Garo apareció en su habitación en el castillo de Pendreten, en tierras del rey, llevaba 2 horas ensangrentado en el suelo, nadie lo auxiliaba, nadie sabia que estaba allí, no tenia fuerzas para gritar, intento hacer señales con el éter para no lo lograba, estaba demasiado débil, estaba contando el tiempo ¿Sera esta mi muerte? pensó Garo, El hielo había roto durante mucho tiempo contra el, las heridas de esos golpes habían sido abiertas por el rayo de energía y por el relámpago, no le quedaba casi sangre, Garo no podía aceptar ser asesinado por el traidor de la serpiente, 3 meses de pelea, el no podía aceptar ser asesinado así, con las pocas fuerzas que le quedaba empezó a arrastrarse hacia la puerta, la única forma de llegar a donde había personas que lo auxiliaran era llegando hasta el pasillo de habitaciones, antes de eso el pasillo que lo separaba era increíblemente largo, Garo no tendría fuerzas para hacerlo, el elemento del aire requiere mucho éter controlar, Garo miro una ventana junto a el, una ventana en la que el podría salir, la habitación de Garo estaba en el ultimo piso del castillo, Garo con el poco éter que le quedaba acerco una antorcha recargada en una pared, la soltó encima de el para poder incendiarse, se incendio toda la espalda, antes de que le quedaran quemaduras fuertes se tiro por la ventana, Garo gritaba, tenia que calcular perfectamente en que momento detener el fuego con el éter haciéndolo levitar, pero Garo veía borroso, la caída era enorme, Garo seguía cayendo y no sabia en que momento debia detenerse, tenia que hacerlo justo antes de caer, no tenia el éter suficiente para hacerlo antes, tenia unos 3 segundos de éter, tenia que utilizarlos para detenerse a tiempo, Garo sintió el suelo cerca y se hizo levitar, con los 3 segundos tenia se dejo lentamente así mismo sobre el suelo, cuando sintió lo solido bajo su espalda era demasiado pequeño, no era el suelo, era el barandal de un balcón, aun así Garo estaba vivo, a punto de morir, pero podía pedir ayuda desde allí, intento balancearse hacia el castillo, el débil impulso no logro llevarlo hacia la puerta del balcón, el mismo impulso lo llevo hacia el otro lado, Siguió cayendo del castillo, aun lo esperaba la mitad de la caída, Garo se había impacientado y activo el éter antes de tiempo, ya no tenia éter para detener la caída, solo podía esperar con desesperación el impacto contra el suelo, así pudiera sobrevivir la caída con las heridas que tenia no tendría una sola esperanza de durar mucho, Garo cerro los ojos y acepto su destino.
Garo quedo en el aire, había quedado suspendido en el aire, Garo abrió los ojos y vio como una nube negra lo había acurrucado, a centímetros del suelo, estaba muy confundido, pero recordó los rumores que corrían en el reino, las Lagrimas de Dios habían sido utilizadas a las afueras de tierras del rey atrayendo a las bestias hacia alla, atrayendo a las sombras, portadoras del elemento de la oscuridad, Garo no sabia como se veía una sombra, y no sabia como se veía el elemento de la oscuridad, pero estaba casi seguro de que lo que lo envolvía era oscuridad, quizá haba recibido un peor destino que haber caído desde la torre y muerto, seria asesinado por la raza de las sombras, Garo no pudo mas y cayo inconsciente.
Al despertar estaba en una cama, no sabia donde estaba, ya que estaba completamente vendado y no podía moverse, solo veía un techo de madera, Garo intento moverse con débiles sonidos que provenían de el, luego de unos segundos de emitir esos sonidos un chico se asomo a ver a Garo, era un chico de cabello negro largo, hasta los hombros, bastante pálido y de ojos completamente oscuros.
-Así que ya despertaste, Kosuke -Le dijo el chico a Garo- Quédate quieto, estoy preparando una poción para poderte curar.
Garo estaba confundido ¿Habia sido una ilusión lo que había visto? ¿Donde estaba? ¿Quien era ese chico? ¿Por que lo llamaba Kosuke?
Garo no escucho mas durante una hora entera, no oía señales del chico, solo veía hacia el techo esperando a que algo pasara, cuando la hora se cumplió el chico volvió a asomarse, tenia una espada, una espada de color negro, Garo no sabia que material o mineral podría ser, pero estaba asustado, ¿Ese chico lo iba a matar en ese preciso momento? Garo se retorció pero el chico dirigió la espada hacia Garo, la desesperación de Garo se veía en sus ojos, no quería morir.
-Quédate quieto o puedo terminar lastimándote -Le dijo el chico aun muy calmado.
Seguido de eso el chico corto los vendajes con la espada, con cortes limpios, Garo no sabia si era la habilidad del chico o si era el filo de la espada, incluso podían ser las 2, el chico observo las heridas de Garo, eran un montón de quemaduras y cortes que resaltaban ante la enorme herida que tenia desde la batalla del bosque, el chico saco una botella con un extraño liquido, empezó a verterlo sobre el pecho y abdomen de Garo, a Garo le ardía, pero sentía como las heridas cerraban, también la vertió sobre su cuello y rostro, A Garo se le soltó algún quejido, el chico espero un momento y levanto a Garo acostandolo boca a bajo en la cama, continuo vertiendo el liquido en la espalda y nuca de Garo, seguía ardiendo, Volvió a acostar a Garo de la misma forma y lo puso a descansar sobre la cama.
-Quédate quieto si quieres recuperarte -Le dijo el chico.
Garo no sabia el porque lo ayudaba, pero aun así estaba agradecido por no morir, pero cada segundo que pasaba significaba que la guerra de Tedehm y Pendreten podría estallar, Garo no sabia como evitarlo, no podía presentarse en su estado actual hacia Haru Kishibe, no podía presentarse en ese estado ante el rey, tenia que esperar acostado en donde fuera que estuviese, pero ¿Quien seria ese chico?.