuando ella volteo hacia otro sitio, ella era como un tomate.
Y no tengo dudas de que yo estaba igual.
-Vamos, ¿No? -Dijo Hiro con una voz temblorosa y tímida.
¡Que linda, demonios!
-Si, esta bien -Dije mientras me levantaba, estoy seguro que la voz que salio de mi no fue la mas varonil.
Hiro también se levanto, y empezó a caminar hacia tierras del rey, ella había pasado frente a mi y había seguido derecho.
Algún reflejo mio hizo que moviera las piernas como si de una estocada se tratara.
Y el mismo reflejo llevo mi mano hacia la mano de Hiro, para tomarla.
Hiro se volteo, estaba aun mas sonrojada que antes.
-¿Que sucede? -Me pregunto con la misma voz temblorosa y tierna.
No sabia explicarme, ni yo mismo sabia que estaba haciendo.
-No es nada -Le respondí mientras soltaba su mano, en verdad estaba avergonzado.
Estoy actuando como un estúpido, y no lo entiendo.
Hiro solo me miro, mientras intentaba no reírse.
Rayos, debo estar actuando muy patéticamente.
Finalmente Hiro empezó a reír.
-Es increíble -Dijo Hiro entre risas.
-¿A que te refieres? -Le pregunte.
-Estamos a punto de ir a una guerra donde podríamos morir -Respondio Hiro riendo- Hace dos semanas estuvimos en una macabra y retorcida batalla, es increíble que con todo el mundo explotando a nuestro alrededor aun tengamos tiempo para momentos como este.
-¿Momentos como este? -Pregunte nuevamente, yo no quería malinterpretar las cosas.
-Así es -Me respondió- Momentos de calma y felicidad, que podamos disfrutar en medio de toda esta retorcida situación es lo mas macabro de todo.
Cielos, el ambiente ha cambiado de forma muy abrupta.
Luego de ese comentario caminamos directamente al castillo de Tedehm.